YUGEN {BNHA X OC} |Corrección|

Capítulo 6: Nuestro lazo.

— Sabes, tengo cosas mucho más importantes que hacer que estar sentado contigo durante mi recreo. Por ejemplo, desayunar lo que con mucho amor me preparó mi vecina ésta mañana. — comentó Yuzuru sentándose frente a Aizawa.

— Ambos sabemos que lo único que comes en un día es una taza de café y un ramen instantáneo a la noche. Así que haz silencio un momento. — rebuscó algo entre los cajones de su escritorio y se lo tendió. Yuzuru alzó las cejas observando lo que había dentro incluso antes de que la abriera para él. — Son para el festival deportivo, para que tú los uses.

— ¿Disculpa?

— UA no puede arriesgarse a que te dejen sordo durante el festival. — respondió simple. — ¿Herido? Genial. Pero, ¿Permanentemente sordo? Definitivamente no. Son audífonos de cancelación de ruidos. Están testeados... Funcionan.

— ¿Se me permite rechazarlos?

— No. — respondió de inmediato.

— ¿Por órdenes del director o tuyas? Estás cosas están personalizadas, Aizawa. Son morados y tienen glitter. Es bastante obvio incluso si no tienes supervista. ¿Porqué mandaste a hacer ésto?

Aizawa resopló, sentándose y dejando los audífonos entre ellos.

— Es un agradecimiento, nada más. No quiero estar en deuda contigo así que te pago por salvarme, ahora estamos a manos.

Yuzuru alzó la scejas con molestia.

— No te ayudé para que me pagaras con algo. — respondió entre dientes. — No necesito nada, no quiero nada, y mucho menos si es tu forma de estar a mano conmigo. Si pensaste que quería algo a cambio de haberte salvado, entonces realmente ya no me conocés. ¡Nisiquiera iba a salvarte en primer lugar! Fué un impulso, porqué...

Respiró profundamente e interrumpió sus propias palabras.

—  ¿Sabés qué? Olvídalo, no los quiero. Gracias, por pensar en mi incluso si no fué de la manera correcta. Pero paso. Dáselos a otra persona.

Se levantó, inclinó cómo despedida, y se dispuso a abandonar la oficina.

Antes de que llegara a la puerta, Aizawa volvió a hablarle.

— Takeshi los diseñó durante sus años de estudiante.

El pelimorado detuvo sus pasos y se encogió sutilmente en su lugar ante la mension de su hermano mayor. Aizawa ya nunca hablaba de él. Y si lo hacía, las palabras generalmente se clavaban en su corazón cómo las apuñaladas de culpa y resentimiento que eran. Pero ésa vez era diferente. No eran puñales de odio y resentimiento. Eran parches de recuerdos y calidez que se envolvían alrededor de ambos.

— Me mostró el diseño y me dijo que quería que su hermano tuviera una buena calidad de vida que no sé viera interrumpida por sus diferencias sensitivas.

Rebuscó nuevamente en el escritorio, y sacó otra caja igual a la que le había mostrado antes. Aquellos audífonos eran celestes metalizados.

— Al principio sólo pidió los tuyos. Este tipo de aparatos son costosos. Las piezas están echas de materiales especiales que Takeshi en persona testeo para encontrar el más compatible con su poder... Tú poder.

Giró en su lugar, mirando a Aizawa atentamente.

— Le llevó tres años encontrar el material ideal. Un material que no lastimar su piel, no sé fundiera al entrar en contacto con su poder, un material que no estallar en pedazos ni creara interferencia. Pasó un año entero hasta que logró encontrar una empresa de confianza que aceptó hacer el audífono.  Y llevó cuatro años más el armado, prueba de calidad y envío protegido por la naturaleza delicada del aparato.