Una fotografía.

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Desperté esta mañana de Domingo, el tiempo se veía muy bello para recorrer mas Italia, eran las 12:00pm .

Estire mi brazo hacia el otro lado de la cama, encontrándola vacía, aun la almohada tenia aroma a Fabrizio. Me levante, busque en mis maletas encontré un par de shorts y un top rosado claro, vi sobre el respaldo de la silla la camisa de mi amante, sonreí al recordar lo sucedido la noche anterior, decidí colocármela ya que combinaba muy bien con mi atuendo, busco unas zapatillas, estar tanto tiempo en tacones me estaba matando.

Pedí room service, me dispuse a desayunar observando el paisaje, hasta que siento que golpean mi puerta, nuevamente eran los del room service.

-Disculpeme señorita, el señor Denaro le envia esto- traian consigo una caja negra con una pequeña nota arriba.

-Gracie- respondo y cierro la puerta.

Me siento sobre la cama, me dispongo a abrir la caja que se encuentra delante de mis ojos, la nota decia:

"Perdón por lo de anoche, me excedí, aquí tienes algo mucho mas nuevo para rememorar tu estadía en Italia, te lo mereces mi reina"

Era un teléfono celular nuevo, con un nuevo numero celular, pegue unos pequeños gritos y algunos saltitos en mi lugar, obvio comencé a sacar muchas fotografías, debía actualizar mi perfil, cuando iba a entrar a mis cuentas, empecé a considerar, que quizás tener una doble identidad no tiene nada de malo, no me mal interpreten, amo mi identidad pero en este momento tengo que ser muy precavida, ya que me dispuse a ayudar a Fabrizio en sus planes de negocios, se me daba muy bien la seducción, Lucas no había sido mi única conquista, obvio sabia el poder que genera una mujer, aunque con mi ex baje mucho la guardia y pues aquí me tienen huyendo.

¿Qué había de malo en utilizar realmente el nombre de Franchesca Torricelli? 

Elimine mis cuentas de las redes sociales, ya no existiría una Arianna Acosta, por lo menos dentro del circulo de la comunidad de internautas.

Tome el tinte de cabello que estaba sobre el escritorio y nuevamente volví a teñir mi cabello, era como un alter ego, otra versión de mi, mis amigas siempre me dijeron que debía mantener mi mente centrada y concentrada con las personas, normalmente por ser como soy mas de una vez me han dañado, un poco de malicia en mi cuerpo no vendría nada mal.

Me dispuse a tomarme fotos frente al espejo, en distintas poses, me sentía totalmente sexy, algo en esta aventura había prendido una chispa dentro de mi que me hacia querer ser una maldita perra mala.

Postee una foto con mi cabello en la mitad de mi rostro, mis labios rojos , un hombro descubierto y la boca semi abierta, dándome un aspecto sensual de disfrute.

Después de postearla, me empezaron a llegar notificaciones de que muchas personas me estaban siguiendo, además de los miles de likes que llegan, tuve que silenciar el teléfono.

Un llamado me saca de mi sesión de fotografía.

-Esa cara tenias esta madrugada cuando mi cara estaba entre tus piernas- en su voz estaba su toque excitante que me hacia temblar.

-Gracias por el teléfono, podre sacar muy buenas fotografías- dije recostándome en la cama jugueteando con mi cabello, cual niña risueña.

-Así que Franchesca Torricelli...¿intentas ser otra persona?- se escuchaba de buen humor y una risa salió del otro lado de la linea.

-Considere que si voy a ayudarte, debería cambiar mi identidad, para mi trabajo seré Arianna, para el resto de la sociedad Franchesca- dije sonriendo.

-Bien Franchesca preferiría que tu perfil dije Franchesca Torricelli Denaro pero seria muy evidente, esta mañana te veías muy hermosa durmiendo, no quise despertarte, tuve que venir a la fortaleza a comenzar el proyecto que vamos a ofrecerle a Zun.

Cuando estamos en la oscuridadWhere stories live. Discover now