Omega Dominante (TojixGojo-Bl-omegaverse)

1-El dúo de alfas más popular

1-El dúo de alfas más popular.

[Satoru Gojo es un Omega heredero del clan pero no puede revelar su verdadero género, aunque la mayoría de los viejos consejeros lo saben y lo encubren ya que no desean que el legado de los seis ojos caiga en manos de un clan externo].

En Jujutsu Tech se hablaba de un dúo de amigos muy carismáticos, ambos eran altos y guapos con gran talento para la hechicería, también ambos eran fuertes alfas de primera categoría los cuales iban por la vida desprendiendo sus feromonas dominantesy engatusando Omegas sin vergüenza alguna.

Ellos son Satoru Gojo y Suguru Geto, los amigos inseparables dentro y fuera de la escuela de hechicería metropolitana de Tokio, este primero es una verdadera joya, no solo es el alfa más prodigioso de la nueva generación sino también el futuro patriarca de su clan, un rico y fuerte clan dentro del mundo de la hechicería, solo siendo igualados por los Kamo y los Zenin.

Son sin duda los más populares y deseados, el estándar de los omegas.

—Ey, Satoru —llamó Suguru al mismo tiempo que lanzaba un balón de básquetbol al aro y encestaba —. Habrá una presentación de omegas, ¿irás? Como miembro del clan Gojo debes estar invitado.

—Claro que no iré —respondió.

Satoru se hallaba sentado con las piernas abiertas en una silla en medio del campo de básquetbol, no quería escuchar cosas de omegas en este momento. Esas presentaciones son una especie de reunión entre omegas y alfas de la alta sociedad donde se presenta al nuevo iniciado, más bien le buscan un buen alfa para desposarlo sin importar la edad solo la riqueza. Él odia estás presentaciones, no puede evitar imaginarse siendo ese dulce y delicado los cuales siempre van vestidos con joyas y ropa fina, algo en su instinto le gusta la idea de usar esas ropas y ser el centro de atención pero el resto lo aborrece.

«Viejos asquerosos».

—¿Y eso? —Se rió Suguru —. Siempre vas aunque no interactues con nadie, solo te quedas viendo en un rincón a los omegas como un pervertido —acusó Suguru con una mirada de “te pillé”.

Satoru le hizo un gesto obsceno a su amigo y lo ignoró, quien también estaba con ellos era su compañera y amiga Shoko pero no sé molestó en su platica de alfas hormonales.

—No me interesan los omegas —admitió Satoru y Suguru se burló con más ganas.

—¿Entonces te interesan los alfas acaso? —preguntó Suguru con una mirada penetrante y burlista —. Te sabía raro pero jamás creí que tan desviado.

No es un desviado, no quiere tener nada que ver con otro Omega, pero ante la opinión de todos él se casará con un correcto Omega a su altura y tendrá mucha descendencia, nada más equivocado, de seguro su madre ya pensó en que hacer con ese asunto, pero  definitivamente no puede tocar a otro Omega, no de esa manera, y tampoco es algo biológicamente posible pues un Omega no puede embarazar a otro.

«Nuestras feromonas se rechazan», pensó Satoru en las posibilidades, «pero quizás con varios inhibidores a la vez...».

—Esa no es tu decisión, ¿verdad? —Suguru anotó otro punto y le pasó el balón a su amigo quien estaba sentado sin prestarle atención —. Tu clan te casará con un Omega Kamo, todos lo saben.

Satoru agarró el balón e hizo un tiro directo al aro de manera limpia.

Oh, claro, el Omega Kamo que su madre le comentó, es un muchacho muy correcto y callado, aunque sus ojos son astutos, se lleva muy bien con su madre como aliados, pero con Satoru jamás entabló una conversación de más de dos palabras. Si se comporta quizás sea el elegido de su madre, ella es quien orquesta su ascenso después de todo, pero pasará mucho antes de que el Omega Kamo sepa su verdadero género, por el momento solo cree que Satoru es un alfa desviado y raro, solo debe ganar a su madre para tener ese matrimonio.

—Suguru, no sabía que estabas al tanto de mi vida amorosa —provocó con un tono asombrado a su amigo.

—¿Amorosa dices? —interrumpió Shoko —. Pero si no tienes, yo vi a ese Omega y te desprecia.

Shoko es una beta del colegio e íntima amiga suya, un día se cruzó con su prometido en una celebración y pudo apreciar como el Omega le fruncía el ceño y le hacía gestos a Satoru.
En realidad a Satoru no le molestó, los omegas de la alta sociedad tienden a llevarse mal entre ellos, es perfectamente normal.

—Lo sé, lo sé —respondió Satoru —. Pero no es mi prometido definitivo, todavía tengo tiempo de encontrar a alguien más.

Por supuesto que es su madre quien todavía tiene tiempo, no él. A veces alberga una fantasía muy loca, sueña que un alfa alto y poderoso se acerca hasta su rincón en una presentación y lo invita a bailar, Satoru diría que sí pero que los verían extraño pues son dos alfas.

“¿Dónde hay un alfa?, solo veo un hermoso Omega dominante”, le respondería el hombre y tomaría su mano, en su propio cuello llevaría un collar con gemas como todos los omegas y sería perfecto. Muchas veces lo soñó, aunque sabe que ser un Omega en la sociedad del Jujutsu no es cuento de hadas y que ni los mismos omegas en las presentaciones viven tal sueño. Todos están destinados a encontrar una pareja correcta, a su mismo nivel y semejanza en un trato político entre clanes, la mayoría de las veces terminan en manos de un viejo alfa el cual colecciona bellezas en su mansión.

Si se supiera su segundo género solo líderes o herederos podrían desposarlo y eso le causó asco, pensó en su rival Naoya Zenin y le provocó un escalofrío, su situación es mucho mejor siendo un alfa y sería estúpido cambiarla por seguir un sueño irreal donde un alfa decente puede salvarlo de las garras de los grandes clanes.
«Nadie puede salvar a nadie», tu debes salvarte a ti mismo.

—¿En qué tanto piensas, Gojo? —preguntó Suguru con su mirada filosa sacándolo de sus pensamientos pesimistas.

El gimnasio quedó casi vacío, solo están ellos tres jugando a esta hora, un grupo de dos alfas y una beta.

—Pienso en la vida —respondió Satoru.

—¿Tú vida es aburrida, Satoru? —se rió Suguru —. ¿Es una tragedia acaso? Pero si lo tienes todo.

«¿Aburrida, trágica?».

Demasiado, su vida es entre aburrida y trágica, nunca sabe cuándo todo puede acabar, si hubiera nacido alfa todo sería mejor. La vida de un Omega fingiendo ser alfa es muy triste y solitaria, los omegas dentro del círculo social se mueren por llamar su atención pero él mismo quiere llamar la atención de un alfa, que irónico.

—No, mi vida es perfecta —respondió a Suguru quien se le quedó viendo sin moverse.

Los ojos de Suguru se agudizaron e hizo un gesto de preocupación por su amigo, siempre fue una persona feliz con un corazón deprimente pero estos días empeoró mucho. Suguru Geto comenzó a creer realmente en esos rumores mal intenciones acerca de su amigo, que es un alfa el cual tiende a acosar a otros alfas.

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Primer capítulo, para aclarar, la familia Gojo sí sabe que Satoru es un Omega pero lo ocultan ya que no quieren que su heredero sea llevado por otro clan, es una cuestión de proteger el patrimonio del clan (los seis ojos).