all I ask

4.4K 98 6
                                    

Las luces se apagaron. Chiara y yo estábamos tumbadas en el sofá, nos habíamos pegado una llorera porque nos habíamos dado cuenta de que era nuestra última noche juntas durmiendo en la academia. Todo estaba en silencio, Ruslana, Juanjo y Martin acababan de entrar a ducharse y el resto ya había entrado en la habitación para dormir. Solo éramos ella y yo en ese salón de la academia con el corazón completamente roto. Precisamente, no teníamos el corazón roto por irnos de allí sino por separarnos la una de la otra, por saber que nuestros días juntas allí se habían acabado y que ya solo quedaría lo que hiciéramos afuera cuando saliera la que se quedase al día siguiente, que, seguramente, sería ella.

Me daba pena marcharme, me daba pena no seguir aprendiendo y aprovechando la oportunidad que me había dado la vida de estar en esa academia con esos profesores y esa gente maravillosa que eran mis compañeros pero más me dolía no estar con ella lo que quedase de concurso, ya fuera dentro o afuera de la academia. Chiara y yo habíamos conectado al instante desde el primer día y sabía que me iba a costar no vivir con ella después de la intensidad que habíamos experimentado en esos casi dos meses de concurso.

Era raro pero no había tenido una sensación igual ni con Salma ni con Denna. Lo cierto es que ellas eran mis mejores amigas, mis Supernenas, que nos habíamos llevado genial desde el principio y eran dos de mis pilares fundamentales allí pero Kiki era diferente. Lo que teníamos Chiara y yo era algo más allá, algo más profundo. Éramos dos personas tan iguales y tan diferentes y nos complementábamos tan bien. Ella tan caótica, tan nerviosa, tan activa y yo tan cuadriculada, tan tranquila, tan pacífica. Dos personas completamente distintas pero teniendo muchísimas cosas en común.

Vivir sin ella me iba a costar tanto. Si al final me iba, iba a verla a través de una pantalla haciendo todo lo que hacía antes sin mí, desde casa, sin poder hacer nada pero viéndola seguir cumpliendo su sueño pero, si al final me quedaba, la vida iba a ser imposible. ¿Cómo iba a sobrevivir yo en la academia sin mi Kiki dando volteretas por todos lados? ¿Sin mi Kiki pidiéndome que nos vayamos un ratito al piano? ¿Sin mi Kiki con su armario desordenado? ¿Sin mi Kiki con sus dance partys locas después de la cena? Se me iba a hacer todo cuesta arriba.

Me sequé una lágrima que me salió después de pensar todo eso y la miré. Ella también me estaba mirando. Estábamos las dos juntas, compartiendo un mismo espacio, probablemente por última vez hasta febrero y ese momento me estaba doliendo más de lo que pensaba.

- Violeta, no sé qué vamos a hacer. Se vaya quien se vaya mañana.

- Yo tampoco lo sé, te lo juro. Pase lo que pase se me va a quedar un vacío que te prometo que no se con qué lo voy a llenar. Yo creo que va a ser imposible que se me quite hasta que no te vuelva a ver.

La abracé fuerte apoyándome sobre su pecho y ella me empezó a acariciar el pelo. Nuestras respiraciones eran tranquilas. Estábamos asumiendo ya lo que iba a pasar al día siguiente, no había ansiedad ni nerviosismo, solo una tristeza enorme que nos estaba recorriendo el cuerpo a las dos.

- Prométeme que vas a venir a Menorca en mi cumple. Te quedas en casa, como si quieres venir una semana o un mes, como si quieres vivir conmigo. - Dijo Chiara con la voz un poco rota.

- Te lo prometo. Te prometo que si mañana salgo, lo primero que voy a hacer es comprarme un billete de avión para el once de marzo estar en Menorca contigo. Pero tú me tienes que prometer que también te vendrás unos días a mi casa y que te voy a poder enseñar mi pueblo.

- Te lo juro, Violeta. Como si quieres que de Menorca nos vayamos juntas a Motril. Como si quieres que te haga un hueco en mi piso y después nos vayamos unos días a Barcelona y te presento a mis amigas de siempre. Tengo tantas ganas de hacerlo todo contigo afuera.

One shots - Kivi Where stories live. Discover now