vecinos - ziam

12 - revelaciones

—Menos mal que todo está bien —explicó Harry mientras abría la puerta del departamento de su mejor amigo. Este otro se adentró y comenzó a reconocer su hogar como la última vez que lo dejó: una caja de comida china en el comedor, la televisión desconectada por una presunta falla de la energía eléctrica y su botella de agua en el pretil de la cocina, esperándolo.

Habían pasado un par de días en el hospital con Liam delicado por la ingesta de humo, a fortuna fue rescatado lo suficientemente a tiempo como para no contar con daños más que los internos por la intoxicación. Con medicina y observación pudo componerse rápidamente. Tomó asiento en su sala de estar mientras Harry organizaba un poco lo que veía en el camino, también tenía sus ocupaciones pero no dejaría que su mejor amigo sufriera una recuperación solitaria en casa.

—¿Por qué tu vida es como una novela? —cuestionó el que regaba las flores del balcón.

—Desde que llegué a esta maldita ciudad parece que mi suerte va en una montaña rusa. Me encuentro al tipo más atractivo y resulta que yo también le soy atractivo, después me entero que tiene esposa y punto seguido me estoy intoxicando en un incendio en el centro de la ciudad.

—Hola —una voz en la entrada les hizo alertar a los dos. Era Zayn en su ropa de civil, a desconocer cuanto tiempo estuviera escuchando la conversación—. ¿Cómo está todo?

—Me siento mejor —Liam respondió de inmediato y alzó sus piernas sobre el sillón del costado, relajándose totalmente. Había emprendido una especie de estrategia de hielo con el otro. Ya tenían la suficiente relación de confianza como para decirse las cosas con honestidad—. Mu-muchas gracias por lo que hiciste en el edificio.

—Es parte del trabajo —Zayn rascó su nuca— si no estuviera en la disponibilidad de ayudar a alguien jamás me hubiera anotado como un bombero de primera respuesta. ¿Cómo están tus pulmones?

—Lastimados —respondió—. Pero me dijo el doctor que sería cuestión de días para que mi propio cuerpo comenzara a sanarse. ¿Qué curioso, no? Como muchas cosas el mismo cuerpo reconoce que sanar. Y como hay otras que tenemos que empujarlas para que puedan tener una especie de recuperación. ¿Una esposa, Zayn?

Cuando Harry notó que la conversación se ponía más seria, tomó una de las bolsas reciclables de los cajones de Liam y salió con la excusa que iría a comprar provisiones en la tienda de la esquina. Zayn se recargó en la puerta mientras pensaba su respuesta. El silencio reinó sobre el lugar en un par de momentos. El bombero dejó el ramo de flores que cargaba en su brazo sobre un mueble de la entrada, chistó sus labios y se encaminó hacia el otro.

Cruzaron miradas por un par de momentos, el tiempo se recorría lento cuando estaban juntos pero era aún más delicada la forma en la que compartían aquellos momentos. Zayn chistó con sus labios y recogiéndose, caminó hacia la puerta, cerrándola con tranquilidad al momento de salir del departamento y entrar al propio, en frente.

Liam recargó su cabeza y fingió que miraba al exterior, solo para que un par de lágrimas iniciaran un solitario recorrido en su rostro.