Capítulo 20

273 33 5
                                    

Me despierto estoy acorralada por los brazos de Duncan quien duerme plácidamente y su cabello cae a su frente, me quedo viéndolo con pena pensé que algo malo le había pasado ayer.
Sin despertarlo me levanto y voy al baño, como siempre las náuseas matutinas haciendo de las suyas y siento el abrazo de él en mi espalda, me doy la vuelta y lo abrazo por inercia
—Duncan, esos disparos...—
No me deja hablar y me carga y me lleva a la cama y me sube sobre él
—no quiero hablar de eso, solo dame amor— se escucha afligido
—me asuste demasiado cuando supe lo que te pasó y vine corriendo, creí que los había perdido— tiene su cara escondida en mis pechos.
—estoy bien Duncan, a mi no fue que me dispararon, así que cálmate— me besa y quiero evitarlo solo me enjuague la boca
—no, acabo de vomitar— pero él me toma por la nunca

—no me importa solo bésame aurora—

sus manos se deslizan por mi espalda y se meten por mi camiseta, su mano se desliza por mi cabello masajeando mi craneo y con la otra aprieta mi trasero mientras siento lo duro por encima de su bóxer y toma mi mano y la lleva allá haciendo que me sonroje, pero no la aparto y me sigue besando y bajo por mi cuello donde pasa su lengua y chupa haciendo que mis pezones se hagan bolita y los pelos de mi cuerpo se engrifen temblando sutilmente.

Me aleja y me mira a los ojos demasiado excitado y se muerde el labio inferior con malicia mientras mueve mi cintura frotando ambas intimidades y con la voz varonil y al mismo tiempo suave me pregunto:
—¿me permites hacerte el amor mi hermosa aurora? No puedo evitar las ganas de tenerte y sentirte, ver tu cara tan hermosa y sonrojada mientras te tengo así me esta volviendo extremadamente sensible, quiero respetarte, pero tú eres muy tierna y eso es lo que me prende, desde aquí te estoy viendo y pareces una estrella, tú cabello, tú cintura— aprieta

sube su mano hacia uno de mis pechos y lo presiona
—tus tetas aurora, quiero hacerte el amor y deslizar mi nariz por tu vientre hasta detenerme aquí...—
su mano se adentra por mi pantalón y me toca el clitoris y suelto un gemido y me remuevo
—que grites mi nombre sumergida en tanto placer que no te puedas contener, pero que te escuches tierna y avergonzada para que me excites más—

Me tomó por la nuca y me besa adentrando su lengua en mi boca y ya no pude resistirme más, seguía el beso y se alejó de mí y con dureza rompió los botones de la camisa y sus labios y lengua tomaron mi pecho izquierdo succionando y lamiendo haciéndome temblar y tocar su cabeza haciéndole presión mientras seguía apretando mi cintura. Se separa de mí y me vuelve hablar con los ojos apagados
—no me has respondido mi preciosa aurora, ¿me dejas hacerte el amor?— trataba de calmar mi respiración agitada y mi frente sudaba
—tal vez no sea correcto Duncan, pero mi cuerpo...— me toca abajo presionando mi clitoris y no evito el gemido
—sie-nto algo removerse dentro de mí, deseo volver a sentir, pero no quiero que duela como la primera vez, siento miedo— desliza su mano por mi cabello echándolo hacia atrás y me habla bonito.
—prometo que no pasará como la primera vez, esta vez solo vas a desear más y más aurora—

Me acostó en la cama y subió sobre mí nos miramos fijamente unos segundos y subió mis manos a cada lado de mi cabeza para luego deslizar sus manos por mi cintura y quitar mi pantalón y abrir mis piernas, mi cara enrojece al ver cómo me observa completamente y sus manos suben y bajan suavemente hasta detenerse más abajo de mi cintura y clavarme los dedos, mis ojos se cierran por inercia y su nariz me hace cosquillas en mi vientre, pero un respingo sale de mí cuando siento deslizarse más hasta llegar a mi vagina y deslizar su lengua de arriba hacia abajo en movimientos lentos que después se vuelven rápidos.

