Ganar

5 2 0
                                    

"Espérame"

Eso fue lo último que escuché antes de despertar. Dalia no volvió a aparecerse cerca de mí desde aquel día, cumplió su promesa, era como si hubiera desaparecido de la Tierra, nunca me crucé con ella, ni siquiera llegué a saber sobre ella. Desapareció.

Y al igual que ella, lo que me mantenía ocupada de fue desvaneciendo de a poco, hasta que ya podía volver a ver a Hansel. Había pasado tiempo desde lo que había sucedido aquel día, y ya no nos habíamos vuelto a ver. Es cierto, hablaba la mayoría de las noches con él, procuraba que fuera a diario, pero a pesar de ello, nunca cruzamos, ni teníamos el tiempo para vernos.

— ¿Tienes tiempo el día de hoy? —

Dije en cuanto escuché su voz contestar el teléfono. Estaba nerviosa, recuerdo que fue lo que dije en cuanto él contestó la llamada, probablemente se sintió desconcertado, ya que se quedó en silencio por un rato, fue hasta que quizá un par de minutos después dijo:

— Lo tengo, ¿por qué lo... —

— ¡Hay que vernos! — lo interrumpí precipitadamente —

— ¿A qué hora? — escuché un suspiro —

— ¿Puedes?... — respiré profundo y luego exhalé — ¿Puedes ahora mismo? —

— ¿Dónde nos vemos? —

— Donde siempre — dije rápidamente —

Se quedó callado por un tiempo, y eso hizo que mis nervios se agrandaran considerablemente.

— Entonces ahí nos vemos —

— Gracias — respondí con una sonrisa —

Después de eso, finalicé la llamada y dejé todo lo que estaba haciendo en ese momento. Recuerdo que me apresuré a llegar lo más rápido que pudiera, ya no podía esperar más, tenía que decirle en este momento.

Realmente no me importaba que pasara después, aun si la respuesta no fuera la que yo quisiera, lo único que quería hacer en ese momento era decirle cuanto lo amo. No tenía ni idea de que pasaría después de eso, tal vez me sentiría herida por el rechazo, pues no estaba segura de que realmente me quisiera como yo a él, pero no importaba, solo quería que lo supiera.

Me apresuré a llegar tan rápido como pudiera, quería llegar primero que él, aunque tuviera que esperar otro poco para verlo. Sin embargo, él llegó primero, no sé por cuanto tiempo, pero es probable que ya haya tenido tiempo esperando, y como me hubiera gustado haber llagado primero.

Un beso me hizo detenerme en seco, incluso mi corazón dejó de latir por unos segundos. Sabía que podía pasar algo como esto, pero, aun así, es doloroso. Es tan doloroso, igual o peor que cualquier golpe.

«Estoy llorando» dije después de sentir mis mejillas húmedas, sentía como las lagrimas no dejaban de brotar, no podía detenerlas, solo salían sin control. «Me duele» dije observando esta escena desde lejos. «No quiero ver esto» ni siquiera di otro paso más, me detuve y me di la vuelta, no voltee hacia atrás, solo quise volver a casa.

Si tan solo me hubiera apresurado un poco, de esa forma habría llegado yo primero y no hubiera visto esa escena. Es cierto, me hubiera rechazado, pero no hubiera visto ese beso con Dalia, y tal vez no me sentiría tan mal como ahora, tal vez todas mis ilusiones y mi corazón no se hubieran roto de una manera tan cruel.

Corrí para volver a casa, tenía la vista borrosa por tantas lágrimas, casi no podía distinguir las cosas. Fue en ese retorno as casa cuando recordé lo que había dicho la ultima vez que nos vimos.

"Lo sabrás en ese momento, y estoy segura de que ganaré". «A eso se refería» me detuve en cuanto eso llegó a mi mente, era eso, después de haber visto aquella escena y recordar sus palabras ahora sabía de que estaba hablando, era aterrador ver como todas sus palabras cobraban sentido.

«Será que desde entonces... ¿o fue desde antes?» miles de pensamientos similares a este me acompañaron durante mi camino a casa. Quería olvidarlo todo, pero esto no dejaba de dar vueltas por mi cabeza, era un pensamiento que no podía sacarme por más que deseara hacerlo en ese momento.

— ¿Qué fue lo que ocurrió? — dijo Clarisse cuando llegué a casa.

— No quiero hablar ahora — respondí apresurándome a ir a mi habitación.

— Pero...

— Ahora no — la interrumpí.

Mi tono de voz se volvió agresivo cuando contesté, ahora no quería hablar ni saber de nada. Clarisse me miró estupefacta, pude darme cuenta de su expresión, podría decir que incluso se veía preocupada, entonces traté de calmarme un poco y le dije:

— Ahora no es buen momento, después... — entré a mi habitación y cerré la puerta.

Una vez estando ahí me tumbé en la cama, fue en ese momento cuando mi cabeza y mi corazón estuvieron de acuerdo, no podía hacer nada, no podía cambiar nada. En estos momentos ni siquiera sabía desde cuando comenzó, pero lo que si sabía es que Dalia tenía razón.

Ese día lo decía con una enorme seguridad, ella ya sabía cual sería el resultado. Nunca quise involucrarme en su competencia, nunca quise ser parte de su guerra, pero a pesar de ello, yo ya estaba involucrada sin saberlo, y sin saberlo, ya había perdido. Al final, Dalia tenía razón, ella iba a ganar, y justo en el momento en que me encerré en mi habitación lo confirmé, ella ganó.

Te Espero en mi Próxima VidaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz