Tengo que decirles

299 23 44
                                    

Aviso

Para los interesados, pronto llegará la continuación de "Un juego retorcido"  :3
Empezaré a publicarlo desde la próxima semana

~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Leonardo POV

Y aquí estoy de nuevo, por enésima vez; tumbado en mi cama luchando con mis propios pensamientos. Solo... He perdido la cuenta de cuántas noches he pasado sin dormir. Me doy la vuelta una y otra vez en busca de una posición cómoda que me ayude a despejar la mente, pero todo es inútil y ni siquiera la meditación me sirve ya de nada. He vivido así tanto tiempo con este sentimiento que creía haberme acostumbrado a él, pero ahora, cada vez me resulta más difícil ocultarlo. A veces me quedo mirando al vacío buscando una solución, pero otras veces no puedo contener las lágrimas. Pensaba que enamorarse habría sido una experiencia fantástica y, en cambio, es un infierno. ¿Por qué tuve que enamorarme de él?

Las cosas empezaron a empeorar cuando fuimos al espacio. Estaba tan emocionado de vivir aquella aventura: visitar nuevos mundos, conocer civilizaciones extraterrestres, pilotar una auténtica nave espacial. Podría haber sido el mejor viaje de mi vida, y en lugar de eso, tuvimos que conocer a ella, a esa subespecie de lagartija gigante. Sé que no es propio de mí hablar así, los Salamandrianos son ahora nuestros aliados, pero es que simplemente no la aguanto. Cada vez que se le acerca quisiera agarrarla por la cola y mandarla de vuelta al planeta donde nació. Sabía que ocurriría tarde o temprano, sabía que encontraría a alguien, pero aún no estaba preparado para aceptarlo. Verla a su lado me rompió el corazón, hubiera preferido morir antes que quedarme a mirar, era demasiado doloroso. Pero entonces lo vi sonreír, hacía años que no lo veía sonreír así. En ese momento me di cuenta de lo que era realmente importante: quería que fuera feliz. Así que decidí seguir reprimiendo mis sentimientos y dejar que se acercaran. Aunque nunca me gustó, intenté tolerarla, incluso cuando nos traicionó. Quería matarla con mis propias manos, pero él consiguió perdonarla y yo tuve que hacer lo mismo. Ahora, sin embargo, es demasiado, incluso ha venido a la Tierra y parece que también tiene intención de quedarse. No sé si me he explicado bien: ¡Mona Lisa quiere quedarse a vivir en Nueva York!

No tiene sentido engañarme, nunca podré borrar lo que siento, creo que me volveré loco. Cada vez que estoy cerca de él me agito, mi corazón late con fuerza, mis mejillas arden y mis piernas empiezan a temblar. Pero eso no es todo, lo peor es que ¡él también se ha dado cuenta! Me ha pedido que le diera una explicación un montón de veces. Hasta ahora he conseguido desviar sus preguntas, pero si sigo así, puede que acabe descubriendo la verdad, y si hay algo que me asusta más que decírselo, es la posibilidad de que lo descubra por sí mismo. No quiero perderlo, no puedo, pero tampoco puedo seguir viviendo con este secreto.

En fin, parece que esta noche tampoco voy a conseguir conciliar el sueño, así que decido levantarme a por un vaso de agua. En realidad, no tengo nada de sed, pero necesito salir de estas cuatro paredes, aunque sólo sea por unos minutos. Ni siquiera me he molestado en volver a ponerme mi bandana azul, todos están dormidos, así que nadie notará mis ojeras. Sin embargo, cuando me dirijo de nuevo a mi habitación, no puedo evitar posar mis ojos en su puerta. Me acerco y, como todas las otras veces, levanto la mano para tocar, pero luego siempre me echo para atrás. Me siento un verdadero idiota. Las posibilidades de que me abra son muy remotas y, aunque lo hiciera, ¿qué sentido tendría? No puedo simplemente ir hacia él y decirle "Hola, disculpa si te molesto. Sólo quería decirte que me he enamorado de ti, por favor, no me odies por esto" Sonaría como un loco desesperado. De acuerdo, admito que esta descripción podría no estar tan lejos de la realidad, pero esa no es la cuestión; el verdadero problema es que no tengo el valor de declararme.

Me giro lentamente y vuelvo a mi habitación. Me doy la vuelta por una última vez suspirando, entro y apoyo la espalda en la puerta. ¿Por qué no puedo hacerlo? Me he enfrentado a enemigos despiadados, he viajado entre las diez dimensiones y he liderado a mi equipo en las misiones más difíciles, pero aun así, la idea de expresar mis sentimientos me aterroriza. Ya es suficiente. No voy a seguir apenándome por más tiempo, no voy a volver a esconderme en mi habitación con la cola entre las piernas. Saco un bolígrafo y empiezo a escribir una nota, pidiéndole que nos veamos a solas la tarde siguiente. La firmo y la doblo en dos, después vuelvo a salir y la deslizo por debajo de su puerta.

Raphanardo One-shots (ES)Место, где живут истории. Откройте их для себя