Capítulo 29

1.6K 108 7
                                    

Ambos nos levantamos y arreglamos para ir a despertar al amo, bueno, supongo que fue bastante divertido pasar estos días con ellos, aunque ahora vaya a morir, no me arrepiento de nada. Ya que antes de conocerlos, ya estaba muerta por dentro.

— Oye, borra esa mirada de preocupación en tu rostro, no vas a morir — dice sin mirarme — si mi tío acepta es muy improbable que mueras, él es el mejor en esto

Aprieto los puños, la peor parte de todo esto iba a ser que el tío de Sebastian aceptara hacerme inmortal.

Caminamos hacia la habitación del amo y llamamos a la puerta.

— Joven amo, vamos a pasar — dice Sebastian con su dulce voz

Abrimos la puerta y ambos nos quedamos sorprendidos ante lo que vemos.

— Jo-joven amo ¿se vistió usted solo? — tartamudeo, no puedo creerlo

— Pues si ¿tan extraño es? Me desperté algo temprano y no me apetecía quedarme en la cama más rato

Sebastian y yo nos miramos aún demasiado sorprendidos, jamás pensé que Ciel supiera siquiera como ponerse la camisa adecuadamente, pero veo que me equivocaba.

— Joven amo, debemos irnos ya — dice Sebastian el cual se ha recuperado de la sorpresa antes que yo

— Bien, prepara el carruaje — dice saliendo de la habitación

— ¿A dónde va joven amo? — le pregunto algo confundida

— Voy al comedor — dice sin mirarnos

Sebastian y yo nos volvemos a mirar ¿al comedor? ¿acaso sabe dónde está el comedor? ¡Pero si él siempre come en su cama! ¡Por todos los...! Vale creo que este día está siendo bastante extraño.

Sigo a Ciel desde lejos para comprobar que realmente sabe ir al comedor sin perderse, para mi sorpresa llega sin ningún problema.

— Yui, dile al amo que puede llevarse lo que quiera de comer — me doy la vuelta — el carruaje ya está preparado y no hay tiempo que perder

— Claro — entro en el comedor y me inclino — joven amo, el carruaje ya está listo, puede decirme lo que quiere comer y yo se lo llevaré

— Puedes llevarme lo que quieras, gracias — contesta el joven amo saliendo de la sala

Voy hacia la cocina y cojo lo primero que veo, no entiendo como el joven amo no engorda comiendo esto cada día y sin moverse ni un solo centímetro.

— Sebastian ya estamos listos, podemos irnos — digo subiendo

— Yo me adelantaré, dentro de treinta y cinco horas, treinta y un minutos y trece segundos llegaréis a la mansión de mi tío, estaré esperando — y sin decir nada más desaparece dejando una nube de polvo

Narra Sebastian

No puedo permitirme perder tiempo, tengo que convencer a mi tío y para eso cada segundo cuenta. No me preocupa lo que me pida a cambio, lo que más me preocupa ahora mismo es encontrar el elemento clave para llevar a cabo la transformación de un mortal a inmortal.

Me detengo frente a la puerta de la mansión y miro el gran reloj que tiene.

— ¿Quince minutos? Vaya, parece que no estoy en mi mejor forma física — digo con una sonrisa recordando la movida noche que tuve con Yui

Llamo y espero unos segundos, esto es ridículo, mi preciado tiempo está pasando y este viejo no me abre. Salto por encima esquivando todos los lásers que intentan darme. Aterrizo frente a la gran puerta de madera y la golpeo con insistencia hasta que se abre.

— Ya era hora ¿dónde está mi tío? — digo sin mirar siquiera la persona que me acaba de abrir

— Lo llamaré ahora mismo — se inclina y desaparece

Él es rápido, parece que mi tío contrató a un inmortal para servirle. Maldito viejo, es muy inteligente, odio eso.

— Hola querido sobrino — se acerca para darme la mano pero yo retrocedo

— No tengo tiempo para formalidades — digo con una mirada demasiado fría

— Vamos no seas así, al parecer has podido recuperar tu memoria ¿no me guardarás rencor cierto? — dice con una sonrisa

— No puedo sentir ese tipo de cosas — aunque admito que tengo unas ganas de pegarle un puñetazo...

— Entonces querido, a qué has venido, sabes que soy una persona importante y no tengo tiempo — comienza a caminar y le sigo

— Necesito que... no, mas bien, quiero que hagas a una persona inmortal — él se detiene en seco — por supuesto yo me encargaré de recolectar lo necesario y el dinero no es problema

Mi tío prosigue su camino hasta llegar a un sofá y sentarse, luego suspira.

— Ay Sebastian, si la vida fuera tan fácil me ganaría la vida convirtiendo a la gente en inmortales — ríe como si se estuviera burlando de mi petición — eres muy ingenuo si piensas que es tan fácil tener todo lo necesario

— Traeré a una persona inmortal dispuesta a conceder sus poderes — aprieto los puños 

Él vuelve a reirse a carcajadas.

— ¿Acaso piensas que alguien es tan estúpido como para darle sus poderes a una chica humana? Si hay algo que somos nosotros, los inmortales, es avariciosos — me lanza una mirada desafiante — ni siquiera tú darías tu inmortalidad a otra persona por ella

Mis esquemas se rompen. Quiero hacerla inmortal para poder estar juntos siempre, mortales e inmortales no deben estar juntos. ¿Cómo es que nunca consideré ceder mi inmortalidad para no arriesgar su vida?

Supongo que a fin de cuentas. Soy un demonio.

Sentimientos prohibidos [Sebastian Michaelis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora