Día 1: Hay besos que parecen azucenas

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¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.


...


Sus manos temblaban, sudaban. Estaba nervioso. Tal vez su rostro no lo decía, pero sí los latidos de su corazón

Había invitado a su mejor amigo a pasear ese domingo en el parque, a divertirse en los botes del muelle, comer delicias locales, mirar el atardecer juntos. En fin, a hacer todos lo que al joven omega le gustaba, estando solo ellos dos. ¿Era una cita? Bueno, si alguien le preguntara a Wei Ying, seguramente él se sonrojaría y lo negaría rápidamente, diciendo que era solo una "salida de amigos" ... ¿en serio?

Definitivamente a un amigo:

No lo tomas de la mano y la sujetas durante todo el tiempo que están juntos... o la mayor parte del tiempo. Pero que conste que el omega era quien siempre lo tomaba de la mano, él solo la sostenía.

A un amigo no lo cargas al estilo nupcial cuando se ha torcido un tobillo.

A un amigo no le prestas tu cárdigan en temporada de frío, y mucho menos finges que olvidaste pedirlo de vuelta.

A un amigo no le preparas su comida favorita, aunque sea totalmente contraria a la que acostumbras comer.

A un amigo no le desnudas tu alma.

A un amigo... a un amigo no le entregas tu corazón totalmente.

Si a él le preguntaran si era una cita, tal vez lo negaría. Luego giraría su rostro, el tono rojizo de sus orejas lo delataría y, finalmente te diría, "Sí, es una cita".

Así que aquí estaban, uno frente al otro: Lan WangJi del lado de los remos y Wei WuXian en lado contrario; en medio de un lago, esperando el momento perfecto para confesarse, por no decir "esperando el momento para agarrar todo le valor posible y confesarse".

- ¡Lan Er-gege! ¡Me divertí mucho hoy! – Wei Ying estaba cansado y no cansado a la vez, pues el día fue maravilloso y con la compañía del alfa de sus ojos, fue aún mejor.

- Me alegra saberlo - dijo, dedicándole una pequeña sonrisa.

- Ah Lan Zhan, Lan Zhan ¿puedo saber por qué me invitaste a salir?

- Secreto – contestó el alfa, extendiendo al omega dos varillas con tanghulu, una de fresas y otra con mandarinas, dándole la oportunidad para elegir.

- ¿Secreto? Lan Zhan, somos amigos... a menos que... - se acercó al contrario, juntando casi sus rostros - ¿me dirás que por fin te confesarás...?

Oh uh... ¿lo sabe?

- ¿Te confesarás a MianMian? –

- ... - quedó estático -... Ridículo

- ¡Jajajajajaja! ¡Lo siento, lo siento! ¡Tenía que decirlo! – continuó riendo un poco más mientras se sostenía el estómago.

Luego vino el silencio. Al inicio fue incómodo por la reciente broma, pero cuando el omega se pasó al lado del alfa y recargó su mano en el asiento, la incomodidad pasó nuevamente al nerviosismo. Las manos de ambos poco a poco se fueron acercando a las del contrario. Cuando por fin sus dedos se rozaron, ambos pintaron de rojo sus mejillas mientras terminaban de comer sus thangulu.

- Lan Zhan

- ¿Mn?

- ... me gustas – dijo. El ambiente nuevamente se tensó. La temperatura del alfa bajó repentinamente, puede que incluso su respiración y sus palpitaciones se detuvieran. No escuchó mal ¿verdad?

- Me gustas desde hace algún tiempo... sé que seguramente sientes algo por MianMian, pero quería que ¡AAHH! – sin esperar, el omega fue estrechado fuertemente entre los brazos del alfa, quien ocultó su rostro en el cuello del contrario mientras pequeños cristales se deslizaban por sus mejillas, cayendo la piel del contrario.

- ¿Es verdad lo que dijiste? – preguntó separándose un poco de su escondite.

- ¿Eh? – era la primera vez que lo veía llorar, pero el rojo de sus mejillas y la luz del sol poniente, junto al color degradado del cielo desde el violeta hasta el naranja, le daba al alfa una imagen esperanzadora, hermosa, hacían que sus ojos ámbar se convirtieran en el mismo sol y sus mejillas fueran imagen del fuego en que sus sentimientos se convirtieron – Sí...

Poco a poco, sin romper el abrazo, el alfa se acercó al rostro del contrario, viendo su reflejo en los vidrios plateados del omega, que poco a poco se cerraban. Se detuvo. Sentía sus mejillas arder, sentía el aliento del contrario chocando con el suyo.

- Si vas a tomar la inocencia de mis labios, hazlo ahora – ordenó el omega. Finalmente, juntó sus labios con los del otro.

Fue una chispa, fue llegar a una fuente de agua después de pasar días sediento.

Fue sentir un cosquilleo que recorría sus labios, sus mejillas, sus ojos, su cuerpo...

Fue sentir sus mejillas incendiarse...

Fue sentir un lazo que conectaba su cuerpo y sus corazones, que conectaba su mente...

Fue quedar suspendidos en el tiempo, fue una foto tomada por un "yo" fuera de sí mismos, viendo el paisaje y encajando a ambos dentro del mismo.

No había palabras que pudieran describir el primero de los muchos besos que les seguirían, no había forma de expresar la dicha que sus almas sentían.

Sabía a dulce, sabía a fresa y a mandarina, sabía a azúcar, sabía a amor...

Olía a sándalo, olía a manzanas, olía a brisa y a lotos...

Se separaron, solo un poco. Miraron el sol y la luna en sus rostros y volvieron a formar el eclipse de amor uniendo sus labios otra vez. Un beso, otro beso, un besito. Labio superior, labio inferior. Tímido, inexperto, tierno, ansioso. Un poco húmedo, un poco dulce. Faltaba aire y faltaban besos.

Terminaron, admiraron sus mejillas hechas fuego, sus ojos hechos esferas de cristal, sintieron sus corazones correr y dejaron a su alma descansar. Juntaron sus frentes y sonrieron al otro.


...


NOTA

*Tanghulu: es una brocheta de frutas caramelizadas, originario del norte de China.


...

Desconozco al artista de la imagen puesta al inicio, pero si alguien sabe espero pieza compartir el link de su perfil

Hay Besos que... (WangXian-Kisspril)Where stories live. Discover now