El chico de la mesa 8

Capítulo 6

Uno podría pensar que apestaba ser el único nerd/soltero de tu grupo de amigos cuando eso significa ir al cine completamente solo, pero en realidad Blaine estaba completamente acostumbrado a eso, porque incluso cuando tenía novio no tenía quien compartiera con él su gusto por los superhéroes y la ciencia ficción así que cuando iba al cine o iba solo o iba a ver confusas películas antiguas extranjeras (o en el mejor de los casos antiguos musicales).

Así que fue una sorpresa cuando escucho su nombre mientras  se dirigía a comprar su boleto.

-¿Blaine? – había preguntado una misteriosa pero vagamente familiar voz.

El mencionado giro lentamente con curiosidad para ser recibido con la cálida sonrisa de Sam.
-Sam, hola – respondió Blaine acercándose inconscientemente al barista – En realidad existes fuera de la cafetería.

Sam río.
-Lo mismo pensé de ti -admitió – nunca imaginé encontrarte aquí. ¿Tienes… una cita? – preguntó curioso viendo el atuendo de Blaine, un poco más elegante de lo normal.

-Solo si te refieres a una cita con Jason Momoa y Patrick Wilson

-¿Verás Aquaman?

-Eso pretendo

-¿Eres fan de DC?

-Supongo, me gustan las películas, pero sobre todo los comics.

-¡Increíble!, a mí también – respondió Sam con sincero entusiasmo.

Blaine sonrió. ¿Quién imaginaria que tendrían también eso en común?, aparte del club Glee. Cada cosa que descubría de Sam le gustaba un poco más.

-¿Estás aquí con alguien? – preguntó curioso Blaine – Talvez podrías-

-Hola – saludo una chica rubia, llegando hasta ellos – Lamento llegar tarde – dijo dirigiéndose a Sam.

Bueno, claro que Sam no estaría solo en el cine, nadie era tan patético como él.

-No llegas tarde – respondió el barista recibiendo con un abrazo de la chica, quién finalmente pareció notar a Blaine.

-Hola – saludo al parecer extrañada de descubrirlo ahí.

-Hola – respondió Blaine sonriendo con cortesía – Será mejor que me vaya. Fue un gusto verte Sam.- se despidió enseguida.

-No, espera, déjame presentarlos – pidió Sam- Blaine, ella es Quinn – dijo señalando a la chica que exhibió enseguida una perfecta sonrisa- Quinn es mi amiga, estudia Derecho en Princeton y pasa más tiempo del que debería en Nueva York.

-Muy gracioso- murmuró la chica rodando los ojos, pero Sam ignoro el gesto.

-Quinn, él es Blaine, Blaine es… él…-

-Un conocido solamente- intervino el mencionado al percibir la duda en la voz del rubio- estudio artes en NYADA y paso más tiempo del que debería en la cafetería donde trabaja Sam- agregó bromeando.

-¿En NYADA?- preguntó la chica con curiosidad.

-¿Has oído hablar de ella?- pregunto Blaine sorprendido, no era una escuela reconocida para aquellos que no estaban interesados en las artes dramáticas.

-Por supuesto- respondió la chica- dos antiguos compañeros de la preparatoria estudian ahí, tal vez los conozcas, tienden a hacerse notar bastante-

-¡Hola chicos! – interrumpió la voz familiar de Tina, quién se acercaba de la mano de un alto chico asiático -¡Blainey! – lo saludo emocionada tan pronto lo reconoció, abrazándolo con fuerza.