Capítulo IV (segunda parte)

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—No te preocupes por mí, Hina. Nada va a sucederme.

—¿Lo prometes?

—Prometido.

Sonrisa.

—Oh, mira, Sara— chilla una rubia al pasar junto a las amigas—. Aquí están la robanovios, y la asaltacunas.

—¡¿Qué?!— Temari se altera con lo dicho por Shion.

—Sabemos todo, chicas, no se desesperen...— comenta Sâra, sonriéndole a su amiga—. Hinata se besaba con Naruto cuando él todavía andaba con Shion, y Temari es tres años mayor que su novio... nada fuera de lo normal.

—Escuchen zorras, las—

—Tem, por favor...— Hinata sujeta a su amiga y le susurra con la intención de evitar toda posible batalla entre ellas y las despechadas (Shion, por el claro motivo de lo de Naruto; y Sara, perseguidora oficial de Shikamaru enviada a la friendzone).

La rubia bufa y calla poniendo mala cara. Los novios llegan junto a ellas justo en el momento indicado. Y mientras ambas sonríen por ello, las otras dos fruncen el ceño.

Hinata nota la mirada de reproche que Naruto le dedica a su ex novia, antes de que la misma se retirara inmediatamente del lugar. Aquello le es extraño, por lo que lo interroga con la mirada. Pero él finge no haberla visto, y la toma de las manos alejándose del lugar.

—Vamos, mi amor.

Ella sólo le sigue el juego, y coloca rostro de que todo está bien.

Seis meses

La primavera no tarda en llegar. Y con ella, un descanso de una semana del instituto.

Aún refresca en las mañanas, pero una cálida tarde, llena de aroma a flores y risas por doquier invita a cualquiera a salir y pasarla bien en lugares como la playa.

—¡Ah, no!— la chica chilla en cuanto su novio la alcanza y la abraza por detrás. Están empapados y él empieza a hacerle cosquillas—. Para, para. ¡Por favor!

Naruto ríe con efusividad al ver a la peliazul casi lagrimear. La gira para que se miraran mejor de frente, y la besa suavemente en los labios. Tenerla es lo mejor que le pudo pasar en la vida.

—Naruto-kun... ¿tú estás... feliz de estar conmigo?

Cuando ella menciona aquello, un estremecimiento y una leve sensación de angustia lo invaden. Él sabe que algo anda mal, y cree que ella lo sospecha.

—Claro que sí, mi amor. ¿Por qué lo preguntas?

Ella lo mira a los ojos y sonríe algo triste.

—¿Por qué Shion te sigue insistiendo?— murmuró—. ¿Por qué la miras diferente, como reprochándola, cada vez que se ven? ¿P-por qué me ocultas algo?

Él suspira.

—Está bien, te lo confesaré.

Su corazón late a mil por hora. Tiene miedo. Hinata tiene mucho miedo de que por culpa de aquella maldita duda que se posa en su interior, Naruto deje de quererla.

—La semana pasada me pidió que la besara...— mencionó él algo molesto—. Obviamente le dije que no— ella esperó—. Y después ella va y le habla a tu padre acerca de lo nuestro...

Hinata aún recuerda el sermón que le dio Hiashi Hyûga hacía más de una semana, pues según él, alguien le había comentado que ella —desde que es novia de Naruto— se anda drogando y escapando de su casa por la noche. Hizo de todo para que su padre crea en ella, sin embargo el muy desconfiado, le castiga, prohibiéndole ver a Naruto por un par de días.

Unforgiven [NaruHina]Where stories live. Discover now