Yo nunca he

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April y el maestro Splinter se habían retirado unos días a la casa de campo de la chica para un entrenamiento especial, dejando la guarida a completa disposición de las cuatro tortugas. El jugador de hockey había aprovechado inmediatamente para traer unas cervezas y el rojo lo había recibido con los brazos abiertos.

Ya habían abierto las dos primeras latas, cuando el líder se unió a ellos en la sala: "Pero en serio.... Splinter se va unos días y ¿lo primero que se os ocurre hacer es esto?"

"Vamos Leo relájate, es la primera vez que el gran jefe os deja la casa libre. ¿Qué mejor momento para hacerlo que este?"

Casey cogió otra lata y se la ofreció, pero él la rechazó inmediatamente con cara de asco: "No necesito emborracharme para divertirme"

Rafael le puso un dedo bajo la barbilla para darle la vuelta y así poder acercarlo a su cara: "No te preocupes que no va a pasar, no tenemos suficiente para llegar tan lejos. Sabes que no es la primera vez que nos tomamos una cerveza, no pasa nada malo si nos tomamos una bebida"

El líder se zafó de su agarre y le tapó la boca con una mano: "Puedes olvidarte de que te bese cuando tu aliento huele a alcohol"

Se rió divertido y le lamió la mano, haciendo que el mayor se sonrojara y convenciéndole para que lo soltara: "¿Y por qué no deberías hacerlo? A lo mejor descubres que te gusta"

"Lo dudo mucho"

"Pero eso no lo sabes, nunca la has bebido. Vamos, incluso Donnie la ha probado"

"¡¿Qué?!"

El chico soltó una carcajada: "Confirmo, sólo te digo que el científico por fin ha encontrado otra cosa que beber además del café"

Y como si lo hubieran invocado, el más alto salió del laboratorio para unirse a ellos, aceptando de hecho la cerveza que le acababan de ofrecer.

Leonardo abrió los ojos de par en par: "¿De verdad te vas a unir a ellos tu también ahora?"

Donatello se volvió hacia él encogiéndose de hombros: "No me malinterpretes Leo, estoy de acuerdo contigo, pero si bebes un poco no corres ningún riesgo, y además, debo decir que está buena"

"¡Yo también quiero probarla!"

El más joven entró corriendo y robó una lata de la caja. Leonardo enseguida se lanzó hacia él para detenerlo, pero Miguel Ángel empezó a saltar en todas direcciones para evitar que lo atrapara.

El rojo volvió a sentarse y dio otro sorbo: "Ríndete Leo, estás en inferioridad numérica"

El líder suspiró abatido y se dejó caer en el suelo a su lado, apoyando la cabeza en su hombro: "Esta noche va a acabar mal..."

Rafael le rodeó las caderas con un brazo y, cuando él levantó la vista, aprovechó la oportunidad para robarle por fin un rápido beso: "No seas pesimista. ¿Y bien? ¿Nos acompañas?"

Leonardo se detuvo unos segundos a pensarlo y finalmente abrió la palma de la mano para pedirle una lata: "Bien, pero sólo porque como líder tengo que supervisaros y comprobar que ninguno de vosotros exagere"

El rojo se rió bajo el bigote y le tendió una cerveza: "Sí claro, lo que tú digas"

"Bueno, ya que estamos todos, ¿por qué no hacemos la noche un poco más interesante?" Casey sonrió de lado y le dio un puñetazo en el hombro al rojo: "Juguemos a Yo nunca"

Miguel Ángel se sentó inmediatamente frente a él con las piernas cruzadas, sonriendo: "¡Sí, un nuevo juego! Me apunto"

Donatello apoyó la barbilla en la palma de una mano, volviéndose hacia el chico: "¿En serio? ¿Propones jugar a un juego? ¿Qué hay con eso?"

Raphanardo One-shots (ES)Where stories live. Discover now