9. Ridículo, simplemente ridículo

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A veces creo que el universo me odia.

Un momento estás corriendo con lágrimas en tus ojos, y al otro tienes el tobillo lesionado mientras el idiota que te rompió el corazón te carga como princesa hasta la enfermería.

Resumiendo el cuento, cuando corrí del baño, me tropecé en la gradas de primaria, no pregunten cómo.

Lo único que escuché fue como algo tronó, y mis lágrimas de despecho se convirtieron en un grito desesperado de dolor. Seguramente fue tan ruidoso como para que Daniel, Omar y todas las personas en los salones salieran a ver que me había pasado.

Mis mejillas se tornaron rojas cuando Daniel puso su mano sobre mi rodilla, a lo lejos podía escuchar cuando me preguntaba si me encontraba bien, pero mi mente solo podía pensar en que necesitaba que me besara justo ahora.

Me cansé de fingir que no quiero que me besé, porque lo quiero y necesito, pero mi dignidad estaba primero.

Alejé su mano tan fuerte cómo el dolor me lo permitió, seguidamente unas chicas que nunca en mi vida había visto también lo empujaron y se pusieron sobre mí para preguntarme cosas que solo eran ruido blanco en mi cabeza.

Creo que concuerdan conmigo en que tuve una increíble idea, decidí que lo mejor era que viera de lo que se perdía, y le seguí la corriente a las chicas comenzando a coquetear.

Luego de un rato me aburrí y decidí buscarlo con la mirada, quería ver sus ojos de perro regañado; sin embargo, lo único que vi fue a Omar y su novia Andrea hablando con un profesor.

Daniel ya no estaba.

Ese hijo de perra.

Literalmente le valí madres, el tipo ese me dejó tirado como si fuese basura.
No; basura es denigrante, me dejó tirado como si fuera su asquerosa gorra. No me quedó de otra que apoyarme en las tipas que sabe Dios de dónde salieron.

Justo cuando me estaban levantando, ese hombre se digno en aparecer.

Todo pasó tan rápido, vi que venía corriendo y le dijo unas palabras al profe, y simplemente me tomó en brazos como si fuese peso pluma. Dios mío, creo que me muero, realmente era muy guapo, era un dios griego con ascendencia africana que me estremecía lugares que no sabía que existían.

Tal vez me le quedé viendo como psicópata o algo así, porque me volteó a ver y chocamos miradas. AYÚDENME QUE DEJÉ DE RESPIRAR.

Sus ojos me hicieron olvidar el dolor que me invadía, eran tan hermosos, brillantes, hipnotizantes...ya no pude terminar de pensar en más sinónimos porque de un momento a otro estaba en el suelo nuevamente y el dolor reapareció.

El condenado hombre se cayó y me tiró otra vez, y justo se partió, corrección,  nos partió la madre en frente de la enfermería, no sé que fue peor.
Qué él haya dejado caer a un discapacitado, o cómo tronó su cabeza en el suelo, considero qué fue que me tiró a mí, o sea yo valgo mi peso en oro.

Si me rompes, me pagas.

Bueno, ahora imaginen ser la enfermera. Va tranquilamente a su espacio de trabajo, con una tacita de café y de repente ve a dos adolescentes en el suelo frente a su enfermería, uno tiene la pata morada y al otro le sangra la nariz.
¿Qué harían ustedes? Yo definitivamente renuncio, o me acercaría al más guapo a preguntar qué pasó; y obvio ese guapo seria yo.

La señora nos vio y entró a la enfermería, así como si le pasara todos los días, todavía la vi tomar un sorbo de café antes de salir con algodones, se agachó para atender al mugroso pero guapo maltratador de inválidos, y a mí me dejó pintado así nomas.

-¿Qué pasó?- preguntó la doña, creo que me lo dijo a mí, y si no de igual manera le contesté.

-Él me botó cuando veníamos para acá, porque me doblé el pie.

La señora le dijo algo al innombrable y se asomó a ver mi piecito, me levantó el pantalón y abrió los ojos, demasiado para una persona normal.

¿Tan hermoso soy qué cada parte de mí asombra a cualquiera?

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¡Sorpresa!

Doble actualización asies.

Créditos a Papita por su increíble talento en comedia de calidad.
Ahora sí, eso fue todo.
Bye <3

-haru ☆

love at first robbery;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora