CAPÍTULO XXIX: No dejes que te toquen

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Rosie

¿Cuántas veces tendría que enfrentarme a la muerte? En ese momento, me di cuenta de que estaba en un estado liminal, atrapada en un punto intermedio entre la vida y la muerte, sin comprender completamente mi situación. La idea de atravesar las siete puertas de la muerte me aterrorizaba, ¿cómo podría esto ser el camino de vuelta a la vida? Era una paradoja desconcertante, pero me di cuenta de que la única manera de superar este desafío era enfrentándolo directamente.

Los nervios me invadían, mi respiración entrecortada reflejaba mi ansiedad. En ese momento, mientras observaba a Russel preparando meticulosamente todo el proceso para llevarme al 'mundo de los muertos', me sentía atrapada en una escena sacada de una película de terror. No había velas ni rituales místicos, solo un contador de tiempo y una cámara nocturna, pero la atmósfera era igualmente inquietante.

De repente, noté que sacaba un extraño aparato electrónico. Lo examiné con curiosidad, tratando de descifrar su función, pero mi mente no lograba entenderlo. Sin dudarlo, decidí preguntarle sobre ello.

— ¿Qué es eso? —pregunté con curiosidad, observando el extraño aparato que Russel había sacado.

Él levantó la mirada hacia mí y luego dirigió su atención al dispositivo, evidentemente pensando en cómo explicarlo. Parecía complicado de manejar, o al menos eso creía yo.

—Es un detector de presencias demoníacas o fantasmales que puedan rodearte. Algunas estarán lejos, otras más cerca. Su objetivo será secuestrar tu espíritu para entrar en tu cuerpo, así que necesito mantenerte al tanto —explicó Russel. La sorpresa se reflejó en mi rostro.

— ¿Y qué debo hacer si me encuentro con un demonio cara a cara? —pregunté, sintiendo un escalofrío recorrerme.

—Los demonios no pueden entrar en tu cuerpo gracias al anillo que llevas, pero los fantasmas sin resolver pueden ser un problema —intervino Mickael—. ¿Qué deberíamos hacer en ese caso?

—Esa tarea es para ustedes. Rosie no tiene poderes ni velocidad para lidiar con ellos. Sin embargo, ustedes pueden desvanecer a los fantasmas con solo tocarlos. Aunque no mueren, regresarán. La clave es avanzar rápidamente para evitar que te alcancen. Pero el verdadero problema son los que ya están aquí. Tan pronto como detecten a Rosie, incluso si está muerta, intentarán llevársela.

Principio del formulario

—Espera, pero ella está muerta, un fantasma no puede mantener vivo un cuerpo, los demonios sí —intervino Jael, confundido—, entonces ¿cómo explicas que ellos la secuestran y entren en su cuerpo? Igual no pueden.

—No lo puedo saber todo —reprochó él—. Tu pregunta tiene sentido, pero son fantasmas, tienen un funcionamiento distinto, no sé nada de ellos, solo soy un hechicero, pregúntale mejor a su Ángel de la muerte.

Suspiré un poco alterada.

—No creo que quieran probar a ver qué pasa, ¿o sí? —dijo él mirándonos fijamente.

—Evidentemente no —expresó Mickael— ¿Puedes comenzar ya? Esta situación me pone nervioso.

Russel negó con la cabeza y prosiguió consultando su libro de hechizos, buscando la manera de enviarme a ese otro mundo. Pasaron unos momentos antes de que alzara la vista y me observara con firmeza. Luego, activó el contador y se sentó frente a mí.

— ¿Puedes escuchar el contador perfectamente? —me preguntó Russel.

—Sí —le respondí secamente.

—Bien, ahora vas a cerrar los ojos —me pidió él. Cerré los ojos y los mantuve de esa manera hasta que él me dijera que los volviera abrir de nuevo, pero mientras esperaba ese momento, se hizo demasiado largo—. Vas a escuchar solamente el contador, ¿bien? ¿Estás lista?

CAUTIVANTEWhere stories live. Discover now