No puedo describir con exactitud la oleada de placer que se intensifica en mí, siento que mi cintura se mueve sola y que mi cuerpo solo responde a eso y se calienta demasiado, mientras sus manos me aprietan y el temblor de mi cuerpo no para.
—¡aahhh!— no puedo callar lo que siento y un nudo en mi vientre bajo se va haciendo hasta que grito
—¡DUNCAN!— al sentir como succionó mi clitoris hasta que explotó en su boca. Por unos segundos esa sensación placentera y desesperante se siente tan bien que ocultarlo es inevitable. Vuelve hacia arriba y me susurra.
—abre tus ojos— tengo la mirada apagada y me sonríe y me besa
—quiero que me veas haciéndote esto—
Me acomodo en mis codos y lo veo, desliza una de sus manos por mi vientre hasta llegar a mi vagina, siento como lentamente entra un dedo dentro de mí y gimoteó en sus labios y poco a poco entra otro dedo despacio y suave, siento sus dedos moverse dentro de mí a velocidad algo acelerada y más rápido haciéndome caer hacia atrás.

Se separa de mí y su mano se posa en mi cuello sin ser duro ejerciendo algo de presión que me gusta conociendo cosas que no tenía idea que me iban a gustar y sus dedos se adentran con movimientos de arriba abajo tocándome algo muy sensible dentro y mi cuerpo se mueve solo mientras no aparto mi mirada de la de él como me lo ordenó, pero al final no resistí tanto placer y grité con mis ojos cerrados
—¡AHH! ¡Basta!— explotando nuevamente, pero esta vez había mojado un poco la cama como si me hubiese hecho pis. El me sonríe, sube y besa mi frente llena de sudor.

—estás lista para mi disfrute— me susurra, pero no creo poder con más placer. Siento su lengua en mi cuello y detrás de mi oreja mientras la desliza deja un camino de baba y se pega de mi pezon otra vez dejando un línea de besos en mi vientre.
Se levanta de la cama y tira de su bóxer su pene esta demasiado erecto y lo acaricia, ahora se ve mas grande y trago grueso él descifra mi mirada
—todo lo entraré dentro de ti hasta lo más profundo hasta que me grite que me detenga—
—no se si asustarme o excitarme— digo con timidez
—con tu ternura no ayudas a que me controle—

Sube sobre mí y juega con mi entrada un poco para ir entrándolo lentamente
—dijiste qu-que no...— gimo, no dolía como la primera vez, pero aún habían rastros de dolor
—tranquila, te vas acomodar—hablaba en susurros audibles para mí y poco a poco iba moviendo su cintura y escuchaba lo fuerte de su respiración y como me acunaba en su pecho y brazos mientras su cintura se movía sola. Ambos gemíamos, pero él era tan delicado y duro, cada vez que gemía por dolor se preocupaba siendo él generoso.
—quiero que estes sobre mí— acepte y grave error, el se acomodo en la cama y yo me senté sobre él, pero era demasiado fuerte todo entro de golpe y mi vientre bajo dolió
—no, no puedo aquí se siente demasiado y duele— gemía tratando de alejarme, pero él tiró de mí y me acomodo en su pecho mientras él hacía el trabajo y yo alucinaba bajo esas embestidas duras y sin dolor y escuché su voz agitada con los dientes apretados

—prométe-me que a partir d-de hoy siempre serás mía y te podré tomar ¡aahhh! Cuando yo quieras y en cualquier lugar—

mi cabeza estaba nublada en este momento este hombre era mío totalmente

—dun-can, porque me pides cosas cuando sabes que estoy demasiado vul-vulnerable y no me negaré—
—solo dime que si, te trataré bien solo quiero tu permiso para todo mi bella aurora—

Dio una clavada tan dura y deliciosa y placentera donde sentí que toco un botón sensible que me hizo correrme con un grito y con los dientes apretados le hablé sin darme cuenta dejándome llevar por la lujuria y mi deseo.

—¡Si aaahhh! Todo lo que quieras joder, Duncan quiero más, dame más no quiero que pares, sigue así soy tuya—
—te daré más mi hermosa, pide todo lo que quieras-me susurro y siguió hasta correrse dentro de mí después de gritarme en mi oído mi nombre.
Me encuentro acostada de lado mientras él sostiene mi pierna, me penetra y me besa, todas las embestidas eran con dolor y placer hasta que él se volvió a correr dejándome totalmente exhausta y sin ganas de más.

Estamos en la regadera los dos él me ayuda a sostenerme porque de verdad estoy agotada, y me ayuda a lavarme cada parte del cuerpo masajeando mis pechos fingiendo lavarme y me habla
—abre las piernas— hago caso, pensé que realmente iba a lavarme en cambio me sostengo de la pared y otra vez me toma de espalda mientras el agua cae sobre nosotros y las paredes de cristal se llenan de vapor y se dibujan mis manos, mi cara y mi pecho mientras él no para y me coge duro sin Piedad.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Where stories live. Discover now