Chapter 6

6 1 0
                                    

Su equipo tridimensional llevaba una buena cantidad de combustible para tratar de salvar a los soldados novatos que pudieran tener problemas, pero eran tantos que les hacía difícil. Especialmente a ella, pues la policía militar estaba encargada de llevar los registros de las bajas en el cuartel general; no en campo de batalla como suicida así que la ayuda no era mucha como hubiese deseado.

Un rubio de grandes ojos azules estaba arrodillado sin moverse en la orilla de un techo de una casa del distrito. La chica le habló con preocupación, miraba su apariencia buscando alguna herida superficial, alguna razón de su inquietante silencio, pero Armin no respondía. Estaba ido, muerto.

—¿Está bien? —preguntó el otro pelirrojo aterrizando en la chimenea casi destruida de la misma casa, observando a su alrededor para evitar inconvenientes con los titanes entrantes. La pelirroja no le respondió, tomó al chico rubio de un brazo para que rodeara su cuello y lo levantó.

—Lo llevaremos a la zona segura. No responde; temo que haya sufrido una fuerte situación de la cual no estaba preparado.

—Nadie lo estaba, y no se acabará a menos que logremos tapar ese agujero. Dime ¿Ya supieron de algo?

—Según supe de parte de la informante, no se trata de novatos. Estaban cerca del lugar apartado y elegido para ser el último día de entrenamiento para los reclutas. Era premeditado.

—Obvio. No son principiantes comunes. Esto es obra de ellos y debemos detenerlos.

Las botas no podían estar más manchadas. Su cabello más desarreglado y con rastros de escombro de las estructuras cercanas y destruidas, Hekima veía el terror frente a ella. Los gritos espantosos salieron de la boca de los ciudadanos que suplicaron la oportunidad de poder resguardarse del peligro que daba la presencia de titanes en la zona de retaguardia. Los soldados de la guarnición se contaban por decenas, pero ninguno podía ser capaz o efectivo para hacer caer a un titán sin salir ileso.

La adolescente se balanceaba atacando a unos de cinco metros que se disponían a entrar a la parte protegida del muro actualmente. Sus cuchillas sufrieron muchas heridas al haberlas utilizado sin descanso por varios minutos y solo veían más titanes viniendo hacia ellos sin parar ¿Por que la gente seguía ahí sin pasar al otro lado? Un presentimiento muy molesto estaba creciendo en sus entrañas y sabía a qué venía.

—¡Señor!

—¿Qué sucede? —preguntó el capitán a cargo vigilando desde lo alto con un rostro afligido de ver cómo sus hombres caían por grupos y ellos con costo podían registrar sus nombres en la lista de defunción.

—¡Pido permiso para apoyar a la zona central y vanguardia! ¡La presencia de Mikasa Ackerman me parece suficiente y muchos de los soldados que están en esas partes, nunca han tenido una lucha real contra los titanes! —agregó rápidamente para evitar contradicciones. No obstante, el capitán la miró, incrédulo.

—¡No podemos tomar medidas tan descabelladas, Ackerman! La seguridad de la población civil es vital.

—¡Pero, señor! ¡Nuestro avance se está atrasando por culpa del jefe de distrito comercial! ¡Ha estado bloqueando la puerta desde ya varios minutos por tratar de salvar su cargamento y dándole la oportunidad a los titanes de darse un festín con ellos! —el capitán apretó la mandíbula, indeciso. No quería enviar a las mejores que tenía hasta que llegaran los refuerzos que quedaron en el muro Rose por culpa de una misión rutinaria. Tenía en su poder a dos héroes de Shiganshina y se alejaron por su culpa. Enviar a las novatas al corazón de la retaguardia sería estúpido, pero no veía más opciones— ¡Señor!

Entre las cenizas (Libro 1)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu