Capítulo 23

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-Durante la cena, Cielo le estuvo contando a Carlos cómo conoció a Nicolás y cómo llegaron a estar juntos, aunque un poco por encima, sin muchos detalles, ya que no sentía que podía contarle todo. Siempre había sido así en todos los aspectos de su vida, pues no le transmitía que podía confiar plenamente en él, también porque había estado ausente tantas veces que sentía que no se conocían demasiado, o que él no se había interesado del todo en conocer más sobre su vida. Sin embargo, decidió que iba a darle una oportunidad más, a pesar de haberle dado ya otras mil, pues al fin y al cabo era su padre y se lo veía dispuesto a cambiar esta vez, o eso esperaba. De todas formas, si la decepcionaba ella ya estaba acostumbrada. Después de cenar Cielo se quedó en casa de su padre a dormir, pues ese fin de semana le tocaba a él y sorprendentemente no le dijo que debía ausentarse ninguno de los dos días del finde para una reunión o un viaje de última hora, aunque tampoco quería ilusionarse, de él podía esperarse lo que sea. –

Carlos: ¿Todavía despierta?

Cielo: Recién son las 12 de la noche, pa, no tengo diez años ya

Carlos: Me cuesta asimilarlo aún, pero ya sé, aunque cuando tenías 10 tampoco me interesaba demasiado por la hora a la que te ibas a dormir, quizá debería haberlo hecho, ¿no?

Cielo: Quizá, pero de eso ya se encargaba mamá, con vos solo estaba los fines de semana y ahí tampoco importaba tanto la hora de irse a acostar. Mejor dejemos los recuerdos, no quiero pelear con vos por segunda vez en el día

Carlos: (asiente) ¿Le estabas escribiendo a tu novio para decirle que no tengo ninguna intención de matarlo y que se puede quedar tranquilo?

Cielo: (se ríe un poco) Estaba re asustado, pobre, pensaba que no iba a salir vivo de mi cuarto. Pero ya le aclaré que solo fue producto de la primer impresión tan confusa y que te gustaría conocerlo bien algún día

Carlos: ¿Lo querés mucho?

Cielo: Más de lo que nunca imaginé, aunque tengo mucho miedo de que salga mal, como...

Carlos: ¿Como mi relación con tu mamá?

Cielo: (asiente mirando hacia abajo)

Carlos: (se acerca y se sienta a su lado en la cama) ¿Qué llevan? ¿Dos días de novios? Relajate, mi vida, dejate llevar, y no pienses tanto en lo que pueda pasar, disfrutá (le acaricia el pelo)

Cielo: Eso es lo que no hiciste vos ¿no? Relajarte y disfrutar, siempre andabas tenso y ocupado

Carlos: Yo a tu mamá la quise mucho, estaba perdidamente enamorado de ella, incluso antes de animarme a hablarle no podía quitarle la vista de encima, era mi crush, como dicen ustedes ahora...

Cielo: (se ríe)

Carlos: ¿Qué? ¿Lo dije mal?

Cielo: No, no, seguí, perdón, es que no me esperaba que dijeras eso

Carlos: Puedo ser moderno y hablar como hablan ustedes

Cielo: Sí, re. Dale, ¿qué ibas a decir más?

Carlos: Nada, que yo la amaba, pero me manejé mal, y si pudiera volver atrás lo haría para cambiarlo

Cielo: No tengo una máquina del tiempo, pero en el presente todavía podés arreglar las cosas con mamá si querés

Carlos: (sonríe) Buenas noches, no te duermas demasiado tarde y descansá (le da un beso en la cabeza y se levanta)

Cielo: Vos igual, buenas noches

-A pesar de que Carlos había optado por huir en vez de proporcionarle información acerca de sus sentimientos actuales hacia su madre, Cielo aún guardaba la esperanza de que sus padres volvieran a estar juntos, desde pequeña la tenía y se negaba a soltarla. Sin embargo, al día siguiente se iba a ver obligaba a dejar de aferrarse a esa esperanza, lo cual le dolería muchísimo. Cuando al mediodía de aquel nublado sábado baja al comedor para almorzar con su padre, se lo encuentra acompañado de una mujer, lo que no le da muy buena espina y siente que se viene un almuerzo poco agradable. –

Vos y yo ¿juntos?Où les histoires vivent. Découvrez maintenant