Omega Dominante (TojixGojo-Bl-omegaverse)

6-Un alfa con aroma a flores

6-Un alfa con aroma a flores.

[Como Omega dominante su celo solo puede ser exteriorizado cuando su cuerpo esté en su máxima madurez para poder soportar sus peligrosas feromonas. Para tragedia de Satoru Gojo, el único Omega dominante del mundo de la hechicería actualmente, su celo llegó justo en cautiverio, un caza recompensas lo encerró y ahora presenciará su primer calor].

¡Esto es un desastre! Pensó en ideas pero su mente se nublaba por la falta de aire y un calor abrazador que lo consumía, se rasgó las palmas de las manos con sus propios dientes logrando que la habitación se llene con el aroma distintivo de la sangre fresca.

—¡No es suficiente! —se dijo nervioso y asustado, muy asustado, ¡jamás sintió tanto miedo!

Pensó en su madre, solo quiso que fuera salvarlo, o en Suguru Geto quien es el alfa más cercano a su persona, o hasta Mei Mei, solo desea que vengan por él y este infierno termine.

«Es cierto», pensó resignado, «cuando un Omega está en peligro ruega por sus alfas para que lo defiendan».

El chillón sonido de la puerta puso el alerta los cinco sentido del Omega indefenso pero con los colmillos ya filosos, intentó cubrirlo con el aroma a sangre en su cuerpo y una latente agresividad, pasó sus manos con aroma a hierro por su cuello en especial.

El hombre en la puerta llevaba un plato de comida en sus manos y una expresión confusa, Satoru no podía saber qué estaba pensando aquel alfa repugnante, solo rezar escondido en su rincón.

«Solo tírame la comida al suelo y dime que lo coma directamente de ahí como haces siempre», suplicó para sus adentros, solo quiere que el alfa se aleje de él.

En esta situación no hay salida, no hay escapatoria.

—¿Qué demonios es esta peste? —habló esa voz rasposa que tanto odia y en este momento teme.

Satoru sudó frío, nunca jamás su secreto estuvo tan cerca de ser expuesto.

—Mi Rut se acerca —confesó Satoru —. Es normal que los alfas tengan rut, me secuestraste hace mucho tiempo —respondió con valentía.

Aunque estaba oscuro pudo sentir la filosa mirada del alfa sobre él, es como un Alcón que captó un pequeño conejo, en cualquier momento alzará vuelo y arremetera con sus peligrosas garras.

Satoru Gojo nunca antes en toda su vida se había sentido una presa, no hasta ese día.

—¿Entonces tu aroma es flores frescas? —preguntó con burla el hombre —. El aroma del alfa más prodigioso del mundo de la hechicería es de flores... ¡Jajaja!

Satoru no podía pensar con claridad, sus orejas se tiñeron de rojo y su respiración se agitó mucho más, no quiere parecer culpable ante el hombre pero tampoco puede evitarlo. Sintió una ola de calor subir e intentó aguantarlo lo más que pudo, el hombre entró en la habitación y se puso justo enfrente suyo con sus ojos oscurecidos.

«Muy cerca», el propio olor natural del alfa llegó hasta sus fosas nasales y lo alteró.

Satoru quiso morir en ese momento, así no sentiría la presencia de un alfa cerca suyo, lo que menos necesitaba ahora mismo era un alfa cerca suyo disparciendo su feromona la cual para desgracia suya, «¡ese aroma me encanta!», su Omega interno buscó con desespero al alfa pero Satoru lo detuvo con gran esfuerzo y temple.

—¡Sí! —exclamó, ahora están uno enfrente del otro, en este tiempo jamás estuvieron tan cerca —. Ese es mi secreto, ¡soy un alfa defectuoso! —gritó Satoru.

Solo espera que crea tal mentira tan vergonzosa y descabellada.

—¿Ajá? —se rió el hombre ladeado la cabeza para verlo como si fuese un payaso haciendo un acto —. Cuéntame más.