escriurem

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Academia de OT, 20 de enero de 2024

Chiara se miraba la pulsera a oscuras en su cama, en su cama vacía. Desde que Violeta se había ido, estaba durmiendo bastante regular. Pasar de dormir toda una semana acompañada y abrazada a una persona tan especial para ella a volver a dormir completamente sola le dejaba un vacío en el pecho bastante difícil de mitigar. Ruslana le había ofrecido dormir con ella y, de hecho, la primera noche lo habían hecho pero, entre los ronquidos de la pequeña fiera y su propia ansiedad, dormir había sido misión imposible.

Y allí estaba, en la cama, mirando esa pulsera que había intercambiado con Violeta momentos antes de la gala de su expulsión y con el corazón roto porque, aunque la hubiera visto muy bien en el vídeo que le había dejado grabado, quería saber de ella, qué estaba haciendo, cómo había llegado a casa y también contarle sus cosas. Estaba claro que ya no era lo mismo, que Violeta se fuera sería un punto de inflexión enorme en su concurso. Ya no tenía a uno de sus pilares más fundamentales, a la que siempre la escuchaba, a la que siempre la ayudaba.

Una idea se le vino a la cabeza. Les habían contado un poco su puesta en escena y necesitaba hacer algo porque si a alguien le recordaba Escriurem era a Violeta y quería hacérselo saber en la gala de alguna bonita manera. Verbalizarlo en la gala le daba un poco de vergüenza y tampoco tenía mucho tiempo para hacerlo después de su actuación así que haría algún gesto que implicara enseñar la pulsera.

Recordó que cantaba la frase: Si m'esperes allà fora et cantaré y decidió que esa era la frase perfecta para enseñar la pulsera y dedicársela. Violeta no había dejado de repetirle que la esperaba fuera así que le tocaba a ella decirle que la esperara, que fuera le cantaría y harían todo lo que quisieran.

No quiso decírselo a nadie y no lo hizo en ningún ensayo. Solo lo haría en la gala, justo en el momento en que dijera la frase. Quería que fuera una pequeña sorpresa, esperaba que se viera bien y que Violeta, desde casa, se diera cuenta de lo que hacía. Ni siquiera se lo contó a Martin que era su compañero de actuación aunque él ya había notado que en sus clases de interpretación y casi siempre que la ensayaban, su amiga no paraba de mirarse la pulsera. Sabía lo que significaba Violeta para ella y sabía que esa canción, por parte de Chiara, iba totalmente dedicada a ella. Le había venido en el momento perfecto.

Plató de Operación Triunfo, 22 de enero de 2024

Los días pasaron y llegó el momento de la gala. Chiara y Martin estaban tras el escenario de plató antes de salir. La menorquina se moría de los nervios y su amigo no entendía el por qué si la actuación les salía genial y había emocionado a todos ya desde los pases de micros. Lo que no sabía Martin es que Chiara estaba nerviosa porque quería que su indirecta, bastante directa, llegara a su destinataria.

Llegó el momento de salir y llegó el momento de cantar esa frase. Chiara justo levantó el brazo que tenía bajado y enseñó sutilmente la pulsera, aunque para algunos el gesto no fue tan sutil como ella pensó.

Madrid, 22 de enero de 2024

Violeta estaba en su habitación de hotel de Madrid viendo la gala. Se sentía raro verla desde allí, se sentía raro ver todo desde afuera y no poder intervenir. Estaba emocionada por ver todas las actuaciones que habían preparado sus compañeros pero, especialmente, estaba ansiosa por ver la actuación de Martin y de Chiara, su Kiki. Había estado siguiendo los ensayos durante toda la semana y se había emocionado un montón viéndolos a los dos. Sabía la ilusión que les hacía cantar juntos y encima en catalán y euskera.

Empezó a ver la actuación y hubo algo que le llamó mucho la atención. Chiara hizo un gesto en el que enseñó a cámara la pulsera que ella le había dado antes de irse y la frase donde lo hizo decía mucho. Violeta se preguntó si lo había hecho queriendo o si era pura casualidad aunque dudaba que justamente en ese momento y en esa frase hubiera sido simplemente la casualidad de que había movido el brazo. Sería algo que tendría que esperar para preguntárselo.

One shots - Kivi Where stories live. Discover now