- "llévala a comer o algo, lo mismo ocurre con Shikamaru, ustedes los hombres son todos iguales y yo..." - esos consejos de su hermana mayor llegaron a su mente. ¿Llevarla a comer? ¡no sonaba tan mal! La comida siempre arreglaba todo, o almenos eso creía. - ¿quieres salir a comer? - pregunto de imprevisto- digo, ver estrellas es un poco aburrido.

- "¡me está invitando a comer! "- pensó con alegría. - Por supuesto, me encantaría- respondió tímidamente.

- Huh, tardaremos bastante si seguimos a pie, te propongo algo. - en ese momento Gaara formo una especie de nube de arena y subió en ella. - Un paseo aéreo para llegar más rápido... ¿subes?- el chico estrecho su mano en dirección a Matsuri y esta se ruborizo al instante.

- Le tengo miedo a las alturas. - Replico con timidez, la sola idea de estar "pegada" a él la intimidaba bastante. Aunque, en el fondo moría de ganas de hacerlo. Se había pasado un cuarto de su vida diciéndole a Temari lo mucho que quería estar a "solas" con Gaara.

- Por favor- hace tanto que el no usaba esas palabras, aquella muchachita de ojos grandes estaba logrando milagros aquella cálida noche. Primero, le había hecho sonreír ni más ni menos y sin esfuerzo alguno, y ahora, lo estaba orillando a decir "por favor" sin siquiera utilizar la fuerza. Esa joven era increíble. - prometo que te protegeré. - Gaara se sentía el ser más estúpido de la tierra, estaba actuando fuera de sí, aunque, ese sentimiento de protección y de "no sé qué" que le despertaba Matsuri lo hacía sentir completo. Ella era como la medicina de la cual solía hablar su tío.

- Está bien. - cerro los ojos y subió al montículo de arena de un salto. Aquella sensación de vértigo desapareció segundos después de sentir el brazo del joven rodeando su cuerpo y atrayéndole hacia él.

- Te dije que nada pasaría. - Dijo titubeando. Gaara trago saliva y no se atrevió a mirar a los ojos a Matsuri. Su corazón latía con rapidez, eso era tan raro, luego comenzó a sudar, el nunca sudaba, en el fondo pensaba que si tal vez Matsuri no estaba utilizando algún jutsu raro para matarlo. Error, él no podía morir, joder, también afectaba su lógica. Dentro de poco también sería su visión, su olfato, y así, hasta dejarlo invalido.

- Nunca había visto lo bonita que era la aldea desde arriba. - alego ella con ternura- es muy bonito ver a las personitas felices desde aquí arriba ¿no lo cree?- al terminar su frase giro su cabeza y su cálida sonrisa y grandes ojos café chocaron con los ojos aguamarina de Gaara.

- Me gusta ver a mi pueblo feliz. Sacrifique muchas cosas en esta vida para ver bien a mi pueblo.

- ¡Es que eres muy bueno! - alego con alegría. ¿Bueno? Años atrás calificar a Gaara como "bueno" era imposible. Pero ahora, ahora las cosas eras diferentes. - ¡me encanta ese restaurante!

- ¿Huh? - Gaara se sintió un tanto cohibido por esa afirmación- ah...Ahh. - en ese instante hizo bajar su nube de arena y tanto el como ella, para asombro de los presentes, ingresaron a un restaurante común y corriente como una simple pareja de enamorados.

- Gaara...- Matsuri se sentía un tanto incomoda teniendo tantos ojos observándola- no es por ser atrevida...pero... ¿estás acostumbrado a que la gente se te quede viendo?

- Algo. - respondió corto.

- Pues yo no. - esa respuesta hizo reír a Gaara en voz baja. Matsuri comenzaba a ser simpática, las personas simpáticas le gustaban mucho.

- Disculpe ¿acaso usted es el Kazekage? - un mozo se acercó a ellos y se dirigió a Gaara con el mayor respeto posible.

- Si- en ese momento el hombre intento hacer una reverencia pero fue rápidamente detenido por Gaara- por favor, sin reverencias ni etiquetas de por medio. Solo quiero tener una cena como un aldeano normal.

Naruto {One Shots/Short Stories}Where stories live. Discover now