Día 5: Hay Besos que arrebatan los sentidos

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¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios


...


No es que estuviera celoso, solo que no le gustaba que ese alfa estuviera merodeando, así como así a su omega...

Bueno, sí, sí estaba celoso. Pero no porque desconfiara de Wei Ying, él confiaba completamente en su omega y nunca dudaría de su fidelidad...

Pero no podría decir los mismo de Wen Chao, quien además de estar casado con esa Wang LingJiao y de haber notado que su omega llevaba en su dedo anular un anillo de matrimonio, no había parado de coquetearle y llenarlo de halagos nada discretos, pues hasta él los había escuchado.

Sin embargo, sabía que Wei Ying era fuerte y perfectamente capaz de defenderse, así que esperó sin dejar de preocuparse y, si llegara a ser necesario, intervenir. Solo unos momentos después, el alfa Wen parecía por fin haber desistido a sus intentos de conquista y se retiró dejando al omega solo, para que pudiera seguir conviviendo con los presentes en esa reunión hecha por las empresas Lan.

El alfa fue llamado para una pequeña reunión con posibles inversores, así que se retiró del salón principal no sin antes ir hacia su pareja y darle un pequeño beso, avisando que lo dejaría por unos minutos... minutos que se transformaron en dos horas.

Sin embargo, en cuanto salió y buscó con la mirada a su omega, y al no verlo y preguntar a Jiang WanYing y a HuaiSang por él, solo para recibir por respuesta que tampoco sabían dónde estaba... se preocupó. Empezó a recorrer el lugar, también preguntó a su hermano y a su cuñada, para recibir la misma respuesta. Pero no pasó mucho tiempo para que desde uno de los balcones alcanzara a ver en los jardines a su omega... acompañado del mimo alfa de hace rato.

Se dirigió hacia ellos, solo para alcanzar a escuchar nuevamente la coquetería descarada del Wen.

- ¡Vamos! Si quieres puedo usar un repelente de feromonas para que tu alfa no se dé cuenta, no tiene por qué enterarse – dijo, invadiendo el espacio personal del otro que lo está ignorando.

Los puños del Lan, que escucha a escondidas a pesar de que está prohibido por su familia, se han puesto blancos de lo fuertemente que están cerrados.

- Wen Chao – interrumpió Wei Ying - ¿Es que Wang LingJiao se ha cansado de ti?

- ¿Qué has dicho?

- ¿Qué si ya has dejado de dejar satisfecha a tu pareja? Sino, no veo por qué ella no se ha presentado hoy contigo ni le encuentro otra explicación a tu insistencia de querer acostarte conmigo ... solo se me ocurre que piensas darme el lugar de un trofeo para recuperar tu ego...

- ¿¡Cómo te atreves!? – gritó, rojo de la vergüenza, y levantando un puño para dirigirlo al omega que lo estaba confrontando.

Sin embargo, este momento nunca llegó.

El alfa Wen yacía tirado en el suelo después de recibir dos duros golpes por parte del Lan quien decidió intervenir y evitar que su esposo saliera lastimado.

- ¡Lan Zhan! – gritó el omega, yendo en dirección hacia el Lan - ¡Lan Zhan, lo tenía todo bajo control! ¿¡Por qué lo hiciste!? ¡Esto afectara a los negocios de los Lan!

El alfa se giró, furioso, lo cual asustó a Wei Ying. Su mano fue tomada con algo de brusquedad y llevado hacia más adentro de los jardines.

Una vez adentrados en la oscuridad de los jardines, el alfa volvió a jalar hacia sí a su pareja y estampó su boca con la del contrario. Sí, estaba furioso pero no con él, sino con el comentario que hizo, haciendo pensar que los negocios de los Lan eran más importantes que su propio bienestar.

- ¡Nunca vuelvas a decir algo como eso! – dijo pegado a sus labios.

- ¿Eh? – sin darle tiempo a responder, sostenido y apretado entre los brazos de Lan, los labios de omega fueron tomados con brusquedad. Una lengua ya no pedía permiso, sino que luchaba por adentrarse en la boca del contrario, y una vez logrado esto, empezó a simular aquel movimiento primitivo, sensual y hambriento que solo las parejas podían mostrarse en las sábanas. Con diferentes ángulos, se dedico a devorar la boca de su omega.

El aire le faltaba, su rostro estaba caliente y rojo, de sus ojos se deslizaban lágrimas a causa de la misma falta de aire y también al sentir la lengua de su alfa salir y entrar dentro de su boca, sus labios cosquilleaban y sus manos se agarraban fuertemente de la camisa del contrario. Sus piernas se debilitaban poco a poco, haciendo que fuera difícil sostenerse sobre sí mismo.

- Lan Zhan – decía entre beso y beso – Lan Zhan... no pued- no puedo respirar.

El alfa se alejó poco a poco si dejar de besarle, la intensidad de los besos baja poco a poco, pasó a dejar besos en el cuello de su pareja, en el lóbulo de su oreja, detrás de la oreja, en la barbilla, besó las lágrimas de sus ojos, besó el rubor de sus mejillas y regresó nuevamente a sus labios, mordisqueando y tirando ligeramente del labio inferior. Una vez más, volvió a introducir su lengua en la boca del contrario, deslizándola lentamente, saboreando al otro. Sus manos empezaron a recorrer el rostro, el cuello, los hombros, el pecho, las caderas de su esposo. Lo pegó más hacia él. El deseo y el erotismo estaban pintados en las mejillas de ambos. Cada que se separaban, una ligera bruma salía de sus bocas solo para desaparecer al unirse nuevamente.

- Tú eres más importante que cualquier negocio – dijo, besándoles suavemente – Tu dignidad y tu honor no tienen precio – lo besó otra vez – si necesito enfrentarme a alguien para protegerte lo haré.

Lo tomó de sus mejillas, y otorgó un último beso que unió sus almas, sus alientos, que sincronizó y aceleró sus corazones.

Al separarse vieron sus ojos vidriosos, hambrientos, deseosos. Tocaron las mejillas del contrario.

- Vamos a casa – concluyó Wei Ying.

Hay Besos que... (WangXian-Kisspril)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora