No aguanto más y soltó el llanto, ese llanto el cual cargaba desde hace demasiado tiempo, el dolor en su pecho era insoportable, lloraba como cuando un niño pequeño se cae del columpio y corre hacia madre, sentía ese dolor que solo la persona que má...
Se presentó una contra demanda, Jooheon no pudo hacer nada, las pruebas estaban ahí, el testamento que dejó Jin fue válido y las cláusulas se iban a cumplir tal y como estaban escritas.
Gyuri fue la persona encargada de hablar con la señora Chae, de decirle la verdad sobre su hija, su yerno y su nieto. Quebró en llanto al saber que su única hija había fallecido pero se alegró mucho de que Sanha estuviera en su vida, así los dos se harían compañía.
Llegó el día en el que Jinwoo tendría que regresar a los Estados Unidos para seguir trabajando y cuidar de su familia, pues ya había estado bastante tiempo fuera del país, Sanha estaba tranquilo sabía que iba a estar con una persona que lo iba a amar incondicionalmente cómo le hacían sus padres y su tío, su abuela.
Las cosas se hicieron como al pie de la letra, los muebles fueron donados, la casa fue deshabitada y cerrada hasta que Sanha cumpliera la mayoría de edad para podersela otorgar, el dinero de las cuentas y lo ahorrado se les fue dado a Sanha y su abuela para sus alimentos, ropa y educación.
Todo el tiempo Jinwoo y Sanha se mantenían en comunicación, Hayoung seguía visitando a la abuela y a Sanha aunque ya era mejor el tiempo ya que el hospital le demandaba mucho, Gyuri se casó con Eun Woo y después de eso se fueron a vivir a otra ciudad.
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-Estas son las mañanitas que cantaba el rey David, hoy por ser tu cumpleaños te las cantamos a ti! Feliz cumpleaños mi hermoso corazón felices 17- Dijo la abuela Chae entrando a la recámara de su nieto con un pequeño pastel en mano.
-Muchas gracias abuela- dijo sonriendo mostrando aquellos dientes con brackets que usaba en ese momento.
-Anda, pide un deseo
Sanha cerró los ojos y pidió su deseo, su abuela le dio un abrazo y después de eso salió a la cocina para guardar el pastel. Sanha recibió una llamada de su tío Jinwoo, le gustaba mucho hablar con él, le tenía demasiada confianza, le contaba todo lo de su día a día, aunque para él fue difícil volver, envejeció y sus hijos crecieron el regresar para volver a ver a su sobrino seria imposible.
-Ven a desayunar- le dijo su abuela
-Tengo pensado empezar a buscar un nuevo trabajo, ya que ya no voy a poder ayudarle a la señora de la panadería porque ya cerró y el señor de la carpintería también me dijo que ya tenía otra persona ayudándole- dijo Sanha sentándose en la mesa para desayunar con su abuela
-No hijo espérate a los 18- respondió mientras tosia
-No abuela necesito ayudarte, esos dos trabajos de antes me pagaban poquito pero pues nos servían de algo, ha sido difícil porque pues ya he estado 10 años contigo, el dinero de papá y mamá no iba a durar tanto tiempo y con la pensión que recibes pues no te alcanza porque necesitamos comprar tus medicamentos y pagar la escuela- mencionó
-Ya descansa este año por lo menos hijo, ya el próximo año te darán la casa de tus padres- insistió
-Está bien abuela, lo haré solo porque tú me lo pides de igual manera trataré de gastar lo menos que podamos- dijo Sanha terminando de desayunar.
