¿Quién Mantendra Su Sonrisa Al Final?

Capítulo 09: Te pertenecemos

Lan WangJi levantó su mano y la colocó alrededor de la mandíbula de Wei WuXian para obligarlo a mirarlo a los ojos.

—Repite lo que dijiste—, exigió Lan WangJi entrecerrando sus ojos hacia él.

Los labios de Wei WuXian se curvaron en su mejor sonrisa astuta mientras repetía sílaba por sílaba: —Voy. A. A. Bor. Tar. Lo.

Lan WangJi gruñó a modo de advertencia, pero Wei WuXian ni siquiera se inmutó mientras levantaba su mano y la colocaba sobre la de Lan WangJi para hacer que lo soltara.

—Aiyo, no pensé que te importara tanto que me deshiciera del resultado de tu aventura, Lan WangJi.

—No eres una aventura —, declaró Lan WangJi empujando a Wei WuXian de nuevo contra la pared, enterrando su rostro en su cuello para besarlo y morderlo.

—Hay personas que piensan lo contrario —, afirmó Wei WuXian. —Además, eres un Alfa dominante, y XuanYu es un Omega sumiso que estoy seguro que estará dispuesto a darte tantos hijos como desees, así que no debería importarte lo que yo haga o deje de hacer con el cachorro que está creciendo en mi vientre, si no quiero o no tenerlo es mi decisión y tú no tienes ningún derecho a opinar, después de todo, no soy más que tu capricho de juventud.

—Mo XuanYu no me interesa en lo más mínimo, solo tú eres digno de llevar a mis cachorros, nadie más tiene el derecho—, afirmó Lan WangJi al mismo tiempo que sus manos rodeaban la cintura de Wei WuXian y con extremo cuidado levantaba su cuerpo y lo colocaba sobre la encimera del baño para después arrodillarse frente a él y levantar su cheongsam lo suficiente para poder frotar la ligera hinchazón en su vientre antes de inclinarse para besarlo mientras murmuraba con los labios pegados en su piel: —Y no solo eres mi capricho de juventud, te amo desde que era un adolescente, es cierto, pero siempre supe que solo a ti te quería para estar a mi lado para siempre.

Wei WuXian sonrió internamente al ver la forma tan tierna en que Lan WangJi besaba todo su vientre, pero cuando el Alfa levantó su mirada él giró su rostro, fingiendo indiferencia.

—No dejaré que te deshagas de mi hijo—, declaró el Alfa con voz seria.

Wei WuXian resopló una risa y lo miró de reojo. —¿Y cómo piensas evitarlo?—, giró su rostro por completo para verlo fijamente. —Acaso quieres secuestrarme hasta que dé a luz y después criarme una y otra vez hasta que tengamos una docena de pequeños Lan corriendo por ahí.

Lan WangJi abrió las piernas de Wei WuXian, lo suficiente para que pudiera deslizarse en medio de ellas y se acercó al Omega. —Tal vez haga eso, además, estoy seguro que te encantaría ser criado por mí una y otra vez—, volvió a tomar su mandíbula y tiró de ella para acercar su rostro al suyo. —Recuerdo cómo me suplicabas en tu último celo que te criara, fue tan jodidamente excitante sentir como mi nudo se asentaba en tu útero fértil, llenando tu interior con tanto semen que se escapó de tu abusado agujero que aún me mantenía tan apretado entre sus cálidas paredes.

Lan WangJi por fin se inclinó para besarlo y Wei WuXian correspondió con gusto, gimiendo entre sus labios cuando las expertas manos de Lan WangJi se movieron a sus muslos para después subir a sus caderas y empezar a tirar de sus bragas para bajarlas lentamente por sus largas piernas.

El Alfa se retiró el espacio y tiempo necesario para poder retirar esa seductora prenda de encaje y deslizarla al bolsillo de su pantalón, después, volvió a acercarse para continuar besando a Wei WuXian mientras su mano se movía lentamente hacia donde debía ir.

