Te Espero en mi Próxima Vida

Solo Estrellas

He pensado por semanas la manera de decirle que recuerdo nuestra vida pasada. No he sabido como decirle, lo más probable es que no lo recuerde, y que tampoco me crea.

Empecé a planear un viaje al aire libre. No siempre le agradan, pero quise hacerlo, ya que es la única forma de decirle. Es la única forma que he encontrado para poder decirle todo, para decirle todo lo que recuerdo, y todo lo que le amo, así como el que él haya cumplido su promesa, aunque ni siquiera la recuerde.

Empecé a investigar y encontrar un lugar similar al de aquella época. Empecé a hacer llamadas y a comprar lo necesario para poder ir. Mentí diciendo que era trabajo, hasta que decidí decirle todo.

Estoy segura de que ni siquiera le importó mucho el viaje. La mitad del viaje se la pasó metido en un libro, mientras que la otra mitad, solo me escuchaba parlotear, de ser necesario me diría una o dos palabras, yo era la que no me callaba en todo el camino.

Llegamos y me ayudó a poner la casa de campaña y acomodar todo lo demás. Ni siquiera le importaba su entorno, no le prestaba atención, lo único que podía notar era el cómo me miraba cuando yo iba de un lado a otro. Habló un poco más que durante el camino, pero yo seguí sin callarme por un buen rato. Quizá debí de haber cerrado la boca por un momento.

Me gustaba estar ahí, era emocionante y me agradaba, por su parte, a Hansel no se le veía muy emocionado, pero parecía gustarle, pude notar que no estaba fingiendo, al menos le era agradable.

Anocheció y miré las estrellas, de vez en cuando le daba un vistazo a él. Ni siquiera le importaban, empecé unirlas y a imaginarme que forma harían. Le señalé una que parecía una flor y se lo dije, él solo respondió

- Yo no veo nada - miró al cielo buscando encontrar una flor.

- ¿No? - lo miré con más burla que incredulidad.

- Yo solo veo estrellas - dijo con demasiada sinceridad.

Sonreí y me levanté del suelo para señalarle esa y todas aquellas que aparecían en mi camino. Ni siquiera les ponía realmente atención, aunque fingía hacerlo mientras seguía mi mano, pero ambos sabíamos que no le importaban mucho, el solo veía simples estrellas.

Era igual a aquellas noches pasadas, parecía como si hubiésemos regresado a aquel pasado. Entonces solté:

- Es igual que como sucedía en aquel tiempo - sonreí - Tú y yo - le di un ligero vistazo.

- ¿Tú y yo? - se veía muy confundido.

- Sí - lo miré detenidamente - ¿No lo recuerdas? - lo interrumpí antes de que dijera otra cosa - Estoy segura que no - lo miré mientras sonreía levemente.

- Y qué pensarías... - por primera vez lo vi mirar las estrellas con atención -. Si te dijera que lo recuerdo - volvió a mirarme.

No me esperaba esa respuesta. Me quedé mirándolo con sorpresa, ni siquiera sabía que decir, me había dejado sin palabras, entre balbuceos pude decir.

- ¿De qué estás hablando?

- Eso es lo que debería de decirte yo - sonrió - ¿Qué es eso que tu recuerdas y yo no?

- Pero dijiste que lo recuerdas - respondí algo confundida.

- Porque puede que lo sea.

- No creo, es casi imposible - lo miré -. Puede que ni siquiera me creas.

- Te creeré, solo dilo - volvió a ver las estrellas.

- No me convence, pero lo diré - miré a las estrellas y luego a él -. ¿Me creerías si te dijera que te conozco de una vida atrás?

- Te creo - me miró

- ¿Enserio? - lo miré sin creerle.

- Sí - respondió con calma.

Me quedé en silencio mientras intentaba descifrara si realmente me había creído, o si en realidad fingía creerme. Era muy improbable que me creyera, aunque quería que lo hiciera, iba a preguntarle de nuevo, y como si él supiera lo que pensaba me dijo con una sonrisa.

- Realmente te creo.

- Fue muy fácil - dije aún con duda.

- Porque yo también lo recuerdo.

- ¡¿Lo recuerdas!? - me sobresalte un poco.

- Sí - puso su cabeza en mi hombro -. Lo recuerdo todo, hasta el último día - sonrió -. Recuerdo como en un lugar muy similar a este hablábamos de cualquier cosa, así como hacíamos cualquier otra... - calló por un instante -. Así como también recuerdo que me evitaste por un año.

- Te dolió mucho ¿verdad? - reí -. Recuerdo que no muy de vez en cuando sacabas ese tema a relucir... - lo miré -. Además... fue menos de un año.

- Bueno, está bien - sonrió -. Casi un año - me miró -. Desde hace cuando lo recuerdas.

- ¿Todo? - lo miré -. Tal vez poco más de un año, no puedo decirlo con exactitud - miré las estrellas - ¿Y tú?

- El mismo tiempo que tu - me miró - Aunque a mi mente empezaron a venir algunos recuerdos cuando te conocí.

- Me sucedió lo mismo - dije.

- Quizá eso explique porque no quería alejarme de ti la primera vez que te vi.

- ¿Y ahora? - me levanté del suelo y me puse frente a él.

- No quiero perderte - dijo mientras sonreía -. Aun si esos recuerdos no existieran, no quiero perderte - se levanto del suelo y tomó mi mano -. Lo supe desde esa vez en el parque - me atrajo hacia él -. ¿Pero qué me dices tu?

- Que te amo - sonreí -. Y que... aun si no existiera esa vida, seguiría amándote hasta la otra - le di un beso en la mejilla y lo miré mientras sonreía -. Esta es mi promesa, la cumpliré aún si es en la otra vida.

- Sé que la cumplirás - sonrió cálidamente.

Él tomó mis mejillas con ambas manos y se acercó a besarme. Lo hizo en esa noche estrellada, para él son solo estrellas, simples estrellas que brillan en la oscuridad, pero para mí, son las espectadoras de nuestra historia, y de nuestra promesa.