Día 6: Hay Besos perfumados, besos tibios

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Les recuerdo que Wei Ying padece de cinofobia (fobia a los perros), en este capítulo se relatará un ataque de ello.

No nos burlemos de quienes padecen de fobias, no es nada bonito que se aprovechen de los miedos de uno.


...


Estaba aterrado, pero no podía dejar solos a sus sobrinos y a sus hijos.

Lan Zhan y Lan XiChen habían viajado por negocios fuera del país, ese día regresaban, pero su vuelo se había atrasado. Mientras que debido al accidente que sufrieron Jiang FengMian y Yu ZiYuan, además de la muerte de Jin GuangShan; Jiang Cheng y su Shijie junto a su esposo tuvieron que encaminarse a LanLing.

Todos ya tenían hijos, y dada la situación de momento, Wei Ying se ofreció a cuidar a sus sobrinos mientras se resolvían los respectivos asuntos.

Ese día, decidieron jugar en el jardín de su casa para que no estuvieran encerrados todo el día, después de todo los niños de debían de aprender a desarrollarse fuera de casa y JingYi era un niño principalmente curioso por cada planta y bicho que se encontraba al igual que Jin Ling, mientras que su rabanito y otro sobrino preferían ser enterrados en tierra justo como lgunas verduras. Todo iba bien, hicieron un picnic y se dirigieron a jugar a la pequeña casa del árbol que Lan Zhan había construido. Claro, no tan alta dada la edad de los pequeños.

Sin embargo, cuando los niños se quedaron dormidos y Wei Ying salió de la pequeña casita para adentrarse en la suya por unas cobijas, se encontró con uno de sus peores temores.

¿Cómo sucedió? Quién sabe. Extrañamente un perro saltó la valla y se adentró en su jardín. Se paró frente a él y tomó posición de ataque. Se quedó estático, aterrado, su presión bajo repentinamente y su piel se puso blanca. Con terror, se balanceó a su izquierda y a su derecha para luego salir corriendo, esquivándolo a lo largo del jardín buscando escapar del can, la adrenalina recorría sus venas y sus pulmones buscaban atrapar mas aire del que estaba acostumbrado. Sin más, trepó al primer árbol que visualizó y quedó prensado al mismo, mientras el perro le ladraba.

Pasó un buen tiempo, sus brazos y piernas dolían y sus dedos empezaban a sangrar, pero en cuanto vio al perro dirigirse hacia la pequeña casa del árbol donde dormían los niños. Un nuevo tipo de terror se instauró en su corazón. Armándose de valor, bajo del árbol donde se había trepado y corrió en dirección a la casita. No sabe de dónde sacó las fuerzas, pero saltó sobre el can y cayó justo en la entrada de la estructura y con su cuerpo la tapo, impidiendo al perro acercarse más.

- ¡N-n-n-n-n-no t-t-t-t-te acerquessss más! – gritó. El perro tomó posición de pelea otra vez, se inclinó sobre sus patas delanteras y mostró los dientes.

- ¡T-t-t-t-tendrás que pasar primero sobre mí! – estaba asustado, temblaba, quería huir, pero no pensaba dejar a sus hijos y sobrino así.

Sin más, el perro acomodó su posición, gruñó, ladró fuertemente buscando amedrentar al omega. Y saltó sobre él.

Cerró sus ojos, no se movió, esperó el dolor de una mordida.

Los llantos de varios niños se escucharon a la vez.

Un gritó sobresalió sobre los demás.

- ¡¡WEI YING!!

El omega se vio envuelto en los brazos de su alfa, donde se acurrucó y buscó su consuelo.

- ¡WangJi! ¿Están todos bien? – preguntó XiChen sujetando al perro y llamando a control de animales.

- Mn, parece que todos están bien – contestó, volteando a ver a los niños que se asomaban a ver la escena y llorando.

Una vez que el omega se hubo tranquilizado por el alfa, fue cubierto por el saco de este. El alfa tomó a cada uno de los bebés y con ayuda de su hermano, se adentraron en la casa. Luego, el Lan volvió a salir y cargó a su omega, llevándolo a su habitación. Llegando, se sentaron en el borde la su cama y el mayor empezó a frotar la espalda de su pareja quien todavía estaba dentro de un shock. Entonces, se permitió llorar. Poco a poco lo hipos pasaron a ser llantos retenidos.

- ¡Lan Zhan! ¡Tenía miedo!

- Lo hiciste bien – dijo el alfa al tiempo que dejaba un beso en la frente del omega – Wei Ying lo hizo bien

- ¿Y si les hacía algo? ¡Todo sería mi culpa!

- No – el alfa tomó el rostro del omega en sus manos y lo hizo mirarlo a los ojos – Wei Ying protegió a los niños mientras se enfrentaba a su mayor miedo – dejó otro beso en su frente – Wei Ying fue muy valiente.

Otro beso

- Estoy orgulloso de Wei Ying

Y dejó otro beso, todavía más largo, más sueva y tierno. Liberó su aroma, cubriendo a su pareja con él, consolándolo. Permitió al omega ocultarse en su cuello mientras seguía acariciando su espalda y su cuello, en un intento por tranquilizarlo hasta que el menor cayó dormido. Lo depositó en la cama, dio un último beso en su frente y lo arropó.

Salió de su cuarto y se dirigió al cuarto de los niños, donde seguramente XiChen los había dejado. Ya era bastante tarde y seguramente por las emociones del día, estaban agotados.

Regresó nuevamente a su cuarto, junto a su omega. Se quitó los zapatos, se subió a la cama y abrazó a su omega, acercándolo a él, dejando otro beso en su frente.

- ¿Lan Zhan? – preguntó, despertando un poco y viendo a su alfa

- ¿Mn?

- ¿Los niños?

- Están bien... - con su mano, tocó la mejilla del contrario, la dirigió a la parte posterior de su cabeza y lo acercó a la suya.

- Wei Ying

- ¿Mn?

- Estoy orgulloso de ti.

Hay Besos que... (WangXian-Kisspril)Where stories live. Discover now