No aguanto más y soltó el llanto, ese llanto el cual cargaba desde hace demasiado tiempo, el dolor en su pecho era insoportable, lloraba como cuando un niño pequeño se cae del columpio y corre hacia madre, sentía ese dolor que solo la persona que má...
-Buenos días, hablo con Kim Myung-jun para la reserva del dia de hoy- dijeron al otro lado del teléfono.
-Hola! Sí soy yo- respondió.
-Solo para confirmar su reserva, una pequeña casa de campaña, luces, flores y champagne, en punto de las 8:00 p.m verdad?- preguntaron
-Si, justamente así- respondió
-Perfecto, algo más en lo que le podamos ayudar?-
-Fuegos artificiales también me agradarían- dijo Myung-jun
Sanha bajo del segundo piso y vio a Myung-jun hablando por teléfono.
-Con quien hablas?- pregunto un poco celoso
-Con nadie cariño, era un número equivocado- Myung-jun le sonrió, Sanha lo miraba con un poco de desagrado, Myung-jun fue hacia él y lo abrazó. Sanha comenzó a toser mucho hasta sacar sangre por la boca y eso les preocupo a ambos. Myung-jun ya le había dicho que se hiciera algunos exámenes para descartar alguna enfermedad, ya se los había hecho pero aún no recogían los resultados.
-Te tengo una sorpresa por la noche, así que arréglate bonito- le dijo Myung-jun dándole un beso en la frente.
Llegó la noche, Sanha y Myung-jun terminaron de arreglarse y salieron rumbo al lugar. Era un lugar lindo, Sanha siempre había querido ir a un lugar así.
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Ambos entraron a la pequeña tienda de campaña iluminada por las pequeñas luces y la luz de la luna, Myung-jun también había enviado unas fotos tipo Polaroid para que fuesen colgadas, también había pétalos de rosas y una bebida tipo champagne, tomaron asiento y Sanha observaba a su alrededor lo bonito que se veía, también tomaron fotografías para guardar ese lindo momento.
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Sanha y Myung-jun recordaban todos los momentos juntos que habían pasado desde que se conocieron, risas, juegos, bromas, besos, miradas lindas abundaban ese pequeño espacio. Se sentaron en la orilla a observar la luna.