26

3.2K 144 1
                                    

Capítulo 26. Maratón 3/3

Luego de tomar las cosas de ___, las cuales estaban mojadas, nos subimos al auto.
-Y... que es de tu vi... -callé al divisar que ella dormía. Sonreí y seguí con el camino. Llegamos a casa y no quise despertarla entonces bajé rápidamente sus cosas y luego la cargué en mis brazos. La llevé a su habitación, le quité sus zapatillas, la tapé, le di un pequeño beso en su frente y me fui a dormir.
Sabía que no debía irme a su cama, se lo había dicho. Pero simplemente era que no podía reconciliar sueño. Necesitaba dormir a su lado, escuchar su respiración y verla dormir. Las ganas me ganaron, me paré y me fui a su habitación. Sabía que esto estaba mal y que me arrepentiría, pero si no me quitaba las ganas de dormir a su lado no me las quitaría jamás.
Entré despacio y la vi. Me recosté a su lado y comencé a acariciar su cabello.
-¿Cómo llegamos a ser estos? –susurré- ¿Llegar a ser como unos desconocidos para el otro? Te dejé ir y me arrepentiré toda la vida.
-Jus... ¿Justin? –comenzó a abrir sus ojos.
-No...no quería despertarte.
-¿Qué haces? –se alejó más de mi.
-Quería acostarme contigo.
-Dijimos que dormiría aquí si no hacías esto.
-Sí, lo sé pero...
-Vete. –se paró.
-____...
-Vete. –se cruzó de brazos.
-Hace unos minutos estábamos tan bien... -me paré-
-¿Bien? –asentí- No Justin, no estamos nada bien.
-¿Qué?
-Basta, Justin. Quiero dormir en paz. Mañana prometo levantarme e irme de aquí.
-No, puedes quedarte. Además tu y yo...
-Tú y yo no somos nada. –dijo con firmeza y sin mirarme a los ojos- No siento nada por ti.
-¿Y en la plaza?
-Eso no fue nada.
-Perfecto ____. Pero solo quiero que sepas que fui el único que se preocupo y estuvo contigo cuando nadie más. –dije y luego me fui de ahí.

{____}

¿Cómo se suponía que iba a dormir? ¿Por qué lo que le había dicho me dolía tanto? ¿Por qué sentía que era mentira que no sentía nada por él?
Daba vueltas en la cama, tratando de dormir y dejar de pensar por unos minutos. Decidí que al otro día me levantaría, me iría de allí y arreglaría las cosas con Edward, porque eso es lo que quiero, ¿verdad? Sí ____, verdad.
¿Podía mi cabeza dejar de funcionar? ¡CARAJO! No lograba conciliar el sueño, en serio no podía. Agarré el celular para ver la hora y marcaban las 5.30, además que también tenía un mensaje. ¿Quién manda mensajes a esta hora?
Edward: ____ perdón por haberte tratado así. Juro estoy muy arrepentido, fui un completo idiota. Sé que no mereces todo lo que dije. Yo no quise hacerlo, solo fue el impulso que me ganó. Yo no pienso eso de ti, en serio, perdóname. Yo... yo te amo.
Sin pensarlo, le contesté: Yo debería pedirte perdón, tienes toda la razón. Pero solo debes controlarte y confiar en mí, ¿sí? Si te digo algo, confía. La confianza es lo principal en una relación. No pasará nada más con Justin.
A los minutos contestó: Sí, sí, lo haré. Dejemos a "Justin" de lado. Me gustaría verte... ¿Dónde estás?
Carajo. No volvería a mentirle...: Estoy... estoy en la casa de Justin. Es muy larga la historia, pero te juro no ha pasado nada, en serio. No te enojes, te explicaré todo.
Edward: Emm... bueno, te creo, tranquila. Emoticón smile ¿Quieres que hablemos? Mañana podría pasar a recogerte para desayunar.
Yo: Claro, ¿te parece a las 10?
Edward: Perfecto. Adiós y descansa.
Estaba segura que todo volvería a la normalidad: Edward y yo juntos, disfrutando de las vacaciones de Navidad (o lo que nos queda de ellas) sin nadie que nos moleste, sí hablo de Justin. Dejé el celular donde estaba y volví a poner mi cabeza en la almohada para poder dormir en paz.

