28.- ¿Pasado o presente?

Začít od začátku
                                    

«Pesada es la tía esta; no sé qué querrá sacarme, pero juro que no pienso dar un paso en falso. Mis labios están sellados».

—¡Totalmente! —contesta Taehyung ante mi cara desencajada.

—Picas...

—En el estudio se pasan el día juntos. Namjoon hyung ya ni intenta que Jungkookie esté con otros tatuadores enseñándole, porque siempre está con noona. Además, cuando paso por el pasillo están hablando, y cuando entro al estudio de noona, se están riendo juntos por cualquier cosa. ¡Hasta se hablan en clave! —aclara muy contento.

Este chaval no sabe cuándo callarse la boca. Que no, que no se lo ha enseñado nadie. Ahora mismo ni me siento las piernas por la presión de esperar a la contestación que Hye tenga que dar a toda esa información confidencial que Picasso ha decidido soltar sin mi permiso. Sin embargo, para sorpresa de una servidora, Hye camina sin dar señales de haberse enfadado; sigue con las manos metidas en su cazadora beige y el único sonido que me hace saber que lo ha escuchado todo sale de sus labios en forma de un murmuro largo y calmado.

—Al ritmo que llevan, acabarán haciéndose parejita en menos de un mes —prosigue Taehyung—. Jiminie y yo hemos hablado y creo que... ¡Ah! —chilla el traidor cuando le doy un codazo para que se calle antes de darle a Hye hasta mi número de identidad.

Tras un silencio tenso en el que Tae acaba por pillar que no quiero que hable de mis asuntos íntimos como quien comenta una revista del corazón, Hye nos lanza una mirada de soslayo y sigue andando un poco por delante.

—La única razón por la que no he dado más por culo con el tema de Jungkook es porque Hoseok asegura que es un buen chico —argumenta mi amiga, con una voz de lo más seria—. Pero que ese chaval sea buena persona no es suficiente para evitar que sufras de una manera u otra, Sonie. —Hye chasquea la lengua mientras que Tae y yo nos miramos descolocados—. Es lo que me da miedo de todo este tema: no quiero que vuelvas a pasar por eso. No quiero que te hagan tanto daño otra vez.

—¿Cómo? —pregunto en un tono demasiado bajo como para que nadie me haya oído.

Mi amiga sigue encabezando el camino, sin volverse para ver la reacción que ha provocado con su frase. Resulta que toda esa reticencia a que el coloso y yo nos acercáramos más de la cuenta, ¿era solo por eso? ¿Porque estaban preocupadas por mí?

No puedo mentir: me he ablandado cual chocolatina abandonada en el salpicadero de un coche. A veces se me olvida que, tal y como yo me preocupo por ellas, mis amigas deben sentir algo así como aprecio también hacia mi persona. Y es bonito entender que detrás de todas las peleas, las pullitas y las broncas, hay algo —aunque solo sea un poquito— de amor.

«Con un poquito me vale».

Como Hye nos ha guiado, me cuesta entender que ya hemos llegado al local en el que se celebra el combate esta noche. Además, metida en ensoñaciones en las que Hye y Misu me confesaban que yo —y solo yo— soy la mejor amiga que ha existido en el mundo, me ha costado un poco entender por qué habíamos pasado de la iluminación constante de la calle a las parpadeantes luces naranjas, moradas y rojas que hay aquí dentro.

El ritual de intentar no perdernos ni separarnos empieza una vez nos metemos entre la masa de gente que va a presenciar el combate; me agarro a Hye casi sin darme cuenta y otra mano más lo hace a la mía: la de Picasso. Normalmente, esa otra mano que me agarra suele ser la de Misu, pero mi amiga —por raro que parezca— no ha querido acompañarnos hoy. Ha puesto de excusa que tenía planes importantes y, aunque no quiero pensar mucho en con quién habrá hecho esos planes, sé que cierto tío con pinta de monje y brazos como para partir melones tiene algo que ver.

Dostali jste se na konec publikovaných kapitol.

⏰ Poslední aktualizace: Apr 23 ⏰

Přidej si tento příběh do své knihovny, abys byl/a informován/a o nových kapitolách!

Inked KnockoutKde žijí příběhy. Začni objevovat