La siguiente semana parece pasarse rápido, Hunter y yo nos vemos envueltos con los proyectos escolares y la semana de exámenes. Desde el día en que me confesó sus sentimientos, los dos hemos estado saliendo un poco más y las cosas se sienten diferentes entre ambos, más seguras, estables y me agrada esa estabilidad que me proporciona.
Nos encontramos en las gradas comiendo juntos en la hora del almuerzo, sin duda, venir a comer solos a las gradas se ha vuelto mi momento favorito a la hora del receso escolar.
─Entonces, ¿entrenarás hasta tarde? ─Le pregunto para sacar algo de platica mientras comemos.
─Sí, ahora que hemos estado ganando los partidos, es importante para el entrenador que nos mantengamos a raya, entrenar es demasiado importante.
─Yo jamás podría hacer algún deporte ─le aseguro al tiempo que frunzo los labios─. Admito ser demasiado floja para ellos.
Hunter se ríe.
─Y Nate parece ser bueno para ellos ─dice refiriéndose a mi hermano, yo asiento.
─Nate es bueno en casi todo lo que hace ─confieso, creo que esto se debe a que mi hermano es demasiado perfeccionista, aunque no lo parezca siempre. Buenas calificaciones, excelente en deportes, responsable, demasiado responsable diría yo.
─Cómo Ben ─dice refiriéndose a su hermano─. Aunque a veces puede ser irritante.
─¿Por qué lo dices?
Cuestiono al enarcar las cejas.
─No lo sé, Ben siempre es como el hijo perfecto ─se encoge de hombros y diviso una mueca en sus labios.
─Entiendo eso, a mi Nate también me parece que es el hijo perfecto ─confieso y me alegro de no ser la única de tener esos pensamientos.
─Yo diría que tu tienes más ventaja en casa por ser la única chica.
Ladeo la cabeza.
─Quizás tenga un poco de ventaja, sí. Pero eso no quita que todos me comparen con Nate, ya sabes, él siempre es más disciplinado, llega tiempo a clases, es muy responsable y se le da bien casi todo lo que hace mientras que yo soy más como una especie de desastre.
─Un bonito desastre diría yo.
Me sonrojo al segundo que dice eso. Todavía no me acostumbro a los cumplidos que Hunter suele hacer de vez en cuando, me toman sin duda desprevenida, pero consiguen provocar que me sonroje y mi corazón se emocione por culpa de ellos.
Es que, ¿quién no se siente especial cuando alguien le hace un cumplido? ¿en especial alguien tan lindo como Hunter?
─Yo no diría eso ─me río nerviosamente─. Aunque aun cuando sé que Nate es un maldito perfeccionista, no lo cambiaria como hermano.
─Tampoco yo a Ben, aunque nuestra relación no es la mejor últimamente.
Pone una mueca en los labios y eso me toma por sorpresa.
─¿Va todo bien entre ustedes? ─Me atrevo a preguntarle, Hunter mantiene la mueca en sus labios y me mira dubitativo por unos instantes.
─Hemos tenido discusiones, ya sabes, las típicas que solemos hacer con nuestros hermanos, es solo que sé que mis padres siempre van más a favor de él que mío.
─¿Y eso te molesta?
─No es que me moleste, es solo que no me siento escuchado, ¿sí? ─se atreve a confesarme y puedo ver cierta pena en su mirada, le cuesta contármelo, pero aun lo hace. Le ofrezco una sonrisa y me acomodo mejor en mi lugar para escucharlo, eso le ánima a continuar─. Ben tiene una beca de básquetbol en la universidad y antes de aceptar la beca, tenía otras sobre beisbol e incluso futbol americano, los deportes se le dan de maravilla y mi padre espera que yo consiga alguna también.
YOU ARE READING
Los Besos de Liv
Teen FictionEl primer beso puede ser torpe y desastroso. A Liv le ha quedado esto más que claro después de dar su primer beso con un chico demasiado baboso (sí es que se le puede llamar de esa manera). Intentarlo por segunda ocasión no quiere decir que vaya a t...