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SIMÓN

Simón está sentado en su oficina mientras mira por la ventana a la oscuridad de la noche. Está frustrado porque el Demonio se ha escabullido de nuevo, como una rata escurridiza, sin siquiera decir nada. Lleva dos semanas desapareciendo todas las noches, volviendo al amanecer solo por respeto, porque ha conseguido un anillo "mágico" que le permite comportarse como si fuera un Diurno, y lo peor es que Magnus lo ve bien, ve todo lo que hace el Demonio como bien.

No es que dude de las palabras de Magnus, pero el Demonio aparece todas las noches con un dolor nauseabundo a mundanos y sangre de estos, a veces hay un olor diferente, un olor dulce que nunca había olido antes y un aura diferente, mucho más terrorífico. Es como si el Demonio se estuviera entrenando o preparando para la guerra y Magnus sigue estando tranquilo.

Si el brujo viera como el Demonio llega y lo mira parece tan terrorífico que dan ganas de huir. Hasta el ambiente del hotel ha cambiado, Raphael solo se encierra en su habitación o en la habitación de libros y nadie piensa cruzarse con él o estar en el mismo lugar, y parece que el Demonio piensa lo mismo. Es más, cuando Simón le mostró todas las habitaciones, desde el momento que lo ensució con comida, desde ahí no le dirige la palabra.

El Demonio es como si los ignorara a todos.

¿Los considera insignificantes? ¿Cree que no están a la altura para su plan? Son preguntas que rondan por la cabeza de Simón al ver el silencio del Demonio y sus desapariciones solitarias.

— ¿Pero eso no es bueno? Entonces ninguno estamos en peligro— se dice Simón en voz baja— ¿Por qué me molesta algo así...?

— ¿Hablando de nuevo solo?

Mira sobre su hombro para ver a Lilit caminando hacia el sillón que está frente a él, se cruza de piernas sobre el sillón y lo mira en silencio, haciendo que Simón solo eleve sus ojos por la frustración y la mire de mala manera, aunque ambos entiendan que no hay enemistad o malos sentimientos sobre el otro.

— ¿Qué haces aquí? Creí que ibas a ir a la fiesta de Pandemónium— dice Simón— ¿Acaso te gusto en secreto?

— Sigue soñando— dice Lilit riendo—, además estoy saliendo recientemente con una de tus ex, así que... sigue con esa confianza para ti mismo.

— ¿Una de mis ex? —pregunta sorprendido Simón— ¿Quién? Clary está con Jace, y Izzy es un alma libre que no se ata a nadie... No me digas que... ¿Maia?

La sonrisa divertida de la chica frente a él hace que Simón se sienta peor, Maia terminó con él por la diferencia de especie entre ambos, porque quería sanar una relación pasada y porque iba a "sanar" sola, pero ya está en pareja, con una miembro de los hijos de la noche y exactamente Lilit. Su corazón se rompe como la vez que Clary le dijo que solo lo veía como un hermano y que intentaba descifrar sus sentimientos por Jace, o Isabelle que prefería seguir siendo un alma libre, experimentando y encontrándose a ella misma, a pesar de que tenga encuentros de vez en cuando con otra persona.

— ¿Cómo pudiste traicionarme así? —finge preguntar dolido.

— Ya no estaban juntos— responde Lilit alzando los hombros—. La hubieses visto, tan hermosa bailando bajo las luces de Pandemónium, tan sensual mientras sonreía y se movía entre tantas personas, y cuando me miro, uffff... perdí contra ella y mi rechazo a su especie, y en mi rendición a tal atracción me arrodille a venerar a tal diosa.

— Bien, bien, ya entendí que te gusta— dice Simón— entonces, ¿Te aceptó? ¿O es un amor unilateral creado por la imaginación de tu cabeza literaria?

EL DEMONIO QUE NO PARECE DEMONIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora