La sangre maldita que condena a un amor.
En donde el famoso vampiro original se reencuentra con alguien que no creyó volver a ver jamás, el rostro de su primer amor. A quien consideraba su alma gemela. A quien perdió de forma trágica por culpa de s...
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Mi nombre es Isobel Olivia Sommers Gilbert. Nací el 21 de Junio de 1991. Tenía 19 años cuando fui asesinada por mi propia madre el 13 de Mayo del 2011.
Mis ojos solo se impactaron al abrirse. Mi cuerpo se sentía...diferente. Más exaltado. No recordaba casi nada. Todo en mi mente estaba en blanco. La luz me lastimaba la vista y tenía un sabor amargo en mi boca. Al acomodarme en lo que parece una cama, siento a una mano aún lado mío, enfoco e instantáneamente toco mi vientre.
En lo único que podía pensar ahora, era en mi bebé. En que estuviera a salvo, y estar despierta significaba que me ya estaba mucho mejor. Ya había amanecido, sobreviví. Lo único extraño era que todos en la habitación estaban en un silencio que daba escalofríos.
— Hey.— veo a Klaus con los ojos húmedos, un nudo se formaba en mi estómago — ¿Como estás?
— Yo...— me pauso y la cabeza me da molestias, la encía me dolía y sentía como si tuviera una resaca.
Todo en mi cuerpo dolía. Como si estuviera enferma. Recordaba esa sensación cuando Valeria me envenenó. Tal vez me quedé dormida y aún no tienen el antídoto.
Veo alrededor y noto que Stefan y Damon estaban en la habitación. No reconocía el lugar puesto que no era mi casa. Ambos tenían una cara de estar en un velorio. Mostraban seriedad y tristeza. Damon estaba con una expresión que me daba escalofríos y Stefan tenían los ojos húmedos. Tenían posturas diferentes
Uno era dolor y el otro molestia.
— Tuviste un accidente.— explica Stefan y veo alrededor aturdida, su voz hizo eco en mi cabeza — Estuviste horas inconsciente después de desmayarte por el veneno.— arrugo mis cejas, Klaus estaba un lado mío con lágrimas cayendo en sus mejillas...
No entendía nada. Parecían estar tristes. Como si algo muy malo hubiera pasado. Esto me daba un mal presentimiento y lo peor es que soy buena con ellos.
— Como es que...— me interrumpen
— ¿Te salvó? — inquiere Damon serio y cierro mis labios — No lo hizo.— frunzo el ceño
— No lo entiendo.— expreso aturdida y Klaus solloza, volteo a verlo — ¿Qué está pasando?
¿Por que parecía como si lo hubieran herido? Se miraba que tenia sufrimiento y eso me asustaba.
Sobo mi vientre con nervios, me preocupaba que ellos estuvieran tan serios. Me miraban como si tuvieran culpa. Tal vez sepan del bebé. Soy vampiros, pueden escuchar latidos.
