Especial: Un día de...¿suerte?

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Es una ley universal no escrita que la materia favorita de todo hombre de 12 a 17 años siempre será deporte.

Esas mismas leyes dictan que, sí un hombre pierde deporte es gay; osea yo soy gay pero no porque pierda deporte, es más, es la clase que me salva el promedio cuando voy perdiendo Física General.

La clase está divida de manera fácil, basketball, atletismo, volleyball y por supuesto el mejor deporte de todos FÚTBOL, yo sería el hombre más feliz del mundo si tan solo recibiéramos fútbol todos los bimestre pero lamentablemente no es así.

Hoy tenemos lo peor de lo peor, clase de atletismo y el pinche profesor sin oficio nos pone a dar 5 vueltas bajo el sol de las 3 de la tarde. En serio ¿a quien de manera no irónica le gusta esta tortura? Probablemente solo a los maricas les gusta correr solo porque sí.

Y adivinen quien va al primer lugar, así es el maricón de maricones, el hombre más odioso e insufrible que pisó el planeta tierra, Asher Meyer. Me odio a mí mismo por gustar de ese hombre...

Bueno, retomando la tortura, él iba a la cabeza de la carrera pero mi orgullo no iba a permitir estar 2 lugares por debajo de él, así que en la última vuelta lo di todo para estar codo a codo con él, ese ser me vió y notó mis intenciones con esos ojos tan hermosos que tiene y no cedió.

Inclusive rebasamos al profesor, quien decía nuestros tiempos de llegada y entramos de lleno al polideportivo, lugar donde estaban nuestros pachones. Una meta estaba clara, quién llegara primero a donde estaba la mesa de las aguas, ganaba. Simple.

Traté de estirar la mano para ganar terreno, apuntaba a mi querido pachón toper negro de dos litros, mi contrincante copió mi acción, fue cuestión de segundos. Él fue el primero en poner la mano en la botella, yo ya no tenía el tiempo para quitar mi mano y cayó directamente sobre la suya.

Ahí estábamos, frente a frente, nuestras manos se rozaban y nos mirábamos fijamente, Asher estaba muy sonrojado se notaba que le faltaba el aliento, yo no me encontraba en mejores condiciones, probablemente estaba despeinado y podía sentir el sudor corriendo por mi frente.

De un momento a otro solo pude ver que el Canché movió sus labios y el aliento apenas lo dejó decir un pequeño "gané", seguido de una risa arrogante; me arrebató mi pachon de la mano y tomó agua de allí, y en ningún momento dejó de mirarme fijamente.
¿Qué cree que hace? Sí quería enojarme, lo logró muy bien, y si quería seducirme también lo logró.

El profesor entró y dio instrucciones en ese momento, y de la nada todos estaban en parejas. Solo nosotros dos estábamos "solos", el maldito Omar se juntó con alguien más, definitivamente la mayor traición de todas, simplemente lo ví a lo lejos y él me guiño el ojo. ¿Quién se cree ese, cupido negro?

-Vamos jóvenes, hora de realizar el enfriamiento-dijo el profesor, mientras aparecía a nuestro lado.-Por avispados les tocó a los dos juntos-musitó de manera burlona.

Y tenía razón, viendo al resto del gimnasio éramos los únicos hombres juntos, los pocos hombres que habían lograron cachar una chica, las forzaron antes de que se juntaran entre ellas.

-Pónganse cara a cara y comiencen a estirar las piernas, entrelacen los brazos y no pierdan el equilibrio.

¿Qué...?

¿QUÉ?

Dios mío no quiero hacer eso, la tensión era evidente entre nosotros. No quedaba de otra, debo mantener mi nota perfecta en deporte, así que solo extendí mi mano a Asher, él me vio y luego corrió la vista, y eso hizo durante el resto de ejercicios, cada vez que nuestras miradas se cruzaban él era el primero en retirarla, y como nuestros brazos seguían entrelazados podía sentir como él apretaba un poco mis hombros cuando nuestras miradas se conectaban.

