Té para tres 2: Té sin azúcar

034| Acampada de día

CAPÍTULO DOBLE 1/2 

Lauren

Lauren se bajó del auto con una sonrisa en el rostro. Anhelaba sentir el sol en su rostro. No tardó mucho en encontrarlo, en un espacio pequeño y perfecto entre los árboles. El rayo del sol del mediodía le dio justo en el rostro pálido y frío, calentando cada parte fría de su anatomía.

Hacía meses que no podía disfrutar del sol de esa manera.

Él se unió a Lauren. Le pasó las manos por la cintura y la pegó a su pecho. Michael apoyó su barbilla sobre la cabeza de Lauren. Ella soltó un suspiro aún con los ojos cerrados y una sonrisa en sus labios.

-Adoro el sol- admitió ella.

-Yo adoro como el sol te hace brillar- dijo Michael.

Ella soltó una suave carcajada y se recostó contra él.

-Enserio, te brilla el cabello. Me encanta.

-A mí también me encanta, además es la mejor fuente de vitamina D.

Ahora fue turno de Michael de reír.

-Es verdad, el cuerpo genera vitamina D cuando la piel está en contacto directo con el sol. ¿Has estado estudiando medicina o algo?

-Algo he apredido con todos esos libros aburridos que tienes en casa, además te escuchó cuando me hablas- dijo ella con una sonrisa.

Él le dejó un beso en la coronilla y comenzó a acariciar con suavidad la piel sobre sus costillas con la mano que se coló debajo de su camiseta. Lauren volvió a suspirar y se quedaron callados disfrutando de la luz del sol.

-Amo acampar- dijo ella después de un rato- Mi familia y yo lo hacíamos mucho cuando era niña.

-Nosotros también, me encantaba armar la carpa con mi madre, que mi padre encediera el asador, jugar con mi hermana en el lago... eran buenos tiempos.

-¿Podré conocer a tu familia pronto?- preguntó ella en voz baja.

Michael se quedó callado por unos segundos pero no se apartó, al contrario, sostuvo a Lauren con más fuerza.

-No se si es lo que quieres, pero a mi me encantaría hacerlo...

-Lo sé, a mi me gustaría mucho- la interrumpió- Y a mis padres también les encantaría conocerte, mi madre me lo pide cada vez que la llamo... pero estaba esperando a que tú, ya sabes, te sintieras lista.

Lauren se quedó callada pensando en las palabras de Michael, él tenía razón. Aunque no había nada que deseara más que conocer a la familia de Michael, ella tenía que ser realista, acababa de salir de una clinica de rehabilitación, aún no se librara de las drogas por completo. Realmente nunca lo haría y lo sabía bien.

-Aún no lo estoy.

Ni siquiera se sentía lista para ver a su propia familia aún, mucho menos a la de Michael.

-Lo sé- dijo él antes de darle un suave y corto beso en el cuello.

-Han pasado solo dos meses, aún estoy en la fase dos.

-La de la luna de miel.

A Lauren le habían hablado sobre las cuatro fases del proceso de recuperación de la adicción a las drogas en la clínica. La primera era la más fea, la de la desintoxicación, por suerte nadie había tenido que verla en la clínica mientras vomitaba, tenía insomnio y se comportaba como una completa idiota.

Ahora se encontraba en la segunda, donde la vida por fin comenzaba a cobrar sentido después de dejar las drogas, se sentía euforica, feliz y agradecida, todo parecía haber pasado.