Amor Vincint Omnia - Dramione [Traducción]

22. Bad Blood

Semana Santa, 4to año

Draco estaba corriendo, su mochila golpeando contra su costado mientras subía las escaleras rápidamente hacia el séptimo piso.

Iría a casa para las vacaciones de Semana Santa mañana, así que esta sería su última oportunidad de ver a Hermione hasta la próxima semana, y no quería perderse ni un segundo.

Pero no la había visto en el comedor durante la cena. Esperaba que Potter y Weasley no la hubieran atrapado en otro de sus planes, especialmente si eso significaba que no podría llegar a la Habitación esa noche.

Corrió por el corredor del séptimo piso, dando una última mirada a su alrededor para asegurarse de que estaba solo antes de hacer tres pasos rápidos frente a la pared en blanco hasta que apareció la puerta de roble tallada.

Se apresuró a cruzar la puerta, esperando encontrar la habitación vacía, pero se sorprendió gratamente cuando vio a Hermione ya acurrucada en el sofá en el centro de la habitación.

"¡Hola amor! No estaba seguro de si estarías...

Draco se detuvo de repente cuando Hermione giró la cabeza para mirarlo a los ojos, el miedo atravesándolo. Tenía las mejillas rojas y manchadas, los ojos hinchados y húmedos de lágrimas. Su bolso se deslizó bruscamente de su hombro mientras cruzaba la habitación.

"Hermione, ¿estás bien? ¿Qué pasó?" Se sentó a su lado, colocando una de sus manos sobre las de ella, que se retorcían distraídamente en su regazo, y la otra en su mejilla, levantando el pulgar para secar las lágrimas que aún se filtraban lentamente de sus ojos.

Ella no habló durante un largo minuto, lo que provocó que su ansiedad aumentara aún más.

"Hermione, amor, ¿pasó algo? ¿Puedo... puedo hacer algo? Quiero ayudarte..." Su tono era suplicante.

Llamó su atención, sus ojos parpadearon hacia los de él, el dolor era evidente en ellos.

"Lo recibí hoy". Inclinó la cabeza hacia la mesa de café frente a ellos.

Draco se giró para mirar, pero por un momento no vio nada. Era fácil pasar por alto el objeto en el que estaba concentrada.

Pero allí, sentado en el borde de la mesa, estaba lo que parecía ser un muy, muy pequeño... ¿huevo de Pascua de chocolate? No era más grande que el huevo de un petirrojo y era bastante sencillo. Draco quedó inmediatamente desconcertado de por qué un pequeño regalo de chocolate entristecería a su novia... aunque sí recordaba muchas noches en las que Blaise y Theo discutían lo imposible que era entender los estados de ánimo de sus distintas novias.

Sus conversaciones nunca habían tenido sentido para Draco. Nunca encontró a Hermione difícil de entender...

No hasta este momento, claro.

Decidió andar con cuidado.

"¿Es... es eso un huevo de Pascua?"

Su rostro se arrugó mientras asentía, nuevas lágrimas recorrieron su rostro.

Bueno, mierda.

Draco se acercó a ella y le rodeó los hombros con el brazo.

"Um... y... ¿te... te puso triste?"

Hermione apoyó la cabeza en su hombro y respiró entrecortadamente.

"Es de la señora Weasley".

Un inmediato destello de molestia lo atravesó. Había podido ver durante años que Potter y todo el clan Weasley estaban usando a Hermione, que ninguno de ellos realmente la apreciaba. Había tratado de contárselo varias veces en los meses transcurridos desde que comenzaron a salir, pero eso nunca había ido bien...