Capítulo 30

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—¿Puedo pasar o no? —dijo mientras se subía sus gafas redondas.

—Pensé que los mutantes no quedaban para tomar el té —dije recelosa.

—Por eso vengo solo. —Sonrió.

—¿Cómo sabías entonces dónde estaba?

—Un mago nunca revela sus secretos.

—En esta casa no creemos en la magia. ¿Cómo sabías dónde estaba? —El hombre se encogió de hombros.

—Puedes dejarme pasar y darme algo de beber, como haría una persona educada, o cerrarme la puerta en la cara. Entonces me iré a mi casa y tú te morirás de curiosidad mientras yo me tomo una buena copa en mi sofá.

Me eché a un lado para dejar pasar a Feránico, que se quitó la gabardina y la colgó en el perchero. Después de pasearse por el salón como quien está en su propia casa se sentó en la mesa y sonrió.

—Me encanta la decoración de la casa, tu temática es "caos" ¿No? —dijo burlón.

—Ahora en serio, ¿Por qué has venido?

—Para beber, y porque creo que tengo algo que tú quieres —El científico se apoyó en la mesa —. Algo que solo yo te puedo dar —dijo sacando un disco de su bolsillo —. Pero primero ¿Qué tienes para beber?

—Café —dije acercándome para cogerlo.

—¿Nada más? —Con un movimiento rápido volvió a guardarla en su bolsillo.

—Tengo la bodega vacía. Café, o lo tomas o lo dejas. —Feránico rodó los ojos.

—Dame un café manchado entonces...

—¿Manchado? Eso sí que no me lo esperaba. —Me giré para empezar a preparar la cafetera.

—Es muy pronto para un doble expresso. —Puse la máquina en marcha y me giré para poder hablar con el científico.

—¿Qué quieres? —dije seria.

—Bueno... Un pajarito me ha signado que tienes el ordenador de tu padre. —¿Dieciséis? ¿Cómo se ha enterado? ¿Se lo he dicho?

—Si quieres acceder a algo del laboratorio te sugiero que lo hagas desde el tuyo, que para algo lo tienes.

—Tenía la esperanza de que hackearíais el control.

—¿Qué control? No sé de qué me hablas.

—No te hagas la tonta conmigo, estoy seguro de que ya has abierto el ordenador y te has topado con la barrera de seguridad del laboratorio, la pregunta es: ¿La has quitado?

—¿Por qué quieres saberlo?

—Pensaba intercambiar información por información, tal vez algo de seguridad... —Se encogió de hombros.

—¿Información?

—Bueno... Trabajo dentro del laboratorio, sé dónde está la central que controla todos los proyectos y sé dónde esconden lo más valioso. ¿No es eso lo que quieres? ¿Robarnos?

—¡No quiero robaros!

—¿A no?

—¡No! Lo único que queremos es borrar los archivos de Co del laboratorio.

—¿Para quedaros vosotros con él?

—Para darle una vida mejor, es lo que se merece —El científico levantó las manos en señal de rendición —. ¿Qué pasa?

—Nada —dijo simple.

—Mientes.

—Cuidar a un mutante es complicado.

Co (Más que un escorpión)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt