THUMP! • KookTae

29

[ 4:5 ]

taehyung.

Para mi cumpleaños, ya tengo quince notas de Jeon Jungkook en mi cajón y he leído toda su colección de libros clásicos. Dijo que el siguiente me lo daría como regalo de cumpleaños, y sinceramente no puedo esperar. 

Jungkook repetía en todas las notas que yo leía inhumanamente rápido. Si le hubiera dicho que prácticamente dejé de hacer tarea solo para leer los libros que él me prestaba, me hubiera dado un sermón. Quizás. 

Como el maestro Jeon, se hubiera molestado. 

Como Jeon Jungkook, puede que hubiera dicho que era bueno probar otras cosas para librarme del estrés, pero que no era bueno descuidarme.

No dejé de hacer tarea por completo. Solo... empecé a organizarme mejor. Prefería hacer los trabajos por partes, un avance cada día, y luego dedicarme a leer. Si me organizaba bien, terminaría para la fecha de entrega. No había ningún problema, seguía siendo el niño de las calificaciones perfectas y había encontrado un pasatiempo que me ayudaba a desahogarme. 

Antes de que mi vida dependiera de mis calificaciones, me dedicaba a dibujar (antes de hundirme en libros de estudio y cuadernos tardes enteras), pero eso ahora puedo hacerlo en el club.

Empecé a dejarle los dibujos que hacía con él como modelo junto a las notas. Dijo que los guarda junto con las planificaciones de las clases y los lleva junto a él a todos lados.

A veces, lo noto decaído.

A veces, él me nota decaído a mí.

Y sin falta llenamos las notas de palabras cálidas y afirmaciones positivas, nos recordamos que somos suficiente, que estaremos bien. Y, eventualmente, lo estamos.

Mamá hizo una tostada francesa y batido de chocolate para desayunar por mi cumpleaños. Me lo llevó a la cama con una velita sobre la tostada. Me regaló un cuaderno de dibujo, y casi me pongo a llorar cuando vi que en la primera página estaba un dibujo algo curioso de mí y mi hermana, con la firma de Hyewon debajo y un ¡Feliz cumpleaños! con letras de muchos colores. Hyewon llegó al cuarto detrás de mamá y me abrazó con todas sus fuerzas.

Al llegar al Saint Clair, me esperaba una ronda interminable de abrazos por parte de Hanbin y Sunghoon. Incluso Yunjin, Yuqi, Chaehyun y Xiaoting se acercaron para felicitarme. Jake solo me acarició la cabeza como si fuera un perrito.

—Diecinueve años, Kim Taehyung. Wow —me dijo Hanbin cuando el grupo se dispersó. Se me acercó mucho y susurró—. Ahora puedes beber soju y besar a Jeon Jungkook, y no será un crimen.

Casi me atraganto con mi propia saliva. Fingí una risa y le golpeé en el hombro.

—No digas esas cosas, bobo.