LIBRO 1. ||+18
La sombra de Damen Allen perseguirá a todo aquel que estuvo involucrado en la muerte de su esposa y el secuestro de su hijo. Él, un ex sicario sacado de un manicomio cuando solo tenía ocho años y criado por un asesino, jefe de una de...
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"Dicen que los monstruos no nacen, que son creados. Yo nací siendo uno."
DAMEN ALLEN.
🖤
LILIT.
Sabe lo que ha dicho. Tal vez por la excitación, pero su incomodidad es evidente, tanto que se aleja y sale de la ducha de forma inmediata. Le miro de reojo, tampoco soy capaz de mirarlo directamente después de lo que sus falsas palabras han causado dentro de mí. No debería haberme emocionado, mucho menos haber sentido por un momento correspondencia, por ello no quiero mirarlo ahora. Aunque claro, no hay problema, él tampoco quiere hacerlo y es más que evidente por su actitud.
Trata de actuar normal. Arregla su pelo, escoge la muda de ropa y se afeita. Total, no es que importe mucho la estúpida palabra que acaba de decir, no, yo se que solo es una falsedad más y que simplemente ha salido de sus labios por la satisfacción. Lo que ambos sentimos el uno por el otro es simple obsesión, atracción y deseo incontrolable dirigido por una intensa oscuridad que nos arrastra.
Ha sido un poco hipócrita diciendo eso cuando tiene colgando el anillo de su difunta esposa.
— Novak ha enloquecido. —me cuenta a través del espejo.
— Luca ya estaba loco. No es ninguna novedad que ahora tenga el ego dolido y esté actuando como es realmente sin tanta actuación. —contesto. Seco mi cuerpo con la toalla y noto como sus ojos ahora sí están encima de mí. — ¿Cuánto crees qué tardará en encontrarnos?
— No nos encontrará. Creerá hacerlo, irá directo hacia donde quiero y solo enfurecerá más. —ríe. — Estás equivocada, Lilit. Está vez no soy pobre, tampoco soy el sicario "de" ¿O piensas qué después de todo lo que perdí, aceptaré perderlo de nuevo?
— ¿Qué? ¿Qué no aceptarás perder de nuevo? —pregunto. Ahora sí le miro directamente y él también a mí.
— Lilit. . . —gruño.
— Dilo. Di que solo me has traído contigo para repetir la historia y acabarla diferente ¡Dilo! Una cosa es pensar que ignoro tus planes y otra pensar que soy estúpida. —me acerco. — ¿O por qué me has traído? Y deja ya de intentar meterte en mi cabeza para hacerme creer lo que te conviene.
— Bien, lo sabes ¿Y cuál es el problema? Aceptaste ayudarme en mi venganza ¿O no?
— ¿Eso me convierte en el cebo? —pregunto y una sonrisa aparece en sus labios. — Sabía que no eras una buena persona.
— ¿Sabías? ¡No soy una buena persona! —grita y me asusta, aunque guardo la compostura y no lo nota. — Tenía esto planeado desde que supe que existías ¿Lo entiendes? Lo único que ha cambiado es simplemente lo que ya sabes.