El profe no terminó ahí, NO, nos hizo saltar la cuerda EN PAREJAS ¿CÓMO CHINGADOS SE HACE ESO? La tímidez que Asher había mostrado en el enfriamiento se esfumó en cuestión de segundos y su egocentrismo de siempre regresó. Su fase de mandón salió a la luz ya que no podíamos pasar de los dos saltos juntos.

En una de las mil técnicas que intentamos, quedamos frente a frente otra vez, él sostenía la cuerda y la hacía girar, miraba para abajo para ver en qué momento saltar o eso supongo yo. También estaba viendo para abajo, al ser él un poco más bajo que yo si me daba espacio, pero no el suficiente para ver.

No contaba con lo que iba a suceder después, todo pasó en cámara lenta, habíamos pasado los tres saltos y yo miraba hacia abajo. Asher levantó la cabeza y chocó conmigo, más bien con mi nariz, juro que vi estrellitas y sentí una lágrima en mi ojo; además la cosa se pone peor, me tomó desprevenido el golpe y me fui de espaldas, la cuerda estaba dando la vuelta atrás mía y por ende, Asher cayó junto conmigo.

El gimnasio quedó en silencio total, todos nos vieron caer. Las fans de Meyer no lo pensaron dos veces y fueron a rodearnos preguntándole solo a él si estaba bien, él ni siquiera las volteó a ver, me miraba a mí.
Su expresión cambió de molesto a asustado, recordemos que Asher estaba sobre mi aún, señaló mi rostro al mismo tiempo que sentí como algo resbalaba por mi nariz, acerqué mi mano y cuando la vi, era sangre...ASHER MEYER ME SACÓ SANGRE DE LA NARIZ.

No lo pensé dos veces, lo empujé para levantarme y salí corriendo hacia el baño más cercano, apenas alcancé a escuchar que el profe dijo:

-Meyer, siga a López para ver cómo está y los demás sigan haciendo los ejercicios.

Llegue al baño y agarré papel para tratar de detener la sangre, pero no funcionaba, entre tanto, Asher entró.

-No hagas eso, no va a funcionar.

Yo iba a reprochar cuando él abrió uno de los cubículos del baño y me señaló el asiento cerrado para que me sentara.

Soy débil ante ese hombre así que le hice caso.

Estaba sentado en el inodoro y él se puso enfrente mío, puso su mano sobre el puente de mi nariz y presionó suavemente.

-Aguanta un poco la respiración.

Fue lo ultimo que lo escuché decir, lo tenía muy cerca pude observarlo a la perfección, estaba preocupado y un poco molesto, sus cejas estaban juntas, esa expresión no le quedaba mal a su rostro, ...sí, los impulsos homosexuales salen en los peores momentos.

Asher me notó mi mirada y tomó mi mano para suplantarla la suya, luego de eso salió del baño y regresó al poco tiempo con un papel mojado, limpió la sangre que estaba sobre mi rostro.

Eventualmente esta dejó de salir y ya estaba limpio, habían unas gotas en mi uniforme pero eso salía fácil, iba a pararme cuando su mano sobre mi hombro me detuvo y se acercó a mí para darme un beso en la nariz.

JURO QUE NUNCA ESPERE ESE MOVIMIENTO.

Creo que ya ven porque me gusta.

Asher se sonrojó e iba a abandonar el baño, pero yo no iba a dejar que eso sucediera, lo jalé de la muñeca para que cayera en mis brazos y lo besé.

Fue un beso suave pero bien dado, Asher fue quién lo interrumpió, y debido a la vergüenza que sentía no dejó que lo viera a la cara por lo que me abrazó y enterró su rostro en mi cuello.

-Salgamos el sábado-le dije mientras nos balanceaba suavemente y jugaba con su cabello.

- ¿Para qué?-preguntó molesto, aunque supe que eso era falso.

-Para que compenses con besos mi nariz rota.

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Holaaa 💗

Volvemos de nuevo a la vida con este especial inspirado en nuestra realidad (lastimosamente).

Especial dedicado a Danyparis para evitar que nos asesine.

Comenten y voten para que mi nariz rota haya valido la pena.

Hasta la próxima!!!

love at first robbery;Where stories live. Discover now