Esencia de Lobo (Steter, Sterek, Stackson, Sciles)

Capítulo 20 (OMG) Especial Sterek

Para todos los Sterek Shipper que siguen esta historia... Venga, también para los No-Sterek Shipper. 

*Un año atrás.*

Derek terminó de encender la última vela, la colocó en el suelo junto a las otras para terminar de forman su pequeña pasarela hasta la mesa. Se irguió sintiendo un ligero dolor en su espalda de estar tanto tiempo encorvado, pero en seguida se libró de él y comenzó con el resto de detalles. 

Tenía los nervios de punta, miró la hora de nuevo. «Media hora...» Un nudo se formó en su garganta impidiéndole respirar con normalidad. Se iba a morir con la espera. Subió las escaleras hasta su reformada habitación, allí encima de la cama se encontraba lo que sería su atuendo esta noche. Unos nuevos jeans negros, la camisa gris recién planchada, ajustada para dejar marcar sus músculos. No quería ser egocéntrico pero... Bueno, sí, quería ser egocéntrico. Sabía que Stiles amaba pasar sus manos por los fuertes brazos de Derek cuando estaban los dos solos. No paraba de acariciarlos y comentar lo duros y suaves que eran. Un auténtico placer para los oídos del Alfa. 

Fue hasta el baño mirándose en el espejo, sopesando la idea de afeitarse. Derek quería que esta noche fuera especial, pero con su fina barba sería capaz de incomodar a Stiles o... ¿De qué hablaba? Derek también sabía lo bien que lucía así. Se duchó en un par de minutos para después vestirse con su ropa nueva. Unas cuantas miradas al espejo y con su propia aprobación bajó de nuevo para terminar de arreglarlo todo. 

Los gigantescos ventanales estaban totalmente libres de cualquier rastro de suciedad que hubieran tenido en el pasado. Una mesa de hierro forjado se encontraba en el centro de la estancia, brillando con el reflejo de la luna llena en ella. Un candelabro con dos largas velas blancas en él, ya encendidas. La cena en el horno, la ensalada en la nevera. El vino en la hielera de metal. Bien, todo listo. 

Se sentó en una de las sillas al lado de la mesa esperando por Stiles. «¡Mierda no!» Corrió de nuevo arriba con un ramo de rosas blancas en mano, quitó todos los pétalos y los esparció por encima de sus sábanas de seda negra. Recién compradas también. 

Tiró los tallos desnudos por la ventana y bajó de nuevo. Ahora sí, todo listo. Se volvió a sentar para que se lo comieran los nervios sin dificultad. Rezó por que todo saliera bien esa noche. 

–––

Abrí la puerta esperando ver a Stiles, pero lo único que consiguí fueron varios tallos en mi cara.

-¿No te enseñaron a no tirar cosas por la ventana?- Stiles tiró los tallos detrás suya dejando ver una de sus increíbles sonrisas que me traían embobado todo el tiempo.

-Lo siento... - Stiles rió y se lanzó a mis brazos con la barbilla en alto. Capté el mensaje sin problemas y bajé mis labios hasta unirlos con los dulces y suaves del pequeño humano. Un beso lento y lleno de ternura. 

-Perdonado- susurró Stiles cuando lo dejé ir mi boca. Los dos sonreímos mientras miraba las profundidades de sus ojos- Entonces, ¿puedo pasar?

-Oops, lo siento, de nuevo- lo sostuve de la mano a la vez que cerraba la pesada puerta. Detuve a Stiles antes de que caminara más a dentro del loft- Tienes que ponerte esto- alzé una pequeña venda oscura para tapar los increíbles ojos de mi novio.

-¿Voy a tener un regalo? Espero que sea un gran regalo- No me pasó  desapercibido el tono pícaro con el que se había referido Stiles, me puse desesperadamente nervioso ante eso. Carraspé más para calmarme a mí mismo que para reprender a Stiles.