(...)

-Aun no comprendo, ¿se encontraron en una plaza?
-Sí, Dianne. –asentí mientras esperaba a que Edward pasara por mí- Fue extraño.
-Están destinados a estar juntos.
-No lo creo, ¿sabes? Primero estamos bien pero al rato ya estamos peleando.
-Eso es normal en las parejas normales.
-Ni Justin ni yo somos normales.
-Eso los hace especiales. –solté una pequeña risita-
-No sé Dianne, no sé...
-Él te ama, ____.
-Ya... ya lo sé. –dije con un pequeño nudo en la garganta.
Eran las 9.30 am y me había levantado mucho más temprano, creo que no había dormido más que dos o tres horas. Estaba hablando con Lucy esperando a que Edward viniera por mí.
-Buenos días. –dijo con voz ronca un Justin con su cabello de "recién-levantado", sus ojos hinchado, sin su remera y unos pantalones negros. "No mires ___, no mires". Me decía a mí misma. - ¿Aun hay café?
-Sí cariño. –dijo Dianne levantándose de la silla- Yo te sirvo, tu siéntate...
-Gracias. –contestó amable y se sentó a mi lado. Yo ni siquiera voltee a verlo.
-Aquí tienes. –depositó su café en frente de él- Iré a hacer las compras, cualquier cosa que necesiten, me llaman. –nos dedicó una sonrisa, a la cual ambos respondimos y ella se fue.
Un silencio incómodo invadió el ambiente. No sabía qué hacer, así que me paré.
-Espera... -dijo Justin a mi espalda.- Perdón. -¿Debía contestarle? Sé que no estamos bien, pero me duele la manera en la que terminamos anoche.
-¿Tengo que aceptar tus disculpas? –dije sin darme vuelta aun.
-Pues... no lo sé, pero de alguna u otra forma debo disculparme.
-Solo... -me di vuelta y ¡WAO QUE LO TENÍA CERCA! Di un paso para atrás, haciendo más distancia entre nosotros- Ya está, disculpas aceptadas. –dije fría-
-Eso no suena convincente.
-Bueno que te convenza de una u otra forma. Cuando yo digo algo, lo cumplo y es verdad. No como otras personas... -lo fulminé con la mirada.
-____ ya te he pedido disculpas. Solo que no podía dormir con la idea de que estabas en la habitación de al lado, ni que te hubiera tocado.
-Sé que no me tocaste, pero ¡podías haberte controlado!
-No entiendes...
-¡¿Entender qué?!
-No entiendes que te amo.
-Me lo has dicho hartas veces.
-El amor no se expresa por palabras, si no por actos. –hizo una mueca- Sonó cursi.
-Eso iba a decir. –solté una pequeña risa- Da igual... -suspiré- Dormir conmigo no es un acto de amor y menos decirme que no lo harías cuando hasta te lo pedí y luego vas y lo haces. –me giré y me dirigí hacia las escaleras. Justin venía conmigo- ¿Por qué me sigues?
-Seguir al amor de mi vida. –sin tratar de sonrojarme, rodee los ojos y seguí mi camino- Por favor ___. –agarró mi brazo
-¿Qué quieres?
-Quiero que volvamos.
-Tengo que irme, Justin. –llegué a mi habitación y tomé las maletas.
-¿A dónde? ¿Por qué agarras tus maletas?
-A un lugar. ¿Qué tengo que venir yo a darte explicaciones?
-¿Con quién?
Iba a contestar su pregunta, pero el timbre sonó.

La Estudiante de Intercambio Justin Bieber & TuWhere stories live. Discover now