El jefe de mi sobrina (TaeGyu ~ Kang TaeHyun y Choi BeomGyu)

Capítulo 8~Trato

Maratón 8/8

SeungMin peleaba con su padre por el libro que le iba a leer para ir a dormir. TaeHyun estaba a punto de perder la paciencia.

-No tenemos ningún cuento de osos y perros. -Dijo sentado a los pies de su cama para darle su espacio.

-Gu~ lo conta~ría. -La simple mención del Omega hizo a TaeHyun suspirar preocupado.

-¿Cómo sabes eso? -Cuestionó acercándose algo más a su hijo.

-Es mi~ mi mejor~ amigo. -Dijo seguro y convencido.

-¿Tanto te gusta BeomGyu? -El cachorro asintió y sacó su manita derecha de bajo las mantas para lanzar pensamientos con ella.

-Es divertido. Le gustan~ los legos. -Explicó con dulzura. -Gu~ huele rico.

-Sí, lo hace. -Aceptó sonriendo enternecido, inclinándose a volver a cubrir sus bracitos y peinando su cabello. El niño se removió para que no lo hiciera y eso quebró, como si fuera posible, más el corazón de su padre y su animal interior.

Un par de horas más tarde, con SeungMin durmiendo y siendo vigilado por la cámara en su cuarto por la ama de llaves, TaeHyun paró en el tercer parque de skate que Internet decía que había en la ciudad. Estaba buscando sin pistas, algo caótico y perdido, negándose a la versión fácil de llamar a YeJi por vergüenza a hablarle a la Alfa después de como la trató.

Al bajar de su coche y acercarse al solitario parque iluminado con grandes focos, suspiró con rendición. Sabía que podría pedirle a su secretario Hoseok que le diera su número de contacto pues al parecer eran únicos, podría incluso buscar la pastelería que decía que era de su padre y donde estaba trabajando, pero para ello tendría que esperar al día siguiente y era algo que savia le haría retractarse.

Impulsivo, sin ese ápice de valentía del momento, se volvería un cobarde y no buscaría al Omega que estaba alterándolo. Nunca le había pasado, ni con la madre de SeungMin, que necesitara saber que otra persona estaba bien y a la vez deseara tanto tenerlo cerca tocando su cuerpo.

BeomGyu era un niño para él, pero la atracción física por su aire despreocupado y su mente audaz y boca biperina lo llamaban como si fueran a estallar cual rayos en el cielo nocturno estrellado que era su dolor de alma continuo.

Rendido y dispuesto a marcharse, escuchó una melodía ser cantada. Literalmente eran notas musicales dichas en voz a un ritmo perdido y nunca escuchado. Asomándose al foso de las rampas, se encontraró con su motivo de búsqueda. BeomGyu estaba tumbado en suelo, ojos cerrados, tocando una guitarra invisible en sus manos y entonando notas de forma profesional.

-Creía que ya me estaba volviendo loco. -Dijo el Omega al abrir los ojos cuando el aroma a yogur llegó a él. -¿Qué haces aquí? -TaeHyun sonrió de lado y le pidió con un gesto que saliera de la rampa, el menor se negó a moverse.

-Que rápido se te olvidan los honoríficos, niño. -BeomGyu rio amargo y terminó soltando carcajadas causando eco en el foso al verlo bajar en traje de forma dificultosa.

-Me gustas, no puedo hablarte de usted si me gustas. -La repentina a confesión lo dejó helado.

-No te puedo gustar, no me conoces. -Se encogió de hombros.

-Pues me pones, lo que prefieras que te diga. -Dijo desinteresado, TaeHyun elevó una de sus cejas y miró a su alrededor antes de finalmente dejarse caer a su lado sentado. -Te vas manchar el traje.

-Otro más que tiraré a la basura por tu culpa. -Dijo en referencia al que había marchado de sangre cuando se conocieron.

-No los tires, parecen caros, lávalo. -TaeHyun se inclinó un poco hacia él y vocalizó de forma exagerada.

-Me da igual, soy rico. -BeomGyu puso cara de asco y se levantó para golpear su hombro. TaeHyun se quejó sobando zona. -Ay, perdón, por un momento se me ha olvidado que estás viejo.

-Asco de niño. -Susurró entre dientes.

-Viejo sabroso. -Ahora fue el Alfa el que golpeó al menor en el hombro haciéndolo reír a carcajadas agudas y altas mientras se sobaba la zona. -¿Por qué me buscabas si no es para romperá tensión sexual? -Bromeó logrando que TaeHyun se tensara antes de estirar sus brazos y mostrar, sin pretenderlo, el costoso reloj en su muñeca.

-Te vengo a ofrecer un trato. -Expuso haciendo a BeomGyu fruncir su ceño y nariz de modo adorable. TaeHyun no se resistió a golpear con nariz con su dedo índice. -Soy de los mejores abogados de la ciudad, llevaré tu caso.

-¿A cambio de...? -Preguntó serio de golpe, mirando el perfil del Alfa con la pequeña barba que comenzaba a crecer en su rostro.

-Quiero que seas el niñero de SeungMin. -No sonó a demanda, tampoco a pedido si quiera, era una súplica oculta. -Está hablando más que nunca desde que te conoce, de hecho habla de ti, te considera su mejor amigo.

-Yo no sabría cuidarlo como se merece. -Trató de refutar.

-Sin embargo él te quiere a ti. -Lo miró con brillos en exceso por los focos del parque, en sus oscuros ojos. -Solo quiero que estés con él, solo quiero que siga hablándome y llegue el día en que me deje abrazarlo y diga mi nombre.

-¿El no te llama papá? -Cuestionó descolocado.

-Odia esa palabra, nunca me llama. -Sonrió con dolor, roto por dentro, BeomGyu supo que necesitaba el consuelo que él mismo necesitó esa misma mañana en la oficina del Alfa.

-Está bien. -Aceptó, no porque necesitara un abogado, ni por contentar a sus padres con un trabajo, sino por SeungMin y Taehyun. El sentimiento, para nada egoísta, en su pecho llenó su cuerpo con nueva luz y energía. -Lo haré, pero si hago algo mal no me grites. No soporto los gritos y demandas. -Pidió pasando con gentileza sus dedos por la espesa cabellera en la nuca del mayor.

TaeHyun murmuró complacido, inclinándose a las caricias, reposando su cabeza de lado en la del menor. BeomGyu expuso su aroma, el del Alfa salió más ligero con comodidad. En sus papilas gustativas se podía sentir el yogur con melocotón mientras ellos enlazaba su presente de forma inesperada.