One shots - Kivi

punto y seguido

Fin de fiesta. Operación Triunfo 2023 acababa de terminar. Era ya la una de la madrugada cuando los concursantes, los profesores y todo el equipo se desplazaba a la capilla del hospital del Tórax para celebrar el fin de la edición. Era tradición ya que la fiesta fuera allí, que hubiera mucho alcohol y que durara hasta por la mañana. Pese al cansancio, había muchas ganas de fiesta y se notaba en el ambiente. Habían algunos más felices, otros más tristes y otros que solo pensaban en disfrutar y ya se llevarían la hostia de realidad al día siguiente.

Chiara había conseguido ser finalista, no había ganado el concurso pero llegar hasta la final, para ella, había sido ya una absoluta victoria. Eso quería decir que a Violeta no la había visto mucho, por no decir casi nada. Solo habían sido un par de veces, el reencuentro del himno y el de la final. No les habían dejado hablar nada, solo preguntarse por cómo estaban y poco más para que no entrara ninguna información del exterior pero ya todo había acabado y había mucho de que hablar. No era tanto lo que Chiara tenía que contar porque Violeta la había estado viendo cada día desde afuera sino más bien lo que tenía que contar la granadina.

En la fiesta estuvieron casi todo el rato juntas. No se movía una si no se movía la otra. Estaban aprovechando para estar juntas todo lo que no habían podido estar en ese último mes. Bailaron con todos, bebieron un poco y disfrutaron de la noche un buen rato pero estando allí a Chiara se le ocurrió una idea que Violeta aceptaría sin dudar.

- Vivi, ¿crees que si decimos que estamos cansadas, nos dejarán irnos al hotel? Yo no puedo más y quiero estar en un sitio más tranquilo contigo.

- Le podemos preguntar a Noe. Seguro que nos llaman un taxi o algo. La verdad es que yo también quiero irme contigo a otro sitio.

Fueron hacia Noemí que estaba con unos cuantos profes más y gente del equipo charlando sentados en unos asientos que había en la sala. La directora de la academia no tardó en pedir que llamaran a un taxi para las dos. Antes de que pudieran darse cuenta, estaban en la puerta del hotel. Chiara no sabía cuál era su habitación, así que Violeta decidió que pasarían el tiempo hasta que llegaran los demás de la fiesta en la suya que sí sabía cuál era porque había llegado el día antes. Enviaron un whatsapp desde el móvil de Violeta a Denna para que les avisara de cuando llegaran todos de vuelta de la fiesta.

Ambas estaban aún con la ropa de la gala. Violeta llevaba un traje negro y no estaba nada incómoda pero a Chiara el vestido ceñido que le habían puesto esa noche y los tacones la estaban matando. La granadina no tardó en notarlo y le ofreció ropa suya para que pudiera cambiarse y así estar más cómoda. Ella misma también se quitó su traje negro y se puso una camiseta básica ancha junto a unos pantalones de chándal. A Kiki le dejó su pijama. Después de cambiarse, las dos se tumbaron en la cama.

La situación les resultaba extraña. Estaban solas en una habitación de hotel, sin más compañeros, sin cámaras, sin nada. Solo eran ellas allí tumbadas con una conversación pendiente y mucho cariño por darse, todo el que no se habían dado en el último mes.

- Bueno, ¿qué? ¿No me vas a preguntar cómo es todo afuera? - Preguntó Violeta consiguiendo romper el hielo.

- Hombre, estaría bien saberlo porque mañana, después de tres meses, me va a empezar a llegar información y no quiero que sea de golpe.

- No quieres que sea de golpe, Kiki, pero va a serlo un poco. Al final, es mucha información nueva, lo que hay que saber es gestionar y asimilar pero no es tan malo como crees.

- ¿De verdad?

- Bueno, la primera semana, para mí, fue la más difícil. Entrar a redes, empezar a saber qué opina de ti la gente... Hay comentarios buenos, no tan buenos, gente que te ama, gente que no te aguanta. Es lo normal, al principio cuesta pero se asimila. Es cuestión de pasar un poco y no tomarte las cosas tan personales.