Más allá del odio (Pedido)

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¡Un agradecimiento especial a miniSonic772 por el pedido de hoy!
Esta vez tenía mucho material para usar y debo decir que me sentí un poco como un cuentacuentos. Fue muy divertido :3

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Permítanme contarles una historia.
Es la historia de dos jóvenes, criados y entrenados como enemigos por sus familias, pero luego unidos por el más poderoso de los lazos: el amor. Sé lo que están pensando: es sólo otra versión alternativa de Romeo y Julieta, una historia desgarradora que no puede evitar acabar en tragedia; pero aquí no estamos en la Italia del 1300, no hay disputas por un título nobiliario y no hay ninguna damisela a la que salvar. ¿No me creéis? Entonces sólo os pido que me dediquéis unos minutos de vuestro tiempo para poder contároslo. En esta historia, la rivalidad entre las dos familias es antigua y tiene su origen en Japón, donde los primeros ninjas fundaron sus clanes.

El último descendiente del clan Hamato es Hamato Yoshi, más conocido como Splinter, que después de perder a su familia, decidió mudarse a Nueva York para empezar una nueva vida. Creía que el legado de su clan moriría con él, pero su camino se cruzó con el de los Krang, que provocaron su mutación, junto con la de tres pequeñas tortugas. Hoy esas crías se han convertido en adolescentes, sus nuevos descendientes: Donatello, el genio indiscutible del grupo; Miguel Ángel, el rey de la diversión; y Rafael, el más fuerte y determinado, y líder del equipo.

En cambio, a las riendas del Clan del Pie está Oroku Saki, también llamado Destructor. Lleva toda la vida dando caza a Splinter, con el único objetivo de vengarse, porque lo considera responsable de haberle quitado a la mujer de la que se enamoró. Ahora, en América, por fin está convencido de poder hacerlo, gracias a los tres mutantes que ha seleccionado como discípulos: Charly y Ten Turlet, dos gemelos con un pasado rodeado de misterio, y Leonardo, que a pesar de ser el más joven, se ha ganado el título de líder. Destructor les considera sus hijos, pero para conseguir este título han tenido que afrontar un duro entrenamiento que les ha convertido en los mejores asesinos conocidos.

Durante meses, estas seis tortugas lucharon entre sí, sin que ninguna de las dos facciones lograra imponerse a la otra. Los dos líderes eran los más feroces. Estaban dispuestos a todo para proteger a sus padres, pero no habían previsto lo que les ocurriría. Sus luchas eran violentas al principio, llenas de la ira heredada de sus clanes, pero con el tiempo empezaron a preguntarse si ellos también compartían realmente todo ese odio.

Rafael siempre había tenido la costumbre de salir solo a la superficie. A veces sentía la necesidad de tomarse un respiro de sus responsabilidades y de su papel de líder, lo que le hacía sentirse atrapado. No le interesaban las tradiciones del clan ni todos esos cuentos sobre el honor y la búsqueda del propio espíritu, sólo quería poder vivir como cualquier otro adolescente. Cuando una noche se encontró a solas con Leonardo, se quedó como fulminado. Aunque habían empezado a pelear, el ambiente que les rodeaba era completamente distinto. No sentían la presión de tener que cumplir las expectativas de sus equipos ni la obligación de tener que completar una misión, por lo que aquella pelea se convirtió en una simple competición, un reto para demostrar quién era el mejor de los dos, un juego. El mutante del pañuelo rojo estaba fascinado por aquel joven tan enérgico y decidido, hasta el punto de envidiarle, de anhelar esa libertad que suele atribuirse a los villanos.

Pero la vida de Leonardo tampoco era tan fácil como su rival había imaginado. Ciertamente no tenía que seguir tantas normas y recomendaciones como las impuestas por Splinter, pero las expectativas de Destructor eran igual de altas, si no más. Quizá por eso él también se escapaba a veces de su base, en busca de una descarga de adrenalina, y quizá por eso también había empezado a apreciar la presencia de la otra tortuga. Su temperamento le intrigaba y la actitud rebelde que chocaba con la fachada de chico bueno le hizo darse cuenta de que, después de todo, no eran tan diferentes.

Raphanardo One-shots (ES)Where stories live. Discover now