•|♔| Trece |♔| •

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Al igual que la última vez, cuando Jungkook salió de aquella habitación al terminar su celo y ya no sentir absolutamente ningún síntoma, tomó un baño antes de regresar a la habitación para ver a su esposo.

Al recordar el día de ayer y la forma en la que le habló, se sintió terrible, pero creyó hacer lo correcto mientras estaba en un momento en el que su celo no era tan "descontrolable". Mientras caminaba por los largos pasillos, colocándose unos guantes porque la noche anterior lecostó mucho más controlarse luego de que Taehyung haya ido a decirle que quería pasar el celo con él, y sus nudillos estaban lastimados. No era de esta forma cómo se imaginaba que aceptaría dar ese paso.

—Alteza, buenos días —saludó Lucy llegando a él. —Buenos días, Lucy ¿Cómo se encuentra mi esposo? —preguntó deteniéndose para escuchar su respuesta.

—Bueno... —pensó lo ocurrido con el omega el día anterior, y no ocultó su preocupación—. No lo noto
bien, alteza. Desde ayer...

Jungkook arrugó el entrecejo al escucharlo, y solo con la mirada la mujer supo que debía de darle una
respuesta más detallada.

—Bueno, cuando ayer fue a buscarlo a aquella habitación y usted le dijo que se fuera, no quiso
desayunar diciendo que iba a dormir un poco más —comenzó a contar—. Cuando le llevé el almuerzo lo
probó pero solo la mitad, diciendo que no tenía hambre. Luego durante la tarde lo visité preguntándole
si quería un té o algo, y no quiso nada.

—¿No salió de la habitación? —preguntó preocupado, comenzando a caminar en dirección a la habitación con la mujer siguiéndole.

—No, no lo hizo en todo el día —respondió también dejando notar su preocupación—. A la noche no
quiso cenar, y a la mañana a penas desayunó muy poco.

—¿Le llevaste el almuerzo ahora?

—Sí, pero me dijo que lo deje sobre la mesa y me pidió que me retirara porque quería estar solo — suspiró bajando la mirada—. A él no le gusta hacer esas cosas sólo, siempre pide compañía...Yo creo que le afectó mucho que lo haya rechazado, alteza.

Jungkook no respondió sino hasta que llegó a la habitación, y se detuvo que la puerta para girar a ver
a la mujer un momento.

—Gracias por informarme, Lucy. Por favor, que nadie nos moleste hasta que salgamos de la habitación
juntos —dijo sonando tranquilo, pero su mirada estaba llena de preocupación y culpa.

—Sí, alteza —respondió junto con una reverencia, para luego retirarse.
Jungkook tomó aire y abrió la puerta para ingresar, despacio y buscando con la mirada a su omega en
toda la habitación. Lo encontró sentado en el sofá a un lado de la ventana, leyendo un libro sin prestarle
atención a la bandeja con comida, intacta debido a que no había comido ni un poco de fruta cortada.

—Buenos días, cariño —saludó como siempre, acercándose a él—. ¿Cómo te sientes? ¿Me dijo Lucy
que no te has alimentado correctamente ayer...

Se sentó a su lado, pero ni de esa forma el omega lo miró ni su expresión cambió. Lo estaba
ignorando, o se estaba tomando su tiempo para responderle.

—Cariño... —llamó, e intentó tomar su mano, pero el omega la apartó y se alejó un poco más de su lado.
Eso fue como una puñalada al corazón para el alfa.

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