-¿A-a qué te refieres con "ya te la sabes"?-pregunté, sin entender bien el por qué de mi repentina timidez-No entiendo tu jerga de pobre.
Sus ojos cruzaron con los míos, y no pude evitar el sonrojo en mis mejillas. Se supone que soy un hombre heterosexual y sin embargo, aquí estoy; rojo como un tomate en la peor situación posible.
-Hablo de que me entregues todo tu dinero rey, a no ser que quieras problemas.
Su voz. Esa maldita voz...¿Por qué se me hace tan conocida?
-Lamento informarte que este no es tu día de suerte campeón, no traigo nada conmigo además de mi belleza y mis ganas de morir-musité sarcásticamente.
Sus mirada incrédula fue suficiente para recobrar mi confianza. No dejaría que este muerto de hambre me quité los únicos 10 quetzales que traía.
-No intentes jugar conmigo Meyer.
Un momento, ¿cómo es posible que un plebe cómo este sepa mi apellido? Of course I'm very popular, pero para que gentuza como él sepa de mí, debo ser más increíble de lo que pensé.
En ese momento escuché que me hablaba de nuevo, y francamente lo que dijo logró que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.
-No tengo tiempo para tus chistes princesito, me das el dinero o...me das tus órganos.
Cuando estaba a punto de contraatacar con mi usual sarcasmo; aunque honestamente si me había asustado, un chico que lucia de su mismo estatus social y económico, seamos realistas, cualquiera lo notaría, lo llamó ya que aparentemente estaban en su parada.
El malandro con rostro de ángel me dedicó una mirada irritada y luego procedió a saltar por la puerta de emergencia junto al otro chico. Su gorra con estampado del equipo municipal de Los Rojos cayó en mis pies, y por alguna razón decidí conservarla.
Créanme, estoy tan sorprendido como ustedes.
YOU ARE READING
love at first robbery;
Teen FictionAsher, un chico consentido, necesitaba una lección de humildad. Daniel era un asaltante que intentó robarle en una camioneta. ¿Cómo es que estos dos se enamoraron entonces?