el destino

capitulo 31

Lo que empezó con un beso dulce, lento y sin prisas terminó con otras cositas de por medio, ni siquiera quiero decirlas luego de lo que hicimos el me cargo en sus brazos y camino hacia casa y cuando llegamos el dejo que mis pies tocaran suavemente el suelo, la abuela se acerco a él preocupada y el solo dijo mentiras, este idiota le lanze mi mirada de desaprobación pero el me ignoro, ¡JA que idiota! Después de todas las cosas que me hizo y ahora me ignora, entonces yo hice lo mismo, subí a mi habitacion para bañarme busque ropa y entre a la tina y a mi llegaron todos esos recuerdos del lago, no puedo creer que nosotros nos rozamos de tal manera al aire libre, cuando dije que para hacer eso tendríamos que estar medio locos, ¡que vergüenza!, me hecho agua en la cara, y decido no pensar más en eso.

Y concentrarme, bueno liam perdió su casa y no solo eso muchísimas cosas mas, mañana debería ir al pueblo y comprar algunas cosas, luego empezar con el entrenamiento y estrategias para matar a ese imbécil, tantas cosas para hacer, salí de la tina me seque el cuerpo y me puse mi ropa interior color negro, luego una remera color gris y unos shorts azul claro, baje y pude ver a Liam dormido en el sofá, se ve tan tierno cuando duerme.

Fui a la cocina y de la heladera saqué un helado, subí de nuevo a mi habitación con el helado en manos y me sente en la cama, comí el postre dulce, de sabor chocolate Y justo en ese momento Sara se comunicó conmigo a través del enlace.

_gala, lamento lo que sucedió hoy con tus padres -dijo con tristeza

_si, no sé que voy a hacer a partir de ahora

_¡sabes que estoy aquí para lo que necesites!

_realmente te lo agradezco Sara

_descansa, seguramente estás muy mal

Y con eso cerramos el enlace.

salí de mi cuarto y fui al de mis padres, abri la puerta de su habitación y todo aquí siempre está ordenado, limpio, con un suave aroma a lavanda, el aroma que le gusta a mamá, luego me dirijo hacia el armario que es enorme en dónde guardaban su ropa juntos, los zapatos al lado del otro, las cajas con los álbumes de fotos, las corbatas de papá, los vestidos de mamá, estar sin ellos es un dolor en mi corazón, tengo miedo, yo no sé si voy a poder con todo esto que es tan nuevo para mí, sali de su armario y me sente en el tocador de mamá vi sus maquillajes, su joyeria tan fina y delicada, recuerdo cuando papá hacia de todo por complacer a mamá comprando todo tipo de cosas para ella, perfumes, chocolates, flores, y demás, ellos se amaban demasiado.

hacia que mi corazón pesara por todos los recuerdos que venian hacia mi cabeza, me levanté y me acoste en su cama sin pensarlo dos veces los ojos se me pusieron borrosos y deje que mis lágrimas recorrieran mis mejillas me envolví en las sábanas de la cama y sin darme cuenta me quedé dormida.

Los pequeños rayos del sol se filtraron por la ventana de la habitación, y mi nariz olfatea el leve olor a lavanda combinados con el aroma de liam, abrí los ojos lentamente y vi a Liam acostado justo al frente mío, su piel está más bronceada ahora, su boca tan sabrosa que tiene un rosa claro, me acerque y deposite un pequeño beso en sus labios luego me di la vuelta y en la mesita de luz al lado de la cama vi en el reloj la hora eran las nueve de la mañana, se veía tan dulce durmiendo que no quería despertarlo seguramente estaba cansado así que lo deje dormir y me levante, baje hacia la cocina y estaba la abuela preparando el desayuno sollozando.

_¿Abuela?

Ella se sorprendió y se limpió las lágrimas, luego me miró.

_ah mi niña

La abrace _¡todo va a estar bien te lo prometo!

Ella me devolvió el abrazo.

_mi niña, lo sé pero no quiero que crezcan tan rápido

_el año que viene ya cumplo 18

_si, que rápido pasa el tiempo -dijo con la voz cargada de tristeza

No quería llorar así que luchaba con las lágrimas para no dejarlas salir.

_voy a salir

_¿que porque?

_necesitamos cosas, como comida y otras más

_mm.. yo no creo pero está bien, con cuidado por favor

Asentí volví de nuevo arriba hacia mi habitación que sigue desordenada y pronto va a estar más desordenado, fui al armario y saque un remera negra, con unos shorts de color negro también me desvisto y me coloco la ropa, busco unos borcegos de color beige y me los pongo y bajo nuevamente la abuela se encontraba desayunando en la cocina unas frutillas con jugo de naranja, yo comi unas par, las frutillas son mi fruta favorita pero hoy no tengo tanto apetito, tome agua, me despedí de la abuela y sali de casa.