Té para tres 2: Té sin azúcar

055| Lily y Johnny

Olivia

-¿Noah Sterling?- preguntó el hombre luego de abrir la puerta.

-Así es- dijo Noah tendiendo una mano que el hombre estrechó con fuerza- Ella es Olivia.

Olivia tomó aire profundamente y por fin salió de su escondite detrás de Noah, se repitió mentalmente que era una mujer madura e iba a enfrentarse a la situación.

Situación: Conocer a su padre.

Problema: querer salir corriendo en el intento.

Solución: no salir corriendo o... aferrarse a Noah para que se lo impida.

Olivia se llenó de valentía y le tendió la mano al hombre también.

-Hola- dijo Olivia mirando al hombre frente a ella.

Olivia había fantaseado con la imagen de su padre durante toda su vida, nunca había visto una foto de él, nunca pidió hacerlo. Y ahora que lo tenía enfrente no era para nada como lo había imaginado, siempre lo había visualizado como un hombre viejo y feo que abandonó a su madre. Pero su padre, Jhonny Walters no podía ser más distinto. El padre de Olivia era un hombre rubio de ojos azules, contextura delgada y estatura promedio, no era muy alto pero tampoco bajo, incluso Noah le llevaba varios centímetros de altura al hombre. Johnny era muy guapo y se veía extremadamente joven. Olivia no sabía qué edad tenía el hombre concretamente pero no debía tener más de 38 o 39 años, la edad que su madre tendría.

Jhonny Walters se veía joven, sano y feliz.

-Hola, Olivia- dijo él hombre con una sonrisa que se congeló en su rostro en el momento en el que la miró de cerca.

Olivia sintió los dos grandes ojos azules de su padre en su rostro, estudiando a detalle cada parte de su anatomía rápidamente.

-¿Está todo bien?- preguntó Olivia para despertar al hombre del pequeño trance en el que se había sumido.

-Si, si- dijo el hombre soltando su mano y dando un paso hacia atrás- te me hiciste muy conocida, eso es todo.

Olivia no supo qué responder. ¿Le decía que se le hacía conocida porque era su hija de inmediato o tenía que esperar para soltar la bomba? No lo sabía. Por suerte, Noah llegó al rescate y se ahorró una incómoda conversación entre Olivia y su padre en la que no podía decirle aún que en realidad era su padre.

-¿Podemos pasar?- preguntó Noah.

-Claro, claro. Bienvenidos.

Noah y Olivia entraron al departamento de Johnny tomados de la mano. Era un lugar amplio y bonito, por lo que sabían el hombre tenía allí su estudio de fotografía pero también su hogar. Olivia no dejó de preguntarse todo el camino de Nueva York a Boston si su padre tendría una familia, esposa e hijos... no sabría si sería capaz de confesarle la verdad de ser así.

Ella no quería arruinar a ninguna familia.

-Les mostraré el estudio y luego podemos pasar a las fotos ¿Está bien?- dijo el hombre conduciendolos por el departamento.

Esa era la excusa que Noah había usado para acercarse al hombre, habían solicitado una sesión fotográfica en pareja con enfoque en el ballet. Pero no estaban allí para tomarse fotos realmente, Olivia solo quería ver quién era Johnny y como era su vida, aún ni siquiera sabía si quería contarle su verdadera identidad.

-Estas son algunas de las fotos que he tomado a través de los años. Llevo más de 20 años haciendo esto profesionalmente.

20 años, la edad de Olivia.