love at first robbery;

12. Realidad

Supongo que lo peor de mis días es volver a casa, aunque no me malinterpreten; mi casa es la mejor, grande, amplia, hermosa y demás adjetivos que pueden describir físicamente, pero la verdadera pregunta es... ¿vuelvo a mi casa o vuelvo a mi hogar?

Creo que simplemente no me gusta convivir con personas que no quiero ver ni en pintura.

Hoy no fue la excepción, irónicamente lo peor de este específico día no fue la fractura de tobillo, o que ninguno de mis padres o amigos tuvo la empatía de ir al hospital a verme; si no, llevar a Daniel a mi casa, aunque si somos honestos, él me llevó.

Debo admitir que ir con el tobillo roto sobre una motocicleta que hace más ruido que mis pensamientos y sin ningún tipo de seguridad, fue una experiencia totalmente nueva, y algo emocionante, pero mi orgullo no me permite decir más que eso.

El destino, no conforme con toda la desgracia recientemente sucedida, hizo que mi hermana Melanie abriera la puerta en lugar de Doña Rosa. ¿Por qué tenía que estar hoy?
¿No se supone que estaría con sus amigas en el SanKris Mall o algo?

Realmente me aterra que Daniel esté en mi casa, especialmente a esta hora, ya que mi madre está a punto de llegar, y no quiero imaginar todo lo que dirá si lo encuentra aquí.

Tengo que sacarlo de aquí lo antes posible, no permitiré que diga algo sobre él.

¿Es viable abandonar la vida? Teniendo en cuenta la manera en la que los acontecimientos se desarrollan, no me molestaría desaparecer que está narrativa.

Antes de echar al pobre (guapo) de mi casa, debo enderezar mi ego, antes de que note lo que realmente sucede.

Giro mi rostro hacia él, y parece que siente algo, pero no algo bonito o cálido, sino algo parecido a la lástima, y odio que la gente me vea de esa manera.

-Bueno, malandro. Ya estamos aquí y tu labor ya terminó así que ahora, shu shu.-dije lo más molesto que pude, aunque mi corazón solo se hundía dentro de mi pecho.

La cara de Daniel se transformó de inmediato y frunció el ceño de una manera que no favorecía a su bello rostro. Ya lo arruine, de nuevo.

-Me aseguraré de calificarte con menos de una estrella por ese viaje.-Crucé los brazos y levanté la cabeza, nadie me va a ver en mi estado más deplorable, y mucho menos Daniel.

Tal vez le hizo gracia, porque bufo un poco y se dio la vuelta dispuesto a irse.

Pero tenía que pasar lo que más temía. Mi madre había llegado, el ruido en el motor de su auto es inconfundible. Ella no debe ver a Daniel, tenía que sacarlo lo antes posible, aunque obviamente no iba a sacarlo por la puerta principal, así que sin pensar en mi pierna, lo tomé de la muñeca y lo llevé al patio, dónde había un pequeño anexo para salir a un lado de la casa.

-Vas a tener que salir por...-no pude terminar la frase, mi pierna empezó a doler cuando ya casi estábamos en la salida, claro, mi estúpida pierna recordó que estaba mal, caí al suelo y Daniel se agachó conmigo.

-El doctor dijo que no debes hacer esfuerzos, a ver, párate y te llevo de regreso-dijo él, con su idiota tono amable que no lograba soportar.

-¡NO, DANIEL, NO!

-Pero, estás mal y-

-No, ya tienes que irte por favor, a la izquierda hay una puerta pequeña, sal por allí, te lo ruego.

No dejé que terminara de hablar,  o que  intentará hacerlo siquiera. Su cálida mano estaba en mi hombro, y fue como un dulce aliento preparándome para lo que venía, tomé su mano entre las mías y lo empujé un poco, mis ojos empezaban a lagrimear por el dolor,  noté su preocupación, pero no lo dejé acercarse de nuevo.

Vi que se alejara lo suficiente y entré a la casa, pese a todo mi esfuerzo, ella me veía con una sonrisa cínica.

Tan engreída y superficial como siempre.

-Oh, Asher mi amor, ¿cómo sigue tu piecito?-El tono en su voz no podía ser más falso, su cara no mostraba ningún tipo de preocupación, seguía ahí con esa imperturbable sonrisa arrogante de siempre.

-En el hospital me revisaron y dijeron que tendré que regresar a chequeo en 2 semanas y-

-Entonces no necesitabas de mí en lo absoluto, te las puedes arreglar por tu cuenta ¿verdad?, o bueno, en gran mayoría.

Aún no terminaba de hablar cuando caí en cuenta de que había visto a Daniel, empecé a sudar frío y mi corazón latía a mil por hora.

-¿En serio crees que no lo vi? Soy tu madre, no se me escapa nada y menos un adolescente de su...clase cerca de mí casa. ¿Fue él quién te trajo del hospital, cierto?

-Ay Asher, cuando por fin creí que te habías vuelto independiente y agraciado, apareces con esa clase de persona.

-No mamá, él y yo no-

-¡Cállate Asher! Estoy hablando. Entonces si no es tu "amigo" ¿Qué carajo hacía aquí? Oh Dios no me digas que...

Sus ojos expresaban lo suficiente para saber que iba a preguntarme, el odio y asco en su mirada delataron lo que me mantuvo deprimido desde que comencé a notar mi furtivo gusto por los hombres.

-No mamá...¿como podría? A mí me gustan las mujeres.

-Oh, cielo, yo te dije que te arregles un poco más, que arregles ese cabello rebelde, haz un poco de ejercicio, así tal vez dejas de estar tan flaco y ya no parezcas desnutrido.

Oh Dios ¿Qué pensaran de mí las otras madres? Probablemente creen que no te doy de comer y te trato mal, no puedes insultar a tu madre de esa forma Ashi.

¿Realmente dice todo eso mientras tengo el tobillo fracturado y la pierna hinchada?

-Ay mi niño, no pongas esa cara, abraza a tu madre que tanto te ama, y hazme caso. Arréglate pero no demasiado, no queremos que los demás piensen que eres uno de...esos.
Ponte así fornido y bronceate un poco, quizás si pintamos un poco tu cabello a un color más oscuro, dejas de tener esa apariencia como de niña. No te preocupes, atraerás a muchas mujeres de esa forma.

No pude negar el abrazo, después de todo es mi madre y ella me quiere a su manera, ¿no? Tal vez tenga razón y me veo muy aniñado y por eso no tengo novia aún.

Me besó la mejilla, y sé que dejó marca de ese horrible labial rojo que usa siempre, luego su teléfono sonó y me alejó con rudeza.

-Ana Sofi, cariño, mañana iremos a la finca ¿verdad?

¿Acaba de reemplazarme por una salida?

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hola qué tal, se me acaba de borrar mi trabajo de informática y tengo que volver a hacerlo jajan't

Así que en lugar de tirar mi computadora desde el techo, aquí está el capítulo número 12.

Lamento que sea tan triste, pero necesitábamos profundidad para los personajes.

Ahora, los dejo, espero que lo disfruten y no sufran tanto.

-haru