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Capitulo 25. Maratón 2/3

{Justin}

Ni sabía qué hora era, pero estaba seguro que eran más de las doce de la noche. Nick me había invitado a su casa con otros chicos y por mi suerte no bebí alcohol, sabía que debía manejar y si chocaba iba a armar líos y no tenía ganas de eso. Cuando estaba por subirme al auto pude divisar a una chica sentada en la banca de la plaza. Una razón me decía que debía acercarme, o simplemente lo hice por curiosidad. Me coloqué la gorra y me acerqué a ella.
-Am... ¿Necesitas ayuda? –dije una vez sentado a su lado. Escuché como sollozaba, sabía que estaba llorando. Ni siquiera me miró ni dijo nada.- ¿E... estás mal? –rasqué mi nuca y ella volvió a sollozar más fuerte. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Abrazar a una desconocida?- Sí, estás mal. –suspiré- ¿Qué ocurre? No te haré nada... - dije apoyando mi mano suavemente sobre su hombro- ¿Peleaste con tus padres? ¿Con tu mejor amiga? ¿O... con tu novio? ¿Es por amor? –"Calla, Justin." Me dije. Estaba haciéndole muchas preguntas a la vez, vamos de apoco.- ¿Es por... amor? –pude divisar como ella trató de asentir- Auch... -me apoyé contra el respaldo de la banca, aun sin sacar mi mano de su hombro- Yo también estoy... su... sufriendo por eso. O eso creo... –susurré- No te interesará, seguro, ya que ni nos conocemos y ni sé porqué estoy contándote esto, pero yo la amo demasiado... y ella a mi no, me cues... -paré de hablar al empezar a ver su cara mientras la sacaba de sus rodillas para poder mirarme. Su cabello era un desastre, su maquillaje corrido y sus ojos hinchados, era ____.
-Jus... -sollozó y se abalanzó contra mí, echándose en llanto una vez más sobre mi hombro.
-_..___..____. –murmuré mientras acariciaba su cabello. Había veces que la imaginaba conmigo, pero esta vez sabía que no la imaginaba- ¿Si estás aquí, no?
-Sí bobo. –rió mientras se separaba. Le dirigí una mueca y con uno de mis dedos sequé todas las lágrimas de su cara.
-¿Por qué llorabas? ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasó?
-Una a la vez, Justin. –suspiró-
-Sí, comprendo, perdón.
-No, no pidas perdón.
-Pero te atormen...
-Cállate.
-¿A quién mato? ¿Quién es el responsable que te dejo así?
-Mátame a mí, entonces. –murmuró sin mirarme, mientras entrelazaba sus dedos.
-Ni en un millón de años. –la miré- ¿Qué pasó?
-Nada. –tiritó del frío. Suspiré. Me quité mi chaqueta mojada y se la puse- Está mojada, déjatela, es lo mismo si me la pongo o no. Te enfermarás.
-Prefiero enfermarme yo antes que te pase algo a ti.
-Pero...
-Sh... -dije abrazándola por los hombros- ¿Cómo acabaste aquí?
-Desde que he vuelto nada ha salido bien. –comenzó a llorar de nuevo. La pegué más a mí.- No, no me toques. –trató de alejarme-
-¿Ah? –la miré confundido- ¿Qué hice ahora?
-¡¿Qué qué hiciste?! Mejor dicho, ¡¿qué NO hiciste?! Es tu culpa.
-Basta ___.
-No, basta tu Bieber! –gritó desesperada- ¿Qué haces eh? ¿Qué haces?! Dimelo, y deja de hacerlo. -¿De qué hablaba? Me dije y la miré confundido.- No me mires así. Deja de mirarme. Deja de respirarme cerca. Vete y deja de enamorarme. –abriendo sus ojos, se tapó su boca- No dije eso.
-Sí, lo dijiste.
-No estoy enamorada de ti. Te odio.
-Esa palabra es muy fuerte, ____.
-Eres un estúpido.
-Mira ____, tú eres la que está aquí insultándome como si yo tuviera la culpa de todo lo que pasa en tu alocada vida. Agradece que haya venido yo aquí contigo y no cualquier otra persona. –suspiré frustrado y me crucé de brazos.
-Estoy harta. –tiró de sus pelos-
-Heeeey...! –agarré sus brazos y los bajé- Para, si?
-Estoy harta. –sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
-¿Qué pasa, ____?
-Todo.
-Explícate más.
-Tú eres todo.
-No hables con tres palabras, ____.
-Tú no hables.
-¿Me voy? –dije y amagué a pararme-
-No, no, quédate. –tomó mi brazo. La miré, traté de no sonreírle y volví a sentarme a su lado.
-¿Para que sigas tirando insultos y echándome la culpa por todo?
-Es que tú tienes la culpa. –suspiró- Por tu culpa me pelee con Jessica. Edward me dejó, me fui de su casa, me pelee por ti, me dijo puta... -susurró la última palabra.
-¿Qué dijo qué? –dije con furia. Había escuchado muy bien lo que había dicho, pero si era verdad, juro iba a matar al cabrón ese.
-Na... nada. –aclaró su garganta.
-Dímelo.
-No, ya escuchaste.
-No escuche.
-Sí.
-No.
-Sí.
-No, ___.
-¡ME DIJO PUTA! –gritó perdiendo la paciencia.
-Es un maldito cabrón. –apreté mis puños.
-Me lo merezco. Merezco esos insultos y más.
-No, no mereces eso. -la abracé y ella me atrajo más.
-Abrázame fuerte. –susurró en mi pecho y la apreté más hacia mí.  (dale no me sueltes es el tiempo de los...solo somos tu y yo.....🎧🎤 Okaya)
-Perdóname. Yo te dejé ir y ahora estás así.
-No te eches la culpa, no la tienes. –se separó de mi-
-Decías que yo la tenía.
-No, solo estaba enojada, frustrada conmigo misma, no sé, pero tú no tienes nada que ver.
-Decías la verdad, yo tengo la culpa.
-No Justin.
-Si ___.
-¿Siempre estamos en la misma o qué? –levanté los hombros mientras le sonreía- Eres más terco que una mula.
-Tú eres más terca que yo y que la mula.
-JAJAJAJAJAJAJAJA. –rió y luego tapó su boca-
-¿Por qué?
-¿Por qué, qué?
-¿Por qué dejaste de reír?
-No sé, no me gusta mi risa.
-A mi sí y es el mejor sonido que pueda escuchar. –sonrió mientras que a la vez se sonrojaba y bajaba su cabeza.
-Paró de llover. –susurró-
-Así como tu paraste de llorar.
-Gracias. –susurró nuevamente
-No hables susurrando ni tampoco agradezcas. –susurré a la vez y ella rió- ¿Por qué me das las gracias? No he hecho más que joderte la vida.
-No me has jodido. Solo que no has entrado a mi vida en uno de los momentos más buenos, pero no me has jodido. –suspiró- Gracias por alegrarme, por estar conmigo cuando no tengo a nadie.
-Siempre estaré, no lo olvides. –sonreí y ella me abrazó-
-No quiero que esto termine. –susurró separándose y esta vez sí que no pude escuchar que dijo.
-¿Dijiste algo?
-Nop, nada. –sonrió-
-¿Qué pasó con Jessica?
-Nada... -jugó con sus dedos.
-Dime.
-No.
-Dime.
-No Bieber.
-Me convertiré en el monstruo de las cosquillas si no me dices.
-¿Todavía sigues con eso? –rió-
-Oh, claro que sí. Y el monstruo cada vez esta más hambriento de las cosquillas. –ella rió- Vamos, dime.
-Estoy mojada. –dijo apoyando su cabeza sobre mi hombro.
-¿Te excitas hasta cuando estamos hablando? –dije mirándola-
-Qué asco, Justino. –soltó una pequeña risita-
-Solo bromeaba, bromeaba. –la miré- Ahora dime, que pasó?
-Nosotras... -bostezó- tengo sueño.
-Está bien, deja de cambiar de tema y cuenta.
-Uh, que eres pesado. –rió- Ella está con Lil, tu amigo. Y yo le dije que no sabía si ellos iban a terminar bien y tenía miedo de que ella saliera lastimada. Se enojó, empezó a salirse de tema, nos peleamos y me fui de su casa. –sacó su cabeza de mi hombro y se apoyó a mi lado.
-Lil es uno de esos tipos complicados... Hace mucho que no se enamora y yo pienso lo que tú, pero habrá el tiempo les dirá las cosas, no? –hizo una mueca mientras sentía. ¿Ibas a dormir en su casa? –asintió nuevamente- ¿Y ahora donde dormirás?
-Aquí...
-No lo harás, vendrás a mi casa.
-No Justin.
-No te estaba preguntando, es una orden.
-No quiero ir.
-Sí vendrás.
-¿De nuevo tengo que contestar? –rió-
-Ven conmigo.
-Justin...
-Por favor. –tomé sus manos- Una noche, solamente. Dormirás en tu antiguo cuarto y no estaré contigo, solo quiero cuidarte.
-Yo...
-Por favor. –la miré-
-Está... está bien. –dijo no muy convencida y luego sonrió-

La Estudiante de Intercambio Justin Bieber & TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora