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Multimedia: Astrid Sall.

Mi vida no ha sido perfecta. Además no estoy completamente viva, para llamarle vida. Soy una semi-vampiro, pero vampiro al fin. He vivido bajo la tutela de mis padres, por ya 17 años. Les contaré más o menos en que ha consistido mi vida.

Mi padre es ni más ni menos que el gran Damián Sall y mi madre se llama Skyler Brown Sall. Hace ya varios años, hubo una batalla donde quedamos culpables porqué en la susodicha, hubo varios lobos muertos, las manadas se volvieron mas odiosas, no podíamos convivir con ellos, ¡y no fuimos los culpables!, pero aún así, a todos los clanes del mundo, los tienen como un enemigo al que hay que evaporar. Si ven a un vampiro en sus tierras, olvídate, lo van a despedazar. No hemos vivido con miedo pero si con precaución.  Mi madre tuvo a un mejor amigo lobo, a quien lo tenemos en contacto, pero no es lo mismo.

Así que la primera regla es:

*no confiar en lobos, en perros como los llama mi padre, o simplemente caninos.

No quiero terminar despedazada por un lobo loco.

Ya era mi primer día en Washington DC, el aire frio llegó a mis fosas nasales. Aquí eran donde viven mis casi tíos, Loren y Peter, los amigos de mamá que son lobos, pero ellos nunca me harían daño. Mi madre ni quería que yo pisara Estados Unidos, pero Peter y Loren, la convencieron de que yo estaría segura aquí y claro que yo no soy estúpida ni sé controlar mis dones. Me puedo defender sola.

Cuando fui creciendo, descubrí el don de coordinación aumentada, el cual es, tu poder moverte para donde quieras fácilmente y el otro, el magnetismo, que lo tuve desde que nací.

No estoy aquí por que necesito esto del estudio, claro que no, solo quiero cambiar la temática, no quiero pasarmela toda mi vida vampiro encerrada en una casa, todo por temor a los perros.

Tome un taxi hacia la universidad Washington University (nombre ficticio), donde podré estudiar odontología.

Llegué, todos me miraban pasar por el pasillo como si yo fuera de otro planeta, claro, acabo de venir de Londres, ropa de clase y marca y mi cabello hasta medio trasero, con bucles sueltos y rebeldes, de un negro como la noche y mis ojos zafiros estaban cubiertos por unos lentes Gucci, mientras que con la mano derecha llevaba la maleta y con la otra sostenía los papeles para no perder tiempo en la dirección y tirarselos en la cara prácticamente al director, si, soy muy educada.

Los hombres miraban mi cuerpo comiendoselo a cada paso que daba, mi cuerpo es muy hermoso y no soy arrogante ni nada, es la puritita verdad.

Mi cuerpo era como si hubiera durado años metida en un gym, pero sinceramente los vampiros somos sexys de naturaleza, estamos programados para seducir, embobar y cazar a los humanos y aunque yo beba sangre animal, uno que otro humano cada mes no cae nada mal. Y claro que no lo mato, solo es una pequeña donación de varios litros de sangre, si, muy pequeña en realidad, algunos vampiros dejan secos a los cuerpos, a mi considerenme una santa, por lo menos los dejo con vida.

Llegué a la gran pecera que tenían de dirección, entré como si yo fuera la dueña y casi le tiré los papeles en la cara al director educadamente.

Podía oler su sangre mugrienta desde aquí, alcohol, tabaco y varias sustancias más que no quisieran saber.

Después de varios trámites y miradas perversas de parte del director, me dió la habitación, bloque A, habitacion 3. Salí rápidamente y ya no había nadie en los pasillos, así que me colgué la maleta en la espalda y miré a los lados, para verificar si había alguien que me estuviera mirando.

Me esfumé en el aire y subí al bloque A y me paré en la habitación 3, abrí la puerta con la llaves y empujé, una música alta llegó a mis oídos. "Catch My Breath" de Kelly Clarkson, sonaba, bajé la valija o maleta y entré, mis botas sonaban y una mata de risos marrones, amarrado en un moño alto, se asomó por  la pared de la cocina, sus ojos marrones se agrandaron, caminó hacia mi lentamente, mi parte humana se aceleró un poco, huele a lobo, no me moví de mi lugar y mostré que no tenía miedo y era así, no tenía ni una pizca de miedo. Me olfateó y me miró de arriba a abajo.

Sonrió y yo la mire extrañada.

-Astrid, ¿no?- asentí lentamente. -soy hija de Loren y Peter- sonreí, que suerte tengo, es pura chepa que me hubiera tocado el mismo bloque y la misma habitación.

-oh por Dios- nos abrazamos y me ayudó a entrar.

-llámame Dany Black Moon, hija de Loren Moon y Peter Black, y sobrina del alpha- me tensé cuando dijo alpha, él debió de estar muy enojado cuando supo que lobos murieron en un enfrentamiento.-no te preocupes, no sabe que estás aquí, si supiera que hay una Sall en cualquiera de sus tierras, no se que pasaría en serio, se volvería loco y vendría a matarte.

-eso espero Dany- la miré, me sonrió.

-Además no fue pura casualidad que estemos juntas, le pagué al director para que cuando vea tu nombre te mandara hacia aquí- después, todo pasó en comer algo, ayudarme a arreglar mi ropa, la cual Dany me dijo que lo que utilizaba era fabuloso, que se robaría mi ropa, bueno, cuando un día regrese y vea mi closet vacío, sabré la razón.

Me acosté a dormir, mañana era mi primer día y necesitaba recargar fuerzas y todas esas horas de incomodidad en el avión.

Desperté como nueva, me puse un pantalón de tiro alto hasta la cintura, un abrigo corto gris, me puse unas botas de invierno, accesorios y me puse perfume italiano, me dejé el cabello como estaba y cogí mis libros y bajé con Dany, claro que nos tuvimos que separar, ella estudia derecho. Todo el mundo me miraba en los pasillos, pero alguien se puso en mi camino y un olor a lobo se fundió por mis fosas nasales.

-¿Qué hace una vampiro por estos territorios?.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora