•Secrets• ◆C.M◆ (Pausada)

•Capitulo 5

Entro a la casona y voy directo a la sala, mientras doy un vistazo al panorama, Sara con un vestido blanco holgado que llega unos centímetros más abajo de la rodilla, y Nelson con una camiseta sin mangas, una pantaloneta que se ve que es de Calvin Klein.

Están en un espacio de la sala, en el piso con varios cubos de no sé qué alrededor y una manta blanca con varios palo en sus filos, en pocas palabras un lienzo, mismo donde está haciendo sabrán que cosa, mientras tiene y hablan muy tranquilos y animadamente, sonriendo.

Me acerco de a poco observando su estupidez. Me escribió pidiendo que viniera aquí, para verla como niña chiquita haciendo locuras con su cómplice, interrumpiendo la siguiente follada que le iba a dar a la chica ya que me estaba quitando la camisa.

Mentira es, ¿Pero a quién le importa?.

Me paro detrás de ellos viendo que lo botes son de pintura de distintos colores, en sus manos tienen pinceles en otro bote el cual no me había fijado, tiene un poco de agua y uno que otro pincel, ya que los otros están en el piso manchando el mismo.

No sienten mi presencia hasta cuando carraspeó tratando de llamar la atención, donde se voltean para las risitas de adolescentes que tenían y soltaban.

—Me llamaste y enviaste mensajes por todas las plataformas posibles para que venga, lo que me encuentro es a ustedes dos como adolescentes enamorados, pintándose la cara como si fueran...

—Ay ya, te llamé por "todas las plataformas posibles" fue para que te apuraras y vinieras rápido, pero cuando ví que no llegaste después de varios minutos me puse a recrear y hacer algo. —Dice la castaña, parándose del piso y arreglándose el vestido. — Y cuida tu tono muchachito, que muchas cosas te he soportado todo este tiempo como para que me vengas a hablar de esa manera y me respetas que soy tu madre, no cualquiera.

Añade mientras me señala con el dedo, con el cual golpea mi barbilla, es baja no tanto pero lo es, y trato de demostrárselo para molestarla. Por lo que me inclino un poco hacia ella y que a su altura, viéndola con diversión, trata de pegarme en la mejilla pero me apartó antes de que el golpe llegue.

Me rio mientras voy hacia la cocina donde me sigue con Nelson e insultandome por burlarme de ella, que no debo hacer eso porque es mi madre, lo mismo que dice siempre cada vez que le hago lo mismo, mientras yo solo me le río con Nelson que también se burla de ella y sale en mi defensa para darme la razón.

En la encimera de la cocina ahí un pastel con betún blanco con varias fresas, se ve apetecible.

Me siento en el banquillo que está debajo de la encimera, trato de meterle mano al pastel cosa imposible porque Sara me manotear la mano antes de que siquiera lo toque. Me mira mal antes de alejarlo.

—No mereces probar el pastel que he hecho, así que no lo toques no lo mires que no vas a comerlo. —Refunfuña alzando el pastel y ponerlo en la otra encimera. — No lo mereces por burlarte de mí.

Nelson se suelta a reír al ver el mini drama que está armando su esposa, mientras la miro burlón.

—¿Sabes que puedo comprar un pastel para mí, verdad? —Digo haciendo que el brillo de superioridad que tenía se le bajé y le de paso al enojo.

Trata de ignorar lo que dije y se voltea para guardar el pastel que yo quería probar a la nevera, me levanto para tratar de quitárselo pero es más rápida al guardarlo.

—¿No me vas a dar un trozo? —Le pregunto en un susurro bajo, mientras sonríe con arrogancia.

—Dijistes que podías comprarte uno, así que no hay necesidad de que comas el pastel que yo hice con mucho esfuerzo y amor para que tú lo comieras. —Dice dándose la vuelta. — Pero hace menos de cinco minutos dijiste que podías comprarte uno, así que ve antes de que cierren las pastelerías. —Añade señalando el pasillo, mientras Nelson se sienta en el banquillo que estaba al lado del que me había sentado yo.

—¿Entonces no me vas a dar? —Digo de último retrocediendo un breve paso.

—Depende de como te comportes en lo que queda de conversación, te daré un gran trozo, de lo contrario comerás mucha mierda.

Bufo resignado llendo me a sentar dónde estaba anteriormente, mientras Nelson me palmea el hombro.

Jodida mierda.

—Bien.

—Te llame con urgencia era porque teníamos que comentarte algo. —Se sienta delante de nosotros para luego cruzarse de brazos.

—Ajá y cuál es esa "urgencia". —Hago comillas con mis dedos.

—Pues es que Nelson y yo hemos como una cabaña, bueno es una casa pero se parece más una cabaña, bueno digámoslo casa de cabaña, es muy hermosa y hemos decidido tomar unas vacaciones. —Dice mirándome fijamente con sus ojos brillantes de felicidad. — ¿Queremos saber si nos acompañas?, digo desde que llegamos a Rusia no has tomado ningunas vacaciones, pídele a tu coronel que te dé unas vacaciones hazlo por mí y si no hazlo por tí, también debes descansar y despejarte.

Vacaciones, no me vendrían mal unas vacaciones, después de todo mi madre tiene razón desde que llegue aquí me enfoque en el trabajo y cada vez UE me daban vacaciones no las tomaba.

Simplemente no les tome gran importancia y las dejé pasar.

—¿Cuántos días más o menos? —Pregunto mientras que el brillar de sus ojos aumenta.

—Un mes o hasta dos, lo que te acomode más, pero yo quiero ese tiempo. —Exclama dando brincos de felicidad, mientras Nelson la ve con una gran sonrisa.

—Bien, veré si adelanto todo el trabajo desde ya.

Chilla levantándose a abrazarme del cuello mientras trato de rodear uno de mis brazos a su cintura, cosa que es casi imposible porque da brinquitos.

—Haré de estás vacaciones inolvidables, lo juro haré que disfrutes mucho. —Me besa las mejillas, mientras trato de apartar me, pero no puedo porque pone una mano en mi nuca impidiendome moverme.

—Yo creo que será mejor que lo sueltes porque lo vas a asfixiar antes de las vacaciones. —Dice Nelson soltando una risa antes de apartar a Sara.

—¿Por qué me va a asfixiar o por celos? —Le digo burlón.

—¿Celos?, eso quisieras niño, pero no y deja de hablar antes de que no te lleve. —Dice señalando la nevera.

El pastel me había olvidado.

Voy hacia la nevera y lo saco, agarró un cuchillo y corto una rebanada, mientras Sara se acerca con unos platillos donde pongo tres en cada uno, Nelson se encarga de poner los vasos de leches para el y Sara, a mí me pone un vaso de sumo de naranja.

La tarde se no vas hablando de los planes para las vacaciones (Osea Sara y Nelson) mientras doy una que otra opinión.

Vacaciones. Unas muy largas vacaciones.