—Joder—, gimió Wei WuXian mordiendo el labio de Lan WangJi, cuando él deslizó el primer dedo a su apretado interior.

Lan WangJi espero a que Wei WuXian soltará su labio y disfrutó de como el Omega arqueó su cuerpo cuando deslizó dos dedos más junto con el primero.

—Lan Zhan~ —, llamó Wei WuXian en medio de un fuerte gemido, bajando su mano hacia sus piernas abiertas en un intento de sujetar el brazo del Alfa para impedir que siguiera follando su agujero con sus dedos.

—Wei Ying—, respondió el Alfa en tono burlón, sujetando su mano antes de que pudiera retenerlo al mismo tiempo que arqueaba sus dedos para acariciar superficialmente la próstata del Omega haciéndolo aullar de placer.

—De-detente—, balbuceó Wei WuXian. —Alguien podría entrar.

Lan WangJi se rió antes de hacer lo que él Omega le pedía, retirando sus dedos de su interior para después bajar al Omega de la encimera y girar su cuerpo para que se viera en el espejo de nuevo.

Wei WuXian estaba jadeando ligeramente y mantenía sus ojos cerrados, por lo que Lan WangJi pudo deleitarse del hermoso rubor natural que ahora cubría sus mejillas, así como también apreciar el chupetón que había dejado en una parte muy visible de su cuello.

El Alfa se desabrochó su cinturón y se bajó su pantalón junto con su ropa interior para exponer su ya extremadamente duro pene, lo tomó entre su mano y lo deslizó por enmedio del trasero de Wei WuXian para que se mojara con su lubricación.

—Lan Zhan, realmente tú no vas... ngh~ —, se interrumpió mordiendo su labio cuando fue penetrado sin previo aviso.

Lan WangJi llevó su mano a su rostro y lo levantó con cuidado para que se enfrentara al espejo. —Realmente espero que alguien entre mientras te estoy follando y vean esta misma expresión tan obscena que tú rostro está haciendo, para que vayan a la fiesta y le digan a todos lo desesperado que estabas por tener mi polla en tu interior.

—Eres un jodido exhibicionista, hah~

—¿Qué harías si tú prometido entrara y te viera montando mi polla mientras gimes mi nombre tan lascivamente suplicando que te dé mi nudo?

—Podría en-entrar XuanYu, mgh~ ahí, justo ahí~ Er'gege~.

—Que lo haga—, dijo Lan WangJi dándole la importancia que se merecía de él—ninguna —ahora y siempre solo existía Wei WuXian en su vida—Wei WuXian y el bebé que estaba creciendo en su vientre. —Quiero que vea de una vez por todas que tu eres el único que me vuelve tan loco de deseo para hacer esto cuando hay tantas personas en el exterior, que tú eres el único que quiero en mi vida y en mi cama para siempre, que él no es nada comparado contigo, MI hermoso Omega.

Wei WuXian ladeó su cabeza sin dejar de emitir gemidos entrecortados por cada embestida y Lan WangJi acercó su rostro hacia su hombro para olfatear las deliciosas feromonas de melocotón que había extrañado en exceso en tan solo estos pocos días, si era sincero, ya se había vuelto adicto a su aroma.

—Wei Ying, mi Wei Ying—, murmuró Lan WangJi atrapando la tela del cheongsam entre sus dientes para tirar de ella y rasgarla.

—Tuyo, Lan Zhan —tomó la mano libre del Alfa y la guío a su vientre sin dejar de mover sus caderas para ayudar a que cada fuerte estocada del Alfa diera justo en el lugar que lo hacía temblar. —Tuyos, tuyos, Lan Zhan~ ngh~ porfavorporfavor, hah~ hazle saber a todos que te pertenecemos.

Lan WangJi no necesito que el Omega volviera a repetirlo, lamió su glándula de olor y enterró sus dientes en ella mientras veía través del espejo como los ojos de Wei WuXian derramaban lágrimas de placer y satisfacción al mismo tiempo que alcanzaba su orgasmo mientras el Alfa también lo hacía.