Capítulo 15

469K 34.1K 11.3K
                                    

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

– Te estoy ayudando –Le dijo Darell con voz pacífica. –No he venido a discutir contigo. Voy a matarlos Caín, te guste o no.

– No me interesa lo que hagas o dejes de hacer, por favor sal de mi casa.

– Estoy seguro que Dante sólo quiere que esos hijos de puta se pudran en el infierno ¿No es así?

– Claro que sí, pero no sé si es necesario hacer todo este enredo –Le respondió Dante.

Bajé las escaleras al asegurarme de que Dante estaba ahí. La mirada de Darell se fijó en la mía.

– Cailín –Me sonrió. No le sonreí, sólo me senté en el sillón.

– Necesito un departamento –Le pidió Caín. –Y uno para Dante.

– Bien –Asintió su padre. –Haré lo que me pidas Caín, pero debes decirme cuando te encuentres en problemas.

– Está bien, ahora vete –Le recalcó Caín.

Darell nos miró por última vez y salió de la casa. Para Darell comprar un departamento era demasiado fácil. Este sujeto estaba forrado en dinero.

– Cuando dice que los va a matar, le creo ¿Sabes? –Dijo mi primo.

– Yo también –Comentó Caín mirándolo.

Estuvimos la mayoría de la tarde en la casa de Caín. Cenamos allá viendo las noticias y en el momento en que anunciaron una muerte Caín negó con su cabeza. Habían muerto dos personas, los habían asesinado y no habían encontrado pistas.

– Lo hizo –Dijo él cerrando los puños.

– Puedes respirar en paz –Opinó Dante.

– No es tan así, por eso le pedí departamento nuevo. La familia de esos hijos de puta no se aburrirán.

Dante iba a comenzar a hablar y el teléfono de Caín sonó. Estuvo hablando por un rato, luego anotando unas direcciones y se despidió frio.

– Bien, mañana nos mudamos –Nos informó. Nos dio las direcciones de donde estaban ubicados los departamentos y la verdad estaban muy cerca uno de otro. No entendía todo el poder que poseía Darell de tan sólo un día ya tiene dos departamentos comprados como si fueran un dulce. Mire a Dante sorprendida, él solo me sonrió para entregarme tranquilidad.

Esa noche volvimos al departamento de Dante, el conserje estuvo hablando con él un largo rato, dijo que había llegado la policía y que estaban buscando a los intrusos que se habían metido. Lo que no sabía el conserje era que tarde o temprano todos morirían.

No sabía si contarle a Dante sobre el beso de Caín, pues no tenía tanta importancia tampoco, pero si se enteraba probablemente obtendría una de sus charlas motivacionales o reflexivas.

Esa noche nos encargamos de empacar todo, aquí estaba nuevamente, cambiándome de casa por problemas con Caín. Lo único que no desarmamos fueron las camas en las cuales dormimos. En la mañana Dante recibió una llamada de Caín diciéndole que el camión que transportaría las cosas estaría a las diez ahí.

– ¿Has hablado con mi tía? –Le pregunté cuando desarmábamos nuestras camas.

– Si, está bien. Me ha dicho que le dijiste que la irías a ver y has hablado muy poco con ella.

– Si, debemos ir a verla –Opiné. –Necesito un abrazo.

Dante me sonrió.

A las diez de la mañana los tipos que venían en el camión enorme bajaban cosas por el ascensor y las escaleras, todos mandados de Darell. El departamento quedo vacío en unas dos horas, ellos mismos se encargaron de llevarnos a nosotros al departamento nuevo y ayudarnos nuevamente a subir todo. El departamento era muy grande, pero tampoco se alejaba mucho de las calles malas de NY. Era el piso 10, tres habitaciones, cocina americana, dos baños y balcón lo suficientemente espacioso. Todo era bastante grande y a nosotros nos gustó. En cuanto se fueron los tipos, nosotros comenzamos a ordenar y a buscar gente que quisiera comprar el departamento de Dante, el mío lo terminé arrendando a una pareja adulta que ha sido bastante responsable en las pagas, aunque estoy ahorrando ese dinero